Voy a comenzar desde el principio, desde que tengo uso de razón me han gustado mucho los animales, cuando vivía con mis padres, siempre había tenido varias mascotas, aunque lo de tener perro no lo conseguí hasta que no fui algo mas que adolescente, un buen día, llegó mi padre y me dijo que si quería tener un perro, qué?? lo dices en serio? ya sabes la respuesta verdad? le contesté, nunca me has dejado tener uno en casa...y me dijo que ahora sí, así que adoptamos a Copy, que por aquel entonces tenia un año y se convirtió en mi compañero inseparable de paseos y rutas de montaña, hasta que un fatídico día, otro perro lo mató...ya os podéis imaginar el gran disgusto, mi madre dijo que no quería más, lo típico, por que se pasa fatal cuando los pierdes.
Pasaron los años, conocí a Pedro y cuando nos fuimos a vivir juntos le dije que quería tener un perro, claro, pero dijo que no porque era mucha responsabilidad, que si quería tener un pájaro...primero fue un periquito, luego otro para que no se sintiera solo, después dos tortugas de tierra, luego adoptamos a otras dos de agua...la pareja de periquitos tuvo crías, y aún así, de mi cabeza no se iba la idea de tener otro perro. Un buen día mi madre y yo fuimos a la protectora de León y nos enamoramos de Sagan, al que allí llamaban Shank, le trajimos de acogida, aprovechando que Pedro se encontraba de viaje y con el riesgo de que a la vuelta nos echara a los dos de casa jeje, pero no fue así, Sagan, que se llama así, por uno de mis ciclistas favoritos, se ganó el corazón de Pedro, como no podía ser de otra manera.
Casi desde el principio, empecé a correr con él por el monte, me compré un cinturón y una línea de tiro. y nos pasamos todo el invierno disfrutando de nuestros entrenos, hasta que un día, Pedro me dijo que se había enterado de un canicross en Valdefreno y decidí apuntarnos. Consulté a la organización y me dijeron que estaba totalmente prohibido participar con el arnés de paseo Julius y me las ví y me las deseé para encontrar uno reglamentario, me dió un poco de rabia llegar a la carrera y en el momento de salida ver a otros perros que si que llevaban el julius y le dije a los organizadores que no me parecía bien, pero bueno, dijeron que era un error suyo y que al ser su primera carrera que les perdonase, la verdad es que Sagan aun no se había echo al nuevo, ya que es muy diferente y dos días que lo había probado no corría ni para atrás jaja, pero ese día me sorprendió para bien, porque, a pesar de los nervios de ver a tantos perros y tantas personas juntos, cuando en nuestras salidas solo somos él y yo.
Se portó genial y corrió muy bien, aunque no tira como otros perros más acostumbrados, claro, y se giró a mirar para atrás cuando dos chicos con sus respectivos compañeros de cuatro patas nos venían pisando los talones. Yo le iba diciendo todo el rato: corre mi chico! muy bien Sagan! con el miedo de que se parase a olisquear o a marcar territorio y si sobrepasas sus patitas de atrás, te penalizan y a la tercera te descalifican.
Casi desde el principio, empecé a correr con él por el monte, me compré un cinturón y una línea de tiro. y nos pasamos todo el invierno disfrutando de nuestros entrenos, hasta que un día, Pedro me dijo que se había enterado de un canicross en Valdefreno y decidí apuntarnos. Consulté a la organización y me dijeron que estaba totalmente prohibido participar con el arnés de paseo Julius y me las ví y me las deseé para encontrar uno reglamentario, me dió un poco de rabia llegar a la carrera y en el momento de salida ver a otros perros que si que llevaban el julius y le dije a los organizadores que no me parecía bien, pero bueno, dijeron que era un error suyo y que al ser su primera carrera que les perdonase, la verdad es que Sagan aun no se había echo al nuevo, ya que es muy diferente y dos días que lo había probado no corría ni para atrás jaja, pero ese día me sorprendió para bien, porque, a pesar de los nervios de ver a tantos perros y tantas personas juntos, cuando en nuestras salidas solo somos él y yo.
Se portó genial y corrió muy bien, aunque no tira como otros perros más acostumbrados, claro, y se giró a mirar para atrás cuando dos chicos con sus respectivos compañeros de cuatro patas nos venían pisando los talones. Yo le iba diciendo todo el rato: corre mi chico! muy bien Sagan! con el miedo de que se parase a olisquear o a marcar territorio y si sobrepasas sus patitas de atrás, te penalizan y a la tercera te descalifican.
La carrera estuvo muy animada y muy bien organizada, había varias modalidades, primero Carro, después patín, después bikejoring, que consiste en llevar al perro tirando y tu detrás en bici de montaña y por último a las 11 horas de la mañana comenzaba el canicross, lo que era de esperar, por motivo del calor los 5.800 metros previstos, se acortaron a 3.500 metros, por seguridad de los perrines. Cada 30 segundos salia un equipo y nosotros salimos en el puesto numero 25, la verdad es que eso está muy bien, ya que la salida todos a la vez podría ser un caos, aparte de peligrosa, luego contaría el tiempo total, nos adelantó casi al final una chica que fue la ganadora, con su perra Niza que iba súper centrada, que pasada verla, como tiraba de ella, parecía un pura sangre, lo pensé porque además le brillaba mucho el pelaje, está claro que el corredor tiene que ser bueno, pero si el perro tiene potencia y es veloz haces tiempos que tú solo por mucho que entrenes es imposible que alcances.
Cuando nos aproximábamos a la meta, primero una pequeña bajada y luego un repechín, Sagan aflojo la marcha, yo creo que se asusto un poco al oír los altavoces y ver a tanta gente que le daba ánimos diciéndole, vamos pequeñín! temí que se parase y le animé yo también hasta que cruzamos el arco, puff carrera corta pero intensa, allí estaba mi madre esperándonos, me sentí emocionada y orgullosa de mi pequeñajo, habíamos terminado nuestra primera carrera juntos.
La verdad es que correr con tu perro crea mucho vínculo, la mayoría de los que estaban allí eran perros mas grandes y de raza, pero con entreno puede servir cualquiera, porque este deporte consiste en disfrutar los dos. Os animo a probarlo y el que se lo esté pensando, que no dude en adoptar, que la protectora esta llena de seres maravillosos deseosos de recibir cariño, pero sobre todo de darlo, y si por cualquier circunstancia, te gustan pero no es el momento o no quieres tener uno en casa, todos los días por la tarde, podrás acercarte a la protectora de León y pasear a alguno, es muy gratificante y a ellos les haces felices porque salen a estirar sus patitas, sin duda Leandro y todos los voluntarios merecen un monumento por su gran labor.
Marilo
Cuando nos aproximábamos a la meta, primero una pequeña bajada y luego un repechín, Sagan aflojo la marcha, yo creo que se asusto un poco al oír los altavoces y ver a tanta gente que le daba ánimos diciéndole, vamos pequeñín! temí que se parase y le animé yo también hasta que cruzamos el arco, puff carrera corta pero intensa, allí estaba mi madre esperándonos, me sentí emocionada y orgullosa de mi pequeñajo, habíamos terminado nuestra primera carrera juntos.
La verdad es que correr con tu perro crea mucho vínculo, la mayoría de los que estaban allí eran perros mas grandes y de raza, pero con entreno puede servir cualquiera, porque este deporte consiste en disfrutar los dos. Os animo a probarlo y el que se lo esté pensando, que no dude en adoptar, que la protectora esta llena de seres maravillosos deseosos de recibir cariño, pero sobre todo de darlo, y si por cualquier circunstancia, te gustan pero no es el momento o no quieres tener uno en casa, todos los días por la tarde, podrás acercarte a la protectora de León y pasear a alguno, es muy gratificante y a ellos les haces felices porque salen a estirar sus patitas, sin duda Leandro y todos los voluntarios merecen un monumento por su gran labor.
Marilo
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