Su aspecto engaña. Los vaqueros cortados a ras de rodilla, la
camiseta de colorines sin mangas, chancletas, gafas de sol de espejo...,
sugieren que ese treintañero bronceado que se pasea por Barcelona luciendo unas
generosas melena y barba es un hippy, quizás un surfero con acento de Nebraska.
Pero las maltrechas uñas de los pies le delatan. Es un hombre de montaña.
(Niobrara, EE.UU., 1983) ha cobrado notoriedad en el mundo de los ultramaratones por
sus resultados (vencedor dos veces de la Leadvilley segundo en la Western
States, ambas de 161 km, segundo en la Cavalls del Vent del año pasado…)
pero también por su estilo; como Kilian Jornet predica el
minimalismo, que en su caso se traduce en correr con lo mínimo, sin camiseta y
con un calzado superligero. Licenciado en Filosofía, Física y Geología por la
Universidad de Colorado, Krupicka recaló en Barcelona a principios de mes
después de participar en el Ultratrail del Montblanc (UTMB), que tuvo que
abandonar en el kilómetro 139 por la lesión en una pierna.
Se
define como un corredor minimalista...
Sí, pero no es una
cuestión de etiquetas, ni una declaración de principios, disfruto corriendo por
la montaña con muy poco material. En la vida cotidiana tampoco necesito mucho,
en verano vivo en mi camioneta y allí no caben demasiadas cosas.
¿Y
durante una carrera, como el UTMB (168 km y 9.600 metros de desnivel), qué
come?
En el UTMB tomé unos 15 o
20 geles, en los entrenos poca cosa.
¿Dieta
a base de geles energéticos? Muy sano no debe ser...
En una carrera tu cuerpo
necesita azúcar y los geles son cómodos, en un ultramaratón es cuanto
necesitas. Y, bueno..., las carreras no son saludables
Sí,
correr más de 100 km seguidos no lo debe ser mucho.
Las carreras son
destructivas. Te lesionas mucho, estás cansado todo el tiempo. Es demasiado,
pero es mi pasión, es lo que me gusta y es como disfruto en la montaña. Si
quieres correr de manera saludable hazlo 30 minutos al día en lugar de tres o
cuatro horas.
¿Qué
busca en estas carreras?La gente se pregunta si realmente lo pasa bien
corriendo 150 km de un tirón
Es una mezcla de placer y
dolor. En el UTMB, durante los primeros 100 kilómetros disfruté, corrí
cómodamente, hablaba con la gente, la noche era preciosa, el ánimo del
público... Pero después es muy duro, tienes que tener la determinación de
acabar y centrarte en ello. Y esto es lo gratificante, no todo tiene que ser
divertido, para disfrutar de verdad en las carreras y en la vida tiene
que haber un componente de trabajo duro. Correr en la montaña tiene algo de
primitivo, instintivo, es diferente a hacer footing.
Los
ultracorredores deben tener un gran ego para soportar estas penalidades.
Hay que ser un poco
arrogante para pensar que puedes superar cualquier obstáculo durante una
carrera; a veces la montaña dicta otra cosa, te recuerda quien domina la
situación y que hay que respetarla. Somos ambiciosos, pero cuando vamos
demasiado lejos la montaña nos recuerda lo pequeños e insignificantes que
somos. Por supuesto que hay un componente de ego, es bonito ganar y ser más
rápido que los otros.
Correr
descalzo, como hace de vez en cuando en los entrenos, o con un calzado
superligero crea controversia.
Empecé a explorar esta
técnica en el 2004 y mi filosofía ha cambiado bastante en los últimos tres o
cuatro años, durante los cuales he pasado más tiempo en la montaña y he
entrenado mucho menos descalzo. Si estoy en una ciudad como Barcelona, con
parques, césped, playa, puedo correr descalzo pero es algo que no está en mi
rutina porque estoy siempre en la montaña, donde esta técnica no es práctica si
quiero ser rápido y eficiente, y para serlo necesito calzado con protección.
Uso zapatillas con suela fina porque pienso que es fantástico para reforzar las
funciones del pie y de los tobillos, pero no soy un fanático de ir descalzo.
¿Qué
ha descubierto de si mismo corriendo en condiciones extremas?
Mi resistencia y poder
para mejorar mi rendimiento; el control que tengo de la situación... Que en la
montaña todo depende de ti y no debes confiar en los otros, darte cuenta que
eres autosuficiente te da una gran fortaleza.
¿Ha
influido la Filosofía en su estilo de correr?
Ha influido en mis
motivaciones para correr, no en la manera de hacerlo. Mi deseo es ser tan libre
como sea posible y la estética es importante, contemplar una montaña, decidir
por dónde puedo subirla; me gusta el paisaje y acercarme a sus límites antes
que seguir un sendero.
¿Qué
opina del Summits of my Life de Kilian Jornet?
Quiere subir las montañas
más altas, pienso que por motivos mediáticos. Kilian es el mejor corriendo pero
tiene otras motivaciones en la montaña y las persigue, eso es lo que tiene que
hacer y es envidiable.
¿Cuáles
son sus primeros recuerdos de una carrera?
El primer ultramaratón, en
2006: acabé y me di cuenta que podía romper límites. Tuve esa misma sensación
en mi primer maratón, a los 12 años, eso me inspiró y me permitió decir “yo
puedo”.
¿Ha
encontrado su límite?
En los ultratrails los
límites no suelen ser físicos, sino de resistencia mental, pero siempre están
cambiando, en el UTMB mi límite llegó a los 139 kilómetros.
¿Y
Nolan’s 14 (161 km y 14 cimas de más de 4.200 metros, en Colorado, en un máximo
de 60 horas), fue una de sus experiencias más duras?
Ese día (el pasado 24 de
junio, abandonó cuando llevaba 13 horas y media corriendo, su objetivo era
romper récords y cubrir la ruta en 30 horas) llegué al límite, pero el
rendimiento que tuve no es mi límite. Los límites cambian cada día, una mañana
las cosas van mal y a la siguiente pueden ir mejor; es la condición humana.
Para crecer como persona tienes que ponerte retos constantemente, probar cosas
nuevas. Si lo único que pretendes es ganar, ganar y ganar, hacer siempre lo
mismo ¿qué consigues con ello? Nada. Tienes que buscar desafíos constantemente.
Hablando
de desafíos, ¿ha pensado en profundizar en el alpinismo?
El alpinismo me interesa,
pero no al mismo nivel que correr. De octubre a abril escalo en roca.
¿Hace
algo relacionado con sus tres licenciaturas (Filosofía, Física y Geología) o se
dedica a las carreras a tiempo completo?
Soy muy afortunado de ser
un corredor full time, es mi pasión número uno, así que seguiré corriendo
mientras tenga el apoyo de mis patrocinadores. Dicho esto, intento mantener un
equilibrio en mi vida y leo, tengo curiosidad por otras cosas porque no puedes
estar todo el tiempo pensando en correr, sería muy aburrido.
¿Qué
lee?
Ficción contemporánea;
obviamente, por mi formación, también he he leído mucho a los filósofos
clásicos. Ahora lo que más me interesa es la ficción porque los escritores
profundizan sobre la condición humana, que es lo que me preocupa.
¿Cuáles
son sus primeros recuerdos de una carrera?
El primer ultramaratón
(161 km), en 2006: acabé y me di cuenta que podía romper límites. Tuve esa
misma sensación en mi primer maratón, a los 12 años, eso me inspiró y me
permitió decir “yo puedo”.
¿Cuántos
ultramaratones recomienda correr al año?
Dos es el máximo, mire que
le pasó a a Seb Chaigneau en el UTMB, tuvo que abandonar. Este año ha corridola
Hardrock,la Transgrancanaria… Creo que dos es lo máximo que puedes hacer bien.
Timothy Olsson quedó cuarto en el UTMB pero habría podido ganar si hubiera
tenido un buen día, probablemente estaba cansado (ganó este verano la Western
States, de 100 millas, 161 km. Correr una carrera de 100 millas es lo más destructivo
que puedes hacer.
¿Qué
montañas le inspiran?
Vivo en Boulder (Colorado)
y a 45 minutos de casa tengo montañas de más de 4.300 metros, son las más
importantes para mi, las que mejor conozco. ¿Sabe cuántas cimas de más de 4.000
metros tenemos en Colorado Pues
no, ¡Seiscientas!
El patio de su casa de
Boulder son los cuatromiles de Colorado, muy bien retratados en el documental
que protagoniza, “In the High Country”, estrenado este verano en Estados
Unidos. Pero cuando viaja a Catalunya para competir o para atender los
compromisos con uno de sus patrocinadores, la firma Buff de Igualada, aprovecha
para adentrarse en el Montseny, Montserrat o Collserola, además de rastrear el
Barri Gòtic o el legado de Gaudí en Barcelona. Correr es lo primero, pero no lo
único.