UA-51285685-1 Equipo leonés de Trail Running : TORTUGAS TRAIL LEÓN: MI BEHOBIA-SAN SEBASTIÁN 2017

martes, 21 de noviembre de 2017

MI BEHOBIA-SAN SEBASTIÁN 2017



Probablemente haya más de 25000 historias diferentes de lo que supone correr la que, para muchos, es la mejor carrera popular de asfalto de España, una por cada uno de los inscritos que se atrevieron a tomar la salida. Aquí va la mía, que además supuso mi bautizo en la Behobia.

Para mi participar en la Behobia y terminarla suponía mucho más que una carrera, era cumplir un reto; cuando hace unos años empecé a correr no lo hice por hacer algo de deporte, o porque me aburriera de nadar o por cualquier otra excusa peregrina que se me pasara por la cabeza para responder a esa pregunta, solo yo sabía que el auténtico motivo era participar en esa carrera que año tras año veía en los telediarios y en prensa y cuyo ambiente me parecía simplemente espectacular.

Antes de llegar a eso sabía que tenía que aprender a correr, a respirar, hacer carreras de 10km con solvencia, y posteriormente medias maratones; en ese tiempo se cruzaron Calili y Laura en mi vida de corredor aficionado y me convencieron de entrar en las Tortugas, esto me dio un plus de ánimo y de ilusión; así que viendo que iba cumpliendo los objetivos marcados y, gracias al equipo, otros muchos que ni se me habían pasado por la cabeza como descubrir y disfrutar el mundo del trail, llega el momento de abrir inscripciones y, sin parar a pensarlo ni un minuto, ya he pagado los 45€ que cuesta e inmediatamente empiezo a descontar los días; para hacer más llevadera la espera de vez en cuando me leo la crónica de Laura del año pasado, veo el capítulo de Maraton Man, reviso el perfil una y mil veces, ¡qué ganas de que llegue!.



Es 11 de noviembre al fin y salimos camino de San Sebastián, para recoger el dorsal, dar un paseo por la ciudad, cenar y dormir allí. El tiempo parece que no está por la labor de ponernos las cosas fáciles porque se pasa todo el día lloviendo y para el día siguiente las previsiones anuncian lluvia y viento en contra durante todo el recorrido y con este pensamiento me voy a la cama pero apenas puedo dormir.


La mañana del domingo amanece sin lluvia, con el cielo cubierto, aunque no descarga por el momento, y con esta buena noticia cojo el tren que me tiene que llevar a Irún, ¡un cercanías de Madrid en hora punta va vacío al lado de cómo iba ese tren de gente!. Entre la aglomeración, el calor y las curvas cojo un mareo importante. Cuando llegamos a Irún se ha puesto a llover y con la lluvia me despejo, ¡menos mal!


Un paseo me lleva hasta la salida donde ya está preparada la pancarta de mi cajón, el número 11, que va a salir casi a la misma hora en la que Carles Castillejo cruza la línea de meta en primer lugar; allí me encuentro a Javi, sahaguntino candidato a Tortuga, que tenía salida en el cajón 10, pero que decide quedarse en el 11 conmigo. Poco a poco nos vamos acercando a la hora H del día D, ya no hay marcha atrás; un gel, chubasquero fuera y ¡SALIDA!


Los primeros kilómetros por las calles de Irún son poco más que un calentamiento en carrera porque hay un tapón de gente impresionante, pero hemos venido a divertirnos, el tiempo final importa poco; la aceras y los arcenes estén repletos de gente animando y me encanta ver un montón de niños esperando a chocar la mano de los corredores, ¡así se hace afición!

Después del segundo avituallamiento líquido, en el km. 5 aproximadamente, justo al inicio de la subida de casi 2 km. al alto de Gaintxurizketa Javi se despega de mí, ya me había avisado que no estaba todo lo bien de forma que esperaba. La subida nos va poniendo a cada uno en nuestro sitio y se abren huecos, así que poco a poco voy cogiendo mi ritmo y por el arcén izquierdo voy subiendo y adelantando corredores, sé que en la bajada espera uno de los grandes momentos de la carrera, HEAVY METAL a tope y ¡el pirata! adrenalina a tope y gasolina para las piernas, la verdad es que a medida que pasan los kilómetros me encuentro más cómodo corriendo y las piernas van cada vez mejor.

El paso por Errenterría es simplemente bestial con varias filas de gente animando, un grupo tocando en el kiosko en directo y a la salida de Errentería, el alto de Capuchinos, ¡menuda subida!, bajada para recuperar y por aquí Sofía me avisa que me va a recoger a meta a pesar de la lluvia y el día fresco, ¡otro chute de gasolina!

Una vez estamos en Donosti la última subida, el Alto de Miracruz, de nuevo la animación del público es espectacular, aunque me faltaban los ¡VAMOS TORTUGA!, así que ya me lo iba diciendo yo a mí mismo.

Los últimos metros por el Kursaal, el puente y el Boulevard son simplemente inolvidables, la consecución de un sueño, o una cabezonería echa realidad, cruzo la meta haciendo pucheritos porque de verdad no me lo podía creer, recojo mi medalla de recuerdo y comparto con mis Tortugas una foto con ella, lleno de orgullo y de agradecimiento porque si he llegado hasta aquí es, en parte, gracias mi equipo, ¡sois grandes!

En resumen un sueño hecho realidad, pero que no es más el punto de partida para otros que empiezan a rondarme la mente y que seguiré cumpliendo con mi camiseta de las Tortugas allá donde sea.

Diego

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