Domingo de Trail en la II Carrera de la Reina por tierras de San Glorio
Siempre es un placer disfrutar de esta parte de León, tan
alejada de todas partes, pero tan bella y majestuosa en sus paisajes que deja
una sensación especial., tanto cuando estás allí como en tu memoria cuando te vas.
Amanece
un día que promete, despejado y buena temperatura, no se puede pedir más; y
cualquier cosa que pueda fallar (y de hecho fallaron varias) queda en un
segundo plano.
Viaje
largo, con madrugón incluido a pesar de que la carrera empieza a las 11 de la
mañana, pero a medida que te vas aproximando al escenario la recompensa merece
la pena.
En
esta ocasión, acudimos al evento siete tortugas, que en proporción con el
número final de corredores inscritos, unos 100, tenemos una cuota de
representación muy buena. Con un número tan corto de participantes, todo puede
hacer pensar que lo que debería funcionar bien para 500 corredores que podían
haberse inscrito, para 100 habría de rozar la excelencia; pero no, imponiéndose
la regla natural que a veces se impone, de lo inversamente proporcional.
Reunidos
en el punto de salida todos y cada uno de nosotros, David, Alberto (Trape),
Jorge (Kiri), Edu, Jonas , Mario y un servidor; nos arengamos, calentamos,
hacemos piña y grito de guerra: “!Vamos Tortugas!” ;
banderazo de salida y
comienza la carrera con un recorrido, que como digo y se cumple, promete.
Habiendo
analizado un poco el perfil altimétrico previamente, y a pesar de ser una media
maratón de montaña a la que se debe tener mucho respeto e igual preparación
para no sufrir lo innecesario, el desnivel acumulado es inferior a los 2.000
metros, lo cual hace que el trazado sea rápido y asequible, cosa que prefiero,
porque nos vamos a divertir y no va a suponer un desgaste físico como el que
están suponiendo algunos recorridos tan de moda últimamente con desniveles
vertiginosos, pulsaciones a 200 y abandonos (seguro que con razón) del 20 ó 30%
de inscritos como he visto en primera persona en las últimas trail largas que
he realizado fuera de León.
Cada vez tengo más claro que de las carreras me quiero llevar buenas sensaciones pero no secuelas, sobreesfuerzos innecesarios ni lesiones y este recorrido se presenta lleno de buenas vibraciones además de ser un deleite para la vista.
La
salida empieza en subida los primeros kilómetros, lo que no permite ser muy
explosiva para los de cabeza y hasta el kilómetro 4 no empieza a dispersarse el
pequeño pelotón que somos. Las señalizaciones no son muy abundantes desde un
principio porque transcurrimos por sendas y no hay posibilidad de pérdida pero
llegando al kilómetro 12 en un giro con bajada brusca empiezan los problemas,
incluso para los de cabeza que se lo pasan por alto y lo pagan...sabiendo lo
que nos fastidia a los corredores, rodear, perderte, etc...
Este
error de señalización no ha sido el único y podían haber sido más, y gracias a
las sendas, porque si es por las cintas, alguno podía haber acabado la carrera
en Potes, como poco...
Segunda mención especial para la organización, los avituallamientos: ¡DOS! ¡Durante toda la carrera!, yo creo que en una carrera de casi 22 kilómetros por montaña, no esta de más dar este soporte como así se lo recriminaron a los organizadores la mayoría de corredores. Si, ya se, hay gente muy autosuficiente, muy capaz y con más resistencia que los camellos de los Reyes Magos, que consideran esto innecesario, poco importante, e impropio de los puristas de la montaña; pero el común de los mortales que somos meros aficionados, agradecemos y necesitamos dicho apoyo.
Segunda mención especial para la organización, los avituallamientos: ¡DOS! ¡Durante toda la carrera!, yo creo que en una carrera de casi 22 kilómetros por montaña, no esta de más dar este soporte como así se lo recriminaron a los organizadores la mayoría de corredores. Si, ya se, hay gente muy autosuficiente, muy capaz y con más resistencia que los camellos de los Reyes Magos, que consideran esto innecesario, poco importante, e impropio de los puristas de la montaña; pero el común de los mortales que somos meros aficionados, agradecemos y necesitamos dicho apoyo.
Empieza
a percibirse que los organizadores son bastante más aficionados que los que
corremos, con la diferencia de que ellos tienen la responsabilidad de 100
corredores que han pagado para que les
organicen una carrera.
Los últimos kilómetros hacia meta son de bajada, muy rápidos y se agradece la velocidad; es una senda amplia que nos lleva casi hasta la misma meta en el punto de salida, Llánaves de la Reina.
Una
vez reunidas todas las tortugas en meta, todos hemos llegado bien, contentos y
satisfechos de haber cumplido; nos organizamos para irnos hacia el Pabellón de
Boca de Huérgano, que gentilmente nos “abre” la organización, por cortesía del
Ayuntamiento, para ducharnos y ofrecernos una comida a corredores y
acompañantes.
Lo
cierto es que el pabellón tarda en abrirse casi una hora desde que terminamos
la carrera, porque alguien tiene la llave pero se le ha olvidado acercarse a
abrirnos. Entre tanto, 40 o 50 corredores a la puerta, sin poder ducharnos,
cambiarnos, quedándonos fríos , etc.. El enfado de todos crece y crece y la
organización con sus explicaciones no nos convence.
Entre
tanto, tres de nosotros, David , Jonas y yo, empezamos a valorar la opción
“río” y ....al río que nos vamos sin pensarlo mucho porque el agua no debía de
tener más de 10 grados; por no esperar a
que alguien tenga la brillante idea de abrir las duchas del recinto.
Cuando volvemos al pabellón, previo baño en el río como antiguamente, han abierto las duchas pero la comida no aparece, esta de camino, según la organización.... Quince minutos cronometrados por Jorge Quirós y la comida aparece....
Según
vamos pasando con el plato para recoger la mono-ración, a los de la
organización les están diciendo de todo, menos guapos, y con razón.
Es
una pena que en un sitio así pudiéndote
permitir organizar pruebas del nivel que quieras , se hagan las cosas de esta
manera y se empañen las pruebas por falta de detalles de coordinación, recursos
básicos, personal voluntario o contratado,
etc...fallando en los aspectos más básicos que cualquier corredor va a
demandar y no considero que seamos un colectivo demasiado exigente cuando
demostramos nuestra “resistencia” y “sufrimiento” sobre el terreno.
Tenemos que creer más en todos los recursos y riqueza tan inmensos que tenemos en León y aprender a explotarlos al nivel que les corresponde, pero eso quizás pase por creer también más en nosotros mismos y en lo que somos capaces de hacer aquí.
Buen
día de carrera, buen día de amistad y compañeros. La parte de la comida nos
queda pendiente para mejorarla.
Juanjo
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