Participar en una prueba cronometrada como la media maratón, que es la
distancia de base de las carreras en carretera, no tiene que provocar
ansiedad... Un enfoque metódico del día D permite sortear las trampas más
evidentes con las que se encuentra el corredor.
> Hasta la zona de salida :
Evalúa de manera muy precisa el tiempo de transporte
necesario entre tu domicilio y la salida de la carrera. Opta preferentemente
por el transporte público, siempre que sea posible. Si quieres dejar una bolsa
o mochila en la consigna, comprueba dónde se encuentra y déjate siempre unos
diez minutos largos de margen. Muchas veces suele haber una cierta agitación –
incluso un auténtico desorden – cerca de las áreas de salida. Visualiza
exactamente la entrada de tu zona de salida antes del día D, para evitar el
estrés inútil. No entres demasiado pronto: con quince minutos hay de sobra.
> En el interior de la zona de
salida:
Realiza sin prisas los gestos importantes: átate los cordones con un doble
lazo bien ajustado a las zapatillas. Pero atención, no aprietes demasiado el
empeine. Aplica – si no lo has hecho ya previamente – una capa de crema
anti-rozaduras en las zonas sensibles: axilas, interior de los muslos. Se
recomienda a los corredores masculinos que se pongan unos esparadrapos en cruz
sobre los pezones para protegerlos. Hidrátate si hay previstas temperaturas altas,
pero no bebas de manera exagerada. Es preferible mear justo en los minutos
anteriores a la salida para vaciar totalmente la vejiga y evitar luego la
molestia durante la carrera. Aunque este tema queda a discreción de cada uno.
> En el momento de la salida:
¡Zen! Espera a que los
corredores que están delante de ti se pongan en marcha. No te metas en la
avalancha que a veces se forma y que entorpece la salida. Vigila sobre todo para no caerte (o para no hacer caer
a nadie). Corre algunos cientos de metros con los brazos separados para crear
un pequeño perímetro de seguridad a tu alrededor. Intenta, lo más rápido
posible, acomodarte a tu ritmo, pero que no cunda el pánico si al principio no
lo consigues. ¡21,1 km, son muchos kilómetros! Ya tendrás tiempo de recuperar
los segundos que pierdas...
> Durante la primera mitad de la
media maratón:
Intenta respetar tu plan de carrera. No
te dejes llevar por la excitación que reina en los primeros kilómetros.
Concéntrate en tu técnica de carrera y evita los gestos parásitos. Avituállate
con frecuencia y bien, respetando las costumbres que hayas adquirido durante
los entrenamientos. Si encuentras un corredor o un grupo de corredores que
mantienen el mismo ritmo que tu, síguelos. Puedes ahorrar un montón de energía
si sigues dócilmente la marcha.
> Durante la segunda mitad de la
media maratón :
Te quedan menos de diez kilómetros por
correr. Si eres nuevo en la distancia, escucha a tu cuerpo y no dudes en
ralentizar el paso si las sensaciones ligadas al esfuerzo son realmente
desagradables. Es lógico que jadees más o que aparezcan dolores musculares —
sobre todo en las pantorrillas y los cuádriceps. No hagas nada que pueda
impedir que llegues a buen puerto. Camina si es necesario, pero no te detengas
(salvo quizá en los puntos de avituallamiento).
La meta está cerca...
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