UA-51285685-1 Equipo leonés de Trail Running : TORTUGAS TRAIL LEÓN: El Síndrome Pre-Maratoniano

viernes, 21 de marzo de 2014

El Síndrome Pre-Maratoniano



No importa lo que te hayan contado, si ya lo has vivido o si te han avisado. De nada sirve saber cuándo llega y cuándo se va. Como cada kilómetro de la hazaña de Filípides, el Síndrome Pre-Maratoniano te da en toda la jeta sí o sí. Si ya has corrido algún maratón o estás a menos de una semana de hacerlo por primera vez, sabrás de qué estoy hablando y te sonaran sus síntomas:


  1. Lo que te duele, te duele más y si no te duele nada algo te dolerá.

No falla, las molestias pre-maratón llaman a tu puerta lo quieras o no. Eres víctima de unahipocondría musculo esquelética en toda regla mientras los fisios y osteópatas deportivos de tu agenda se frotan las manos. Cada mañana al levantarte te chequeas. A veces parece que duele, o que solo molesta y que vuelve a doler. Otras lo que dolía deja de doler. Entonces entras en la fase aguda de este síntoma, la fase fantasmal. Las lesiones que no sabes si son reales o fruto de tu estado pre. Dudas si acudir al fisio. No hay nada más absurdo que decirle “no sé si me duele aquí”. Al final vas, no una, si no cuatro veces. Te trata hasta los párpados. El último día sales con cara de “me ha dejado como nuevo”, más por lo que te ha rascado el bolsillo que por lo que sientes. El síntoma número 3 de esta lista te impide cualquier atisbo de seguridad.
  1. Paranoia viral y bacteriana.

De repente el mundo está lleno de gérmenes peligrosísimos dispuestos con saña a cebarse contigo y solo contigo. El de al lado no tiene un maratón dentro de una semana, no sirve. El castigo de un simple resfriado es más temido en estos momentos que un ataque nuclear en el centro de tu salón. Cualquiera es sospechoso de querer inocularte un virus tosiendo o manoseando un pañuelo lleno de mocos.
No te sirve que te digan que es un simple carraspeo o que es la servilleta de la comida. Los mandabas a todos a su casa con una mascarilla de titanio en la cara y sin respirar. Y si tienes críos en casa ya la paranoia cobra dimensiones interplanetarias. Son portadores de toda la gama posible de rinovirus, virus paragripales y sus puñeteras mutaciones. ¡Son portadores de tu posible fracaso deportivo! ¡Cómo no te ibas a preocupar! Las guarderías deberían cerrar una semana antes de cualquier maratón.
  1. Trastorno Y-SI.

Oyes voces en tu cabeza. No hay manera de hacerlas callar. Pensamientos intrusivos y recurrentes del tipo “y si no he entrenado lo suficiente”, “y si no llego al km 35”, “y si me sienta mal el gel del km 21”, “y si me he cortado demasiado las uñas de los pies”… Cualquier hecho, sea de la naturaleza que sea, que ocurra delante de tus narices o pase por tu cabeza y que tenga que ver con la maratón (que serán todos) es susceptible de entrar a formar parte de este complicado análisis donde no importa la conclusión, solo el planteamiento y a ser posible planteamiento negativo, que produzca inquietud y preocupación, mucha preocupación por favor.
  1. Todo se reduce a una sola cosa… en unos días tienes una maratón.

No hay nada más importante, todo tiene que ver y todo ocurre por un solo motivo… tu maratón. Lo que comes, lo comes por tu maratón, te cortas el pelo por tu maratón, duermes más por tu maratón, alguna cerveza menos por tu maratón… Si solo hablas de tu maratón, que no se equivoque nadie, no es obsesión, se trata de concentración. ¡Tu maratón es tu maratón! Has estado entrenando durante semanas, en las que posiblemente ya has aburrido lo suficiente a los tuyos con cifras y tiempos, pero no han hecho lo importante… ¡soportarte la última semana! lo que de él llegó a decir una atleta de renombre. Algo mucho más serio que lo anterior por supuesto. Hablo ni más ni menos que de lo manifestado en su día por la campeona olímpica de maratón Joan Benoit. Lo llamó incluso PMS (Pre-Marathon Syndrome) y dijo algo así como:
“Sabes que es importante ir reduciendo para que tu musculatura se vaya recuperando, aumente tu capacidad de almacenamiento de glucógeno y se refuerce tu sistema inmunológico pero cuando te has acostumbrado a entrenar duro y disfrutas del chute de endorfinas que eso produce, el tapering puede hacerte sentir un adicto sufriendo de abstinencia”
Y ahí está la clave. El Síndrome Pre-Maratón no es más que la tortura a la que nos somete nuestro cuerpo y mente en pleno mono, porque lo reconozcamos o no, somos yonquis de la zapatilla y la endorfina. Nos machacamos con intervalos y kilometradas durante semanas, en cada una más que en la anterior, y el cuerpo nos regala felicidad inundando nuestro cerebro de péptidos opioides endógenos. ¿Cómo no va a darnos dolores, paranoias y obsesiones cuando dejamos de hacerlo unas semanas antes del maratón?
No hay vacuna ni cura para este mono. La confianza y el optimismo son la mejor manera de afrontarlo,… hasta que llegue ese día en el que con un dorsal en el pecho y no parando durante 42 kms vuelvas a empacharte de endorfinas. Así que no le des más vueltas y déjalo correr, que el síndrome que hay que temer no es el pre, es el de después.

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