III CROSS BOBADILLA DEL MONTE

Cachissssss, por no pillar dorsal en Matallana y por hacer alguna carrera más de tranki, el día de hoy 2-12-2018 (día también de nuestro aniversario), me decido a correr un Cross que mi amigo Carlos, alias el chato y yo su chatin, jajajaja me mandó vía facebook (graciasss). Es un cross corto de unos 8 kilómetros pero que en estas zonas de la meseta se corre muy rápido, aquí son todos unos galgos, vaya piernas que calzan, ufffff, envidia de las sana, por que mover mis 95 kilos y 50 añitos no es moco de pavo y les veo a ellos que van sobrados de todo y es que…. jajajaja.

En este caso, y espero que siempre sea así a no ser que corramos juntos, me acompaña mi mejor animadora, mi Churri, es decir, Mónica.

El caso es que el sábado noche nos metemos en la bodega del Villar unos chopitos, unas patatas al Cabrales, unas manillas de lechazo, un entrecot en su punto, café de puchero y sus orujitos… ¡madreeee mía como nos pusimos! No todo es correr así que vaya pre-carrera entre pecho y espalda nos metimos jajajaja.

8:15, hora de levantarse y después de hacer la mochila sin olvidar nada, ponemos rumbo a Bobadilla del Campo que está por la zona de Medina del Campo. Llegamos pronto y cogemos el dorsal. Ya se ve gente… y no van precisamente cojos!!

Nosotros recogemos el pañuelo que nos dan por ser una causa solidaria, EMedina, Asociación Esclerosis Múltiple, y un trofeo que hace que te sientas importante con solo ser finisher. Siempre es un honor que las Tortugas estemos con las causas solidarias para los más necesitados en todos los aspectos. Saludamos a nuestro amigo y speaker Jesús María quien se hace una foto de recuerdo con nosotros. Desde aquí mil gracias Jesús por esos ánimos que nos das en la carrera, con nombres y todo…

En este caso solo corro yo ya que Mónica arrastra unas molestias en los isquiotibiales desde hace unas semanas y eso que corrió el trail de Carpurias. Gracias por hacerme ese reportaje tan bueno de fotos y sobre todo por esos ánimos por las mil calles de Bobadilla.

Somos unos 160 corredores y 8 kilómetros. Mi objetivo es bajar de 43 minutos. Creo que voy bien pero nunca se sabe como irá la carrera. El caso es que me coloco por la mitad y sin darme cuenta ya estamos corriendo por las calles y directos a las tierras. Vaya ritmito que nos meten los de adelante. Intento aguantar ya que acabamos de salir, en esto que después de un rato largo para mí, pienso: “que bien voy”. Claro, miro el reloj y llevamos 700 metros, jajajajaja, todavía me quedaba mucho, si es que mi cabeza no da para más, pero es lo que recogí cuando Dios repartió todas las cualidades y habilidades, como dice un buen amigo mío: “Dios solo te dio ojos bonitos” jajajaja, ¡¡será mamón!!

El caso es que no me veo tan mal para ser yo y voy muy bien en las calles del pueblo. De repente nos sacan por las tierras donde Cristo perdió el mechero, jajajaja, subidita y barrizal y yo con mis zapas de asfalto y sin suela, uffffffff, tengo que aguantar la primera vuelta y ya veré como gestiono la segunda.

Entrando por meta oigo las voces del speaker nombrándome: “Ese de Leónnnnnn”. Yo me vengo arriba y paso como bala recién disparada del fusil (bueno, quizás viéndolo desde otra perspectiva creo que voy como un balón medicinal de 20 kilos botando, jajajaja).

Segunda vuelta y mi Churri se desgañita con sus ánimos y voces, la gente se queda flipando, incluso los corredores que vienen detrás de mi tienen envidia de esos ánimos potentes. Yo incluso flipo y supero mi velocidad, hasta que la paso y me vengo abajo, de repente en otra calle la vuelvo a ver y oír y tengo que subir el ritmo, jajajaja, esto es un sin vivir, pero es lo que me motiva.

En las tierras y con una pequeña subida me pasan 10 corredores, intento que no sean más, aprieto el culo como los tornillos de un submarino y voy a fuego, bueno, una llamita, pero hace que oiga al corredor de atrás su respiración y no pueda pasarme. Esprinto en subida y paro el reloj en un tiempo de 37:36, TOMAAAAA!! Para mí un logro, eso sí, como siempre, me tocó sufrir. Dar las gracias a un grupo de andarinas que corrieron por delante de mí para poderme quitar el aire a la voz de ANIMO TORTUGAAAA!! si es que somos de otra pasta, jajajajaja.

Fotos y besos supermerecidos y a por la bolsa de corredor, que consistía en: bolsa, agua, bollito de chocolate, bolsa de patatas con sabor a huevo frito, conos con sabor al grill, pañuelo, bebida tonificante, una mandarina, unos calcetines y el trofeo finisher.

Me cambio de ropa y a por el sorteo. Decir que no tuvimos suerte pero nos metimos unos calditos con su vinito de Jerez que nos supo a gloria, la gloria de la Victoria.

Gracias a mi Churri por su apoyo y en breve estrenaremos la nueva ropa Tortuguil.

Nos vemos en las carreras.

Aitor y Mónica