Como la liga de Cross de Interval no está hecha para madrugadores (las carreras empiezan a las 12) me levante con toda la tranquilidad del mundo, cuerpo dominguero y bien descansado. A las 11 ya estaba camino de Villabalter con mi compañera Cristina, la cual no me deja sola en ninguna carrera y como se apunta a un bombardeo apuntarse a estas cosas es un poco más sencillo.
Nos fuimos a la carrera un poco tristes, porque coincidía con el entrenamiento de las Tortugas en el Monte San Isidro, pero cuando llegamos al campo de futbol de Villabalter, aparcamos el coche y vimos el ambiente se nos pasó la pereza y en cierta medida la pena. Hacia una temperatura agradable, el sol lucia con fuerza y las ráfagas de aire frío no dejaban que olvidaras que era invierno.
Dimos una vuelta de reconocimiento y enseguida nos dimos cuenta que había unos charcos estupendos, llenos de barro maravilloso y un par de cuestas que no recordaba y que hacían el circuito más entretenido.
A las 12 en punto comenzó el tema que te quemas … salimos desde el final de la cola, como entreno tan poquito, prefiero ir atrás e ir adelantando a la gente que no que me vayan adelantando, eso me come la autoestima y termino por quedarme más atrás. Por consiguiente la primera vuelta fue estupenda pase a bastante gente, el primer kilómetro picaba para arriba y se hacía más duro, pero después del primer charco de barro, en el que me metí hasta las orejas, y ya de cara a la meta era un terreno muy agradable que se dejaba correr muy bien, salvo por las piscinas de barro. La realidad es que en estas cosas te ibas a llenar de barro, te guste o no, pues empecemos desde el principio que agiliza el tema. Primer charco… hasta la rodilla! El agua… un pelín fría…, Fiz Fiz haciendo fotos y animando (es como una tortuga mas), todo en orden.
La segunda vuelta es un más de lo mismo… me sorprendía a mí misma de las buenas sensaciones que tenía, pero me sorprendí antes de tiempo, porque al final de esta vuelta, cuando llegue a la altura donde me estaban animando mi marido y mi hijo las piernas me dijeron “Maja… que bien te venia entrenar de vez en cuando”, y cuando Óscar grito: “Vamos! Ya está hecho, aprieta un poco en la última vuelta y acabaste” casi me da un ataque de risa, apretar más dice… casi que con no sentarme en meta negándome a hacer la tercera vuelta es suficiente!
La tercera vuelta tuvo lo mismo que las dos primeras pero con más cansancio, es preferible intentar ampliar más las dos primeras vueltas que hacer una tercera… aunque también es cierto que el espacio no da para más.
Cuando terminamos la carrera, empapada y embarrada nos invitaron a un caldo y nos dieron la típica bolsa con una naranja, una barrita y un gorro con la información de la carrera. Y yo… con la satisfacción de haber entrenado un día mas, QUE MAS SE PUEDE PEDIR! ¿ …. Pues el enlace con todas las fotos de Fiz Fiz!!
Eugenia
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