XIV CARRERA NAVIDAD CERCEDILLA

Cercedilla, en la sierra Madrileña, una de mis localidades fetiches, la disfruto desde niño de todas las maneras posibles, con las botas y la mochila, con raquetas de nieve, corriendo, con la bici, de chuletón, de vinos y tapas o hasta de copeo...me encantan la villa y sus alrededores, en cuanto me enteré que hacían la carrera de Navidad y que además era un trail de 13 kilómetros por todo el entorno del valle de la Fuenfría, no dudé ni un segundo en cuadrar fecha y apuntarme.

Domingo por la mañana, en su plaza central me encuentro, una rasca importante a pesar del sol, pero nada que se parezca a las jartas de frío que he agarrado por aquí en algún invierno, aunque estaba advertido, ya que el día anterior estuve de ruta montañera por la sierra madrileña y sabía como se las estaba gastando el aire serrano....

Mientras oteo la salida/meta, recogida de dorsales, veo con curiosidad como un escultor de la madera venido desde Covaleda, está haciendo los trofeos de la carrera a golpe de motosierra, con el sonido de la motosierra atronando por toda la zona de salida, me preparo, me despojo de todo el abrigo que llevo puesto y tengo el primer contacto con la "fresca" a pecho palomo.

Muchísimo participante y ambiente, prolegómenos con homenaje y ofrenda floral a la estatua de Paquito Fernández Ochoa a cargo del gran Chema Martinez (El cuál quedaría tercero en la carrera), me coloco en el cajón de salida con el frío haciendo que tenga ansiedad por el momento de poder ponerme en movimiento y galopar para entrar en calor.

Salida un poco aturullada, marabunta de gente, y no me permite hasta el kilómetro dos prácticamente que salimos del casco urbano ponerme a un ritmo crucero. El recorrido me encanta, continuas subidas y bajadas por pista y senderos entre los pinares del valle de la Fuenfría, con subidas largas y tendidas, de las que te van agotando poco a poco, sin prisa...jejejeje y además son unos terrenos que me conozco a la perfección desde chico y los disfruto aún más si se puede.

Tres últimos kilómetros cuesta abajo rumbo al casco urbano que hace que volemos hacia meta...la cuál atravieso raudo y veloz, voy por el cajón que nos tienen preparado hasta llegar al punto final donde cojo mi botella de agua, una naranja y una barra de alpiste....con este armamento salgo de la zona de llegada, soltándonos a los participantes directamente en una feria de artesanía...con gran número de puestos de embutido quesos y dulces....donde mi alma de tragaldaba flaquea, guardo la naranja y la barrita mientras salivo y todo mi ser se centra en esa orgía para los cinco sentidos....

Excelente carrera para disfrutar de este paraíso tan cerca de la ciudad de Madrid, mucho ambiente, recorrido perfecto para iniciarse en el trail, y con una post carrera digna de mención. Mi jornada se alargó con la historia de una infidelidad a mi Reino por culpa de una excelente Sopa Castellana, pero eso es una larga historia....

Marcos