El 2017 está tocando su fin, y como es habitual en esta fecha, hay muchas carreras populares en todos los pueblos y ciudades de nuestra geografía.
En Laguna de Duero tocaba, ni más ni menos, que la edición
número 36 de la carrera popular del pavo (supongo que se llama así porque el
premio a los vencedores, tanto absolutos como locales es un pavo, bueno, además
del trofeo).
Estábamos un poco impacientes porque no se publicaban los datos de la carrera, pero por fin salen a la luz, y ahí estamos Aitor y yo haciendo nuestra correspondiente inscripción.
Llega el día 17 (día duro porque es fin de semana de cenas con amigos, de empresa, etc.), y madrugamos lo justo pues la carrera empieza a las 10:30.
Recogemos nuestro dorsal en el polideportivo, y al salir para empezar a calentar un poco,
ya vemos las primeras caras conocidas, entre ellas las de Jesús María Gómez
Martín, el gran speaker de la prueba, al que no dudamos en ir a saludar, pues
son muchas las carreras en las que coincidimos jejejeje.
A diferencia de otras pruebas esta vez me encuentro tranquila y relajada. Nos ponemos a calentar en el entorno del lago, por donde discurren algunos metros de la prueba, pues tenemos que activar los músculos tras la heladora noche que hemos tenido. Cuando nos queremos dar cuenta estamos en las primeras posiciones del arco de salida. Aún a pesar de no ser nuestro sitio, tenemos varios bordillos y badenes en los primeros metros de la carrera, por lo que preferimos intentar evitar caídas.
Tenemos que dar dos vueltas al circuito. Los primeros metros, como siempre, son muy rápidos, y durante los primeros kms nos va pasando mucha gente, pero sigo corriendo tranquila. Supongo que tener a mi lado a Aitor, que me vaya dando ánimos y vaya informándome todo el tiempo del ritmo que llevamos, ayuda mucho. ¡Gracias chatín!
Todo el rato voy escuchando sus palabras, y me encuentro bien, pero vamos a buen ritmo y yo, aún siendo mujer, hay dos cosas que no puedo hacer a la vez, y son correr y hablar jejejejeje. Esta vez voy completamente despreocupada de mi pulsómetro, de la distancia que llevamos recorrida y de la velocidad... En nuestra primera vuelta vemos un voluntario y un par de amiguetes de protección civil que nos animan. En este momento pienso en mis tortugas y en lo que echo de menos sus gritos, su animación y sobre todo, su compañía.
Cumplimos nuestra primera vuelta (3,5km) y Aitor coge una botella de agua para los dos. Bebo lo justo porque, aunque parece una tontería, también supone un esfuerzo, en cuanto a cambio postural y el ritmo de la respiración al tomar el agua. Ahora ya tenemos nuestro sitio en la carrera y vamos bastante cómodos sin que mucha gente se cruce en nuestro camino queriendo coger también la cuerda corta jejeje
Pasamos de nuevo por el lago, y aunque invadimos el territorio de los patos y los gansos, estos están muy acostumbrados y ni si inmutan, con lo cual nosotros tenemos que adaptar nuestro camino y tenemos que andar esquivándoles jajaja.
Estábamos un poco impacientes porque no se publicaban los datos de la carrera, pero por fin salen a la luz, y ahí estamos Aitor y yo haciendo nuestra correspondiente inscripción.
Llega el día 17 (día duro porque es fin de semana de cenas con amigos, de empresa, etc.), y madrugamos lo justo pues la carrera empieza a las 10:30.
A diferencia de otras pruebas esta vez me encuentro tranquila y relajada. Nos ponemos a calentar en el entorno del lago, por donde discurren algunos metros de la prueba, pues tenemos que activar los músculos tras la heladora noche que hemos tenido. Cuando nos queremos dar cuenta estamos en las primeras posiciones del arco de salida. Aún a pesar de no ser nuestro sitio, tenemos varios bordillos y badenes en los primeros metros de la carrera, por lo que preferimos intentar evitar caídas.
Tenemos que dar dos vueltas al circuito. Los primeros metros, como siempre, son muy rápidos, y durante los primeros kms nos va pasando mucha gente, pero sigo corriendo tranquila. Supongo que tener a mi lado a Aitor, que me vaya dando ánimos y vaya informándome todo el tiempo del ritmo que llevamos, ayuda mucho. ¡Gracias chatín!
Todo el rato voy escuchando sus palabras, y me encuentro bien, pero vamos a buen ritmo y yo, aún siendo mujer, hay dos cosas que no puedo hacer a la vez, y son correr y hablar jejejejeje. Esta vez voy completamente despreocupada de mi pulsómetro, de la distancia que llevamos recorrida y de la velocidad... En nuestra primera vuelta vemos un voluntario y un par de amiguetes de protección civil que nos animan. En este momento pienso en mis tortugas y en lo que echo de menos sus gritos, su animación y sobre todo, su compañía.
Cumplimos nuestra primera vuelta (3,5km) y Aitor coge una botella de agua para los dos. Bebo lo justo porque, aunque parece una tontería, también supone un esfuerzo, en cuanto a cambio postural y el ritmo de la respiración al tomar el agua. Ahora ya tenemos nuestro sitio en la carrera y vamos bastante cómodos sin que mucha gente se cruce en nuestro camino queriendo coger también la cuerda corta jejeje
Pasamos de nuevo por el lago, y aunque invadimos el territorio de los patos y los gansos, estos están muy acostumbrados y ni si inmutan, con lo cual nosotros tenemos que adaptar nuestro camino y tenemos que andar esquivándoles jajaja.
Llegamos a una recta, en la que ya parece también algo
mítico, nos adelanta, al igual que el año anterior, un corredor descalzo. Pero
jolines, si yo con mis playeros noto cualquier piedrecita, que no notará este
muchacho! En fin, para gustos los colores o en promesas las acciones, ¿Quién
sabe?
Llegamos a otra recta en la que dos muchachas nos animan y
nos aplauden. ¡uy! ¿de qué especie son estas? Porque no es lo habitual ni mucho
menos que alguien te anime sin conocerte… total, que tanto Aitor como yo las damos
las gracias, y cual sería nuestra sorpresa, que ya casi en línea de meta,
volvemos a verlas y nos saltan: “Venga tortugas, que desde luego no hacéis
honor a vuestro nombre”. Pues oye, que subidón eso de escuchar el nombre de
“Tortugas” y más dicho por alguien que ni nos conoce.
Enfilamos los últimos metros y nuestro amigo Jesús (el
speaker) nos da la bienvenida. Carrera terminada con satisfacción por lo bien
que nos hemos encontrado, yo con poco entrenamiento desde Lanzarote, y Aitor
por demasiado entreno y carreras habiendo hecho un sueño realidad con terminar
la Ultra Maratón de Almería tan solo una semana antes.
Nos entretenemos en ver las carreras de las categorías inferiores… hasta los chupetines… más ricos ellos… hemos hecho tiempo suficiente para que saquen las clasificaciones, y para nuestra sorpresa, he hecho pódium: primera local en mi categoría (toma, toma!). Muy contenta, aunque con la espinita clavada de seguir entrenando y mejorando tiempos para algún día ganarme, con el sudor de mi camiseta tortuguil, el Pavo de la cena de Noche Buena jajajajaja (de ilusiones también se vive ¿no?).
Aún nos quedaba otra oportunidad, porque tras la entrega de premios llegaba el sorteo, donde además de otro pavo, había premios en metálico y descuentos en una tienda de deportes. Pues tampoco hubo suerte…. pero nos tocó el premio de consolación, que no estuvo mal, tomarnos un buen vermut de vuelta para casa jejeje, y bien rico que supo.
Nos entretenemos en ver las carreras de las categorías inferiores… hasta los chupetines… más ricos ellos… hemos hecho tiempo suficiente para que saquen las clasificaciones, y para nuestra sorpresa, he hecho pódium: primera local en mi categoría (toma, toma!). Muy contenta, aunque con la espinita clavada de seguir entrenando y mejorando tiempos para algún día ganarme, con el sudor de mi camiseta tortuguil, el Pavo de la cena de Noche Buena jajajajaja (de ilusiones también se vive ¿no?).
Aún nos quedaba otra oportunidad, porque tras la entrega de premios llegaba el sorteo, donde además de otro pavo, había premios en metálico y descuentos en una tienda de deportes. Pues tampoco hubo suerte…. pero nos tocó el premio de consolación, que no estuvo mal, tomarnos un buen vermut de vuelta para casa jejeje, y bien rico que supo.
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