POR UN CAMINO SIN GLUTEN, Visión de la Presidenta de ACECALE.

Un camino puede hacer referencia a muchas cosas, de hecho, existen muchos tipos de camino. Todos tienen un principio y un fin y, aunque a veces hay tramos más difíciles de superar, sin duda lo mejor, es aquello o a aquellos que nos vamos encontrando a lo largo de él.
El camino de las Asociaciones es muy largo y muy duro, partimos de un grupo de gente que se une por un fin común y nuestra meta, es alcanzarlo, en este caso, caminamos por mejorar las condiciones de vida de los enfermos celíacos y para ello, realizamos numerosas paradas, emprendemos nuevos proyectos y desarrollamos pequeñas y grandes actividades.

                             

El punto de partida en este caso, surgió en uno de esos momentos de locura, en el que a uno se le ocurre una idea genial y el resto opina que no podrá llevarlo a cabo, que carece de sentido o tal vez resulte demasiado osado, pues bien, a mí me ha pasado varias veces y la última de ellas fue cuando hablé con Hilario por primera vez.
Un día de esos de mucho trabajo, mi compañero me pasó un mail sobre una iniciativa relacionada con el camino de Santiago. No le presté mucha atención en esos días. Estábamos a tope, como siempre, para no perder la costumbre, y lo dejé aparcado por unos días, eso sí, en negrita y como “No leído” en mi bandeja de entrada para no perderlo de vista. Al leerlo, me picó la curiosidad y llamé por teléfono a un señor (o a un chico, no sabía muy bien) para que me explicase de qué iba todo esto.
Hilario había contactado conmigo como presidenta de ACECALE (Asociación Celíaca de Castilla y León) y me dijo: “quiero hacer una carrera a beneficio de los celíacos por el Camino de Santiago”. No sabía muy bien cómo hacerlo y quería organizarlo en condiciones, de un modo serio, y por ello quiso compartir con nosotros su iniciativa. Si ese fue el momento de locura de Hilario…, el mío fue cuando le dije “Claro, claro, cuenta con nosotros, faltaría más”.
                               
Reconozco que le dije que sí, por no decir que no, la verdad. Sin saber muy bien ni de qué iba todo aquello, ni quien era esa persona que estaba al otro lado del teléfono, ni en qué consistía ese reto o qué podría suponer para nosotros esa actividad, pero como siempre hay tiempo para “tocar retirada”… me lancé a la piscina.
Acepté la propuesta de un desconocido que quería hacer algo por todos nosotros, por los celíacos, así que, al menos ya teníamos algo en común. Si era así, no podía ser nada malo, y decidí que esta es una de esas paradas del camino en las que uno sólo puede mirar hacia adelante. Así, empecé a pensar cómo darle forma a todo esto y con muchas ganas y algunas ideas nos fuimos a León para conocer a Hilario y a su familia. Allí hablamos, le expuse mis ideas y él me contó las suyas y cuando vimos que ambos íbamos con las cosas muy claras, coincidiendo en cada uno de los puntos, pusimos manos a la obra.
Nuestra actividad se llamaría “por un camino sin gluten”, con salida en León y destino en Santiago de Compostela, dos hermosas ciudades unidas por un fin común: sensibilizar a la población, instituciones, albergues, hosteleros… sobre la importancia de adaptar los establecimientos de esta fantástica ruta a las necesidades del colectivo celíaco, que hasta
ahora, tenía como una de sus misiones más difíciles, realizar el Camino de Santiago. Y para compartir esta brillante iniciativa con nuestros compañeros gallegos, decidimos implicar a ACEGA, la Asociación de Celíacos de Galicia, cuya representante, Mayte, no dudó en aceptar, al igual que hice yo días antes, con los ojos cerrados, participar en este evento.
Todas las personas que conozco que han hecho el Camino de Santiago, coinciden en definirlo como una experiencia única e inolvidable: mi hermano, mis primas, mis compañeras, incluso una de mis amigas que encontró allí, en una de sus mágicas paradas, al que es hoy, después de 10 años, su marido y padre de sus dos preciosas niñas.
Hay tantas historias y experiencias a lo largo del Camino, que incluso ha servido como fuente de inspiración para varias películas, dentro y fuera de nuestras fronteras, en las que los celíacos, hemos sido meros espectadores.
                      
                       
Hoy, gracias a esta iniciativa y a este grupo de intrépidos deportistas que se dejarán la piel en la carrera, podemos decir que los celíacos estamos rodando nuestra propia película y de la que seremos protagonistas, contaremos con el apoyo de empresas y asociaciones que han querido unirse a nuestro fin y donde el éxito de taquilla está garantizado, pues estamos seguros que esta iniciativa “Por un camino sin gluten” será una herramienta fundamental para lograr la sensibilización que necesitamos para que la enfermedad celíaca y la dieta sin gluten sean sólo una piedrita más en el camino, pero no un obstáculo insalvable que nos haga renunciar a vivir, en primera persona, esta magnífica experiencia.
De momento, algo tiene el camino, que ya ha hecho que gente que no nos conocíamos, trabajemos mano a mano por llegar a la meta, que dos asociaciones de comunidades diferentes, se hermanen para lograr este objetivo y que todos los que estáis al otro lado de la red, conozcáis y podáis ayudarnos a difundir nuestro mensaje. Todos, juntos “POR UN CAMINO SIN GLUTEN”.


Fdo. Patricia García Egido
(Presidenta de ACECALE)