¿Qué se te pasa por la cabeza el día que te dicen que eres celiaco? En mi caso, fue un motivo de alegría.
Voy a explicaros mi “historia” para que lo entendáis un poquito mejor y para que todo el mundo que se enfrenta a un problema o dificultad, siempre intente sacar el lado positivo de las cosas.
Mi nombre es Carolina y mis problemillas de salud comenzaron en febrero de 2014. Yo siempre he sido una persona muy deportista, activa, con buen humor, alegre… En enero de 2014 me dio por apuntarme a INTERVAL, una escuela de Triatlón y Running, éste último, deporte que, como a tantas otras personas me había ido enganchando poco a poco. Como la escuela ya había comenzado en octubre, me costó un poquito seguir el ritmo y empecé a encontrarme bastante cansada. Me fijé como objetivo para marzo la “Media Maratón Ciudad de León” y tras muchos esfuerzos entrenando, no conseguí llegar. La anemia me pasó factura y tuve que parar por indicación de mis entrenadores y médicos. La desilusión como podéis imaginar, ¡enorme!
Parón y a volver a empezar… así me pasé prácticamente todo 2014, luchando con el hierro, la ferritina, la hemoglobina baja … y haciéndome analíticas cada poco para ver cómo estaba. El problema de todo ello, en mi caso, no eran sólo los niveles tan bajos que tenía, si no lo que me costaba sobrellevar el día a día. Para una persona tan activa como yo, tener que “tirarme” literalmente de la cama para poder ir a trabajar, estar triste, siempre cansada, no poder competir con mis compañeros más que en ocasiones muy puntuales, y un largo etcétera, ese era mi auténtico problema.
Soy una persona por naturaleza positiva, así que continué cuidándome, fijándome mucho en la alimentación para introducir alimentos nuevos, más aportes de energía… y así, comencé a encontrarme algo mejor. Me pude apuntar también en la escuela de Triatlón, realizar en enero de 2015 la “Transcandamia”, por si no la conocéis es una carrera genial que se organiza en las Lomas y que es bastante exigente. Quedé muy contenta con el resultado, pero me duró poco porque ese fue el principio del fin. Desde entonces mis niveles de todo cayeron en picado y, si en 2014 me costaba levantarme y sobrellevar el día a día, 2015 se llevó la palma. Ni el tratamiento continuado de hierro, ni nada me hacía encontrarme mejor. Creo que nadie se imagina las noches que pasé llorando de impotencia por querer hacer montones de cosas y que mi cuerpo no me permitiera casi ni levantarme. Cada día era una lucha. Levántate, pon buena cara para el trabajo, intenta seguir el ritmo de vida de nuestra sociedad… algo aparentemente sencillo, pero que para mi era una auténtica odisea que sólo los más cercanos, vivieron a mi lado.
Así fueron pasando los meses, entre lucha, intentos de superación, lloros de impotencia, largas conversaciones con mis amigos y compañeros de INTERVAL y SOLO UN POCO LOCOS en los entrenamientos donde les contaba que no conseguía encontrarme bien y que estaba desesperada porque nada de lo que hacía servía. Ellos me escuchaban con paciencia y me daban siempre ánimos y un montón de cariño, cosa que agradecía enormemente porque con todo lo que me estaba sucediendo, estaba muy sensible.
De pronto, hace hoy exactamente un mes, fui fuera de León por recomendación de una gran amiga a otro médico y resulta que me dice de pronto “tú eres celiaca”. Y… ¿cómo se te queda la cara? Pues, yo sonreí, me puse hasta contenta, porque de pronto, todos mis males tenían un nombre (CELIACO) y sólo tenía que seguir indicaciones. Tenía la solución. Este fue el paso uno.
Segundo paso, ¿qué es un celiaco? Voy a poner una definición muy sencilla de ello por si alguien no lo tiene claro: es un trastorno del intestino delgado causado por una respuesta inmunológica compleja al gluten. El gluten es una proteína de reserva que se encuentra en el trigo y otros cereales como el centeno, la cebada y la avena. La enfermedad celíaca origina una serie de síntomas de debilidad, pero las personas afectadas pueden recuperarse totalmente si siguen una dieta apropiada sin gluten.
Ahora bien, contada así la historia, puede parecer una maravilla ser celiaco. No es así, yo sólo he intentado transmitir que para mí es mejor saber que soy celiaca y encontrarme bien como ahora me encuentro, siguiendo las indicaciones en las comidas, etc.
En mi humilde opinión, ante los inconvenientes que me estoy encontrando en el día a día, creo que si hubiera una mayor concienciación todo sería más fácil para nosotros. Comer en casa es sencillo, muchísimo más caro, pero sencillo. Los problemas vienen cuando quieres salir a comer o a cenar por ahí y no puedes prácticamente comer nada y te quedas mirando cómo lo hacen los demás. Ir de tapas es imposible y tomarte una cerveza, que ahora en verano apetece un montón, sólo se puede hacer en sitios contados. Ojalá la hostelería se concienciase y tuviese platos preparados para nosotros y algunas tapas para que podamos hacer vida normal. Eso se echa de menos… Aun así, creo que se está avanzando y que la gente cada vez es más solidaria con nosotros. Yo he estado en diferentes bares y restaurantes de conocidos donde al enterarse de mi problema, han pedido cosas que yo puedo consumir. Desde aquí mil gracias.
Otro gran problema, los “precios”, son desorbitados. Ignoro si la solución es ayudar a las empresas que fabrican los productos, dar ayudas a los celiacos, etc., pero está claro que hay que tomar medidas en este punto porque no puede ser que la pasta triplique su precio normal si es de celiacos, por no hablar de los productos de desayuno, el otro día compré una cajita con 6 magdalenas y creo recordar que pagué casi 4 €. Me he comprado una panificadora, estoy aprendiendo a hacer leche (en mi caso, tampoco puedo tomar lácteos) porque me niego a pagar 3,10 € por ejemplo por un litro de leche de mijo que tiene mucho hierro y es fenomenal para la anemia.
Todo esto de aprender a hacer cosas y reinventarse es genial, pero necesitamos ayuda. Comer es una necesidad básica y ser celiaco es algo que le puede pasar a cualquiera y necesitamos ayuda, tanto a nivel económico teniendo opciones asequibles, como ayuda de la sociedad. La gente se debe sensibilizar con un problema que cada día, es más frecuente.
Vaya sermón he soltado… me pidieron que hiciera una crónica y creo que se me ha ido de las manos. Muchas gracias a todos los que habéis perdido algunos minutos de vuestro tiempo en leer esto y muchísimas gracias también a todos aquellos que nos estáis ayudando a hacer de este, un mundo más fácil para nosotros.
Club de running, trail running, duatlón, triatlón, ciclismo, natación en aguas abiertas y todo lo relacionado con el deporte, desde la amistad y el buen rollo, porque aunque llegues el último en una prueba, siempre tendrás por detrás a los que no se atrevieron a correrla.
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