(Calili)
Complicadas semanas perso-laborales las que antecedían a una señora prueba, y
es que cualquier media distancia, es una prueba para pararse, respirar hondo,
volver a respirar, armarse de valor, y decir ese mítico grito de guerra, “Por
España, me atrevo” . Hasta aquí llegamos inmersos en una vorágine de vida que
hacían que Dave, se mojara en el agua para ducharse, que Pedrito siguiera a lo
suyo, este nunca falla, y yo, lo único que hiciera era bañarme una y otra vez,
por mi y por todos mis compañeros, por lo tanto y sin entrar en excesivos
detalles, las dudas nos asaltan y en determinadas ocasiones, se convierten en
un martillo pilón el cual robaba minutos de sueño de más, y generaba
preocupaciones de más.
Para
colmo, rozaduras previas en uno de nuestras Tortugas y problemas mecánicos, nos
hicieron, a la crítica hora, y sobre la bocina, intentar cambiar la inscripción
y participar como equipo y por que no, soñar con hacerlo bien, ya que en cada
sector, y por separado, podemos hacer algo, quien sabe…
Hasta el
Lago Carucedo, en un entorno precioso, nos congregamos unas cuantas Tortugas, y
vamos llegando a medida que la vida nos va dando respiro, Dave, Pedrito, Mariló
y Lucía, por una parte, Henar, por otra, Hilario de la que regresa de su
“accidentada” prueba, Teixe aprovechando la cercanía de la prueba con su
querida Ponferrada, y por último, con el bocado en la boca llegamos Laura, la
pequeña Graciela y yo.
Con todo
preparado, visualizamos la zona, el sector acuático consta de 3 boyas en
triángulo, las cuales hay que dejar a derechas, y dar dos vueltas, en teoría de
900 metros, en la realidad 1100 metros por vuelta, lo que cambiaría la prueba
de 1800 a 2200 metros, y de ahí que el mejor tiempo fuera de casi 26´.
Con la
salida general de las categorías masculinas, 4´después saldrían las féminas y
por último 1´después, los casi 20 relevistas, los cuales, se nota que al
hacerlo por relevos, solo hay nadadores/as, y el ritmo de salida es fortísimo,
intentando apretar los dientes y no perder el grupo de cabeza, se vuelve
complicado, pero al doblar la primera boya, enlazamos con las chicas, y puedo
coger unos pies, que me den algo de aire, para volver a tirar al poco y seguir
progresando.
Antes de
terminar la primera vuelta el tráfico empieza a ponerse serio, muchos doblados
y con la premisa de hacerlo a fuego, la comida me da un susto y casi sale
autopropulsada. Al pasar por el control de la primera vuelta, veo a Henar que
hace un par de fotos, relajo los hombros y ahora si que sí, a fuego. Cambio la
respiración y cada 4 brazadas, noto como cada vez que lo hago, paso de estar a
pies a sacar un cuerpo, es alucinante, por lo que cada vez que selecciono un
objetivo, a lo loco, las boyas pasan relativamente rápido, y cuando me doy
cuenta voy viendo la final, toca aguantar la respiración y tirar de apneas, y
salir sin nada, todo esfuerzo mío ahora, será un poco menos que tendrán que
hacer mis compis, así que a bajar la cabeza y seguir remando, salgo del agua, y
hago una transición como que estuviera corriendo los 50 metros libres, la
última bicicleta es la de David, y llego sin aire para quitarme ni el chip, así
que le cedo mi tobillo, para que me quite el chip y me tengo que sentar en el
suelo para respirar, agradeciendo a un chico que no se ni quien era que me
abriera el neopreno para poder cargar los pulmones de aire, a tope!!!
(Dave)…Calili
me pasaba el relevo en una transición rapidísima, muy probablemente la más
rápida de todas las de los relevistas y comenzaba mi relevo.
Con
apenas un kilómetro en esa “cabra” me lanzaba en el llano, un kilometrillo de
falso llano picando para abajo adelantando a unos 20 triatletas, y el muro del
día, la subida a Orellán. En un primer momento pensé que apenas eran 3
kilómetros, de subida, pero mi sorpresa fue mayúscula, cuando hasta el
kilómetro 11 no dejábamos de subir. Apenas un kilometro de bajada entre medias,
pero una durísima subida, donde la cabra, con semejantes ruedas, tan buenas
para el llano como penalizadoras en las subidas, no podía dar todo su
potencial. Así sucedían los kilómetros, con más pena que gloria, sufriendo
muchísimo en la subida. En el kilómetro 11 comenzaba la bajada, y con ese
comienzo, el diluvio-granizo universal… lo que faltaba, una bici que no es mía,
que no controlo bien, y encima una bajada técnica con el suelo mojado. Previendo
una posible caída, decido no arriesgar y bajar seguro (prueba de ello, fue una
curva con paseo por el prado por no querer tumbar la bici).
Entre el
km 20 y el 40 fue el momento del llano donde realmente me vi beneficiado por la
bicicleta, un llano picando para abajo, y sin apenas curvas donde la velocidad
raramente bajaba de 37-39 km/h. Con los ánimos de los espectadores,
avituallamientos, y nuestra compi tortuga Henar que nos veía pasar 2 veces, al
estar en la única rotonda por la que transitábamos 2 veces, nos lanzamos a por
los últimos 20 km, durísimos por un constante sube-baja, que volvía a
lastrarnos. Tras una última tachuela de 3 km, nos disponíamos a bajar hasta
Villafranca del Bierzo, donde aguardaba Pedrito dispuesto a darme el relevo en
la carrera a pie, y el resto de compañeros y tortugas animando a tope, no sin
antes llevarme un susto al bajarme de la bici que casi me hace dar con los
huesos en el duro asfalto…
(Pedrito) Preparado en
boxes, los nervios disparados por la espera de mi tortuguita que vendría con la
bici, solo pensando que no tuviera ningún percance por el camino ya que por
abandono no seria , pero
preocupado por saber de él.
Y preguntándome y si ha
pinchado, y si se ha caído ,ya no sabia que pensar, pero estaba Lucia para
decirme el tiempo que llevaba David encima de la bici.
Los boxes era un salir y
entrar de triatletas ,pero por fin aparece David y llegando para hacerle el
relevo tuvo un pequeño tropiezo que solo le dió un poco de emoción.
Entra en boxes deja la
bici y me pasa el relevo del dorsal y el chip, y como petardo en el culo salgo
como una bala para hacer el circuito de carrera de 15km, pienso madre mía ,
ahora me toca a mi darlo todo para no defraudar a las tortugas y a mis compas
que se han exprimido a tope, empecé con un ritmo de 4 min/km, y la verdad que
no me disgustaba ese ritmo ,pero claro 15km no seria capad de aguantar, pero
por lo menos lo intentaría y eso es lo que hice ,cuando pasaba por la línea de
meta allí estaban todos animando y lo que hacia mi cuerpo era cargarse las
pilas e ir mas rápido , la sensación de adelantar a un montón de gente era
buena claro yo solo hacia la carrera y cuando solo quedaban 2km para la meta ,
me dice ahora es cuando hay que darlo todo y exprimiéndome a tope, mis piernas ya
no daban para más .
20 metros antes de la meta
me asaltan mis compis de carrera, y me dicen esto es un equipo de tres y
entramos juntos, menos mal que me pararon por que yo iba a la meta para que se
parase el crono lo antes posible.
(Calili) Allí entramos los
tres, unidos por las manos y con los brazos en alto, con la sensación de ser
vencedores y de que con esta gente podría ir al fin del mundo.
Confía en mí, nunca has
soñado, poder gritar, y te enfureces, es horrible, el miedo incontenible,
entonces, ven dame un pedazo, no te conozco cuando dices… Lección de equipo,
con todo lo que conlleva, sacrificio, unión, compañerismo, amistad, todos esos
valores que a veces se echan tanto de menos, pero que con determinada gente, es
una “apuesta a caballo ganador”
Muy grandes Tortugas, GO
GO GO!
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