26 y 27 Junio de 2020, estaba inscrito para participar en mi segundo GTP, pero por los motivos que todos conocemos de esta pandemia, se aplazó a junio de 2021, y como la situación seguía complicada, se volvió a aplazar hasta este 8-9 de octubre.
Ante la falta de carreras, y diversas circunstancias, estuve buscando motivación en cualquier cosa, no pude prepararme del todo como a mí me gusta, pero son las montañas que pateo desde chaval, así que sabía que tenía que aplicarme la frase atribuida a Mahatma Gandhi: "La fuerza no proviene de la capacidad física sino de una voluntad indomable"...
El recorrido en esta ocasión tenía diferencias con mi anterior participación en 2018 y a su itinerario habitual, hasta el puerto del Reventón en el kilómetro 66 era prácticamente igual, antes aquí íbamos directamente al pico Peñalara para bajar a La Granja y ya después subir Fuenfría y Puerto de Navacerrada hasta la meta, pero en esta edición desde el Reventón bajábamos a La Granja, para desde allí subir al Pico de Peñalara, bajar al puerto de Cotos, subir a la Bola del Mundo y directos a meta en Navacerrada Pueblo, un total de 105 kilómetros y 5100+ y 5100- .
Viernes 8 de Octubre, por la tarde, en Navacerrada nos encontramos Sonia, mi apoyo incondicional y yo, como es tradicional antes de la salida del GTP se celebra el cross nocturno, cojo el dorsal, me mando la mochila para Rascafría en el kilómetro 50 y animo a los participantes del cross donde puedo ver alguna cara conocida.
Vemos multitud de ilustres del mundillo trail, Contadordekm, Depa, Mayayo, incluso Pau Capell nos dirige unas palabras en la previa a la salida, ha venido a participar en el TP60 del domingo después de una complicada lesión, y dará una lección de humildad y humanidad más allá de los resultados de las que solo se puede aprender, me quito el sombrero ante corredores como él.
Este año, como dije antes había diferencias respecto a otros años, las de recorrido me daban más igual, estas montañas las llevo pateando desde que tengo 14-15 años, los terrenos y recorridos me los conozco como la palma de mi mano, pero había dos cosas que analizaba con respeto, al ser octubre en vez de Junio había más noche(añadido a que salíamos una hora antes a lo habitual 22:30 por 23:30), además no había apenas luna, y la temperatura nocturna por los altos.
Me despido de Sonia, entro en el cajón de salida previa revisión del material obligatorio y listo para enfrentarnos a los kilómetros nocturnos....en mi interior tarareo sin darme cuenta la canción de los Iron Maiden...Fear of the Dark....hasta el pistoletazo de salida, mi estrategia la tenia clara, noche concentración máxima y sobrevivencia, para cuando llegara la luz del día sacar al dragón interior que con su fuerza me llevará a meta...jajajjaa
La primera parte nos conduce por la Barranca hasta subir a la cima de la Maliciosa, aquí después viene una bajada muy técnica, es el kilómetro 9 y en mi anterior participación vi varios esguinces y como se les acababa tan pronto la aventura, una bajada que nos llevará a Canto cochino en la Pedriza, donde está el primer avituallamiento en el kilómetro 18. Subida al collado de la Pedriza, pasamos por la pradera del Yelmo, aunque en esta ocasión ante la oscuridad total ni siquiera se intuye el Yelmo, para después afrontar la segunda bajada larga y técnica, ante todo concentración y precaución, queda mucho, paso por la Hoya de San Blas y bastantes kilómetros picando para arriba, hasta llegar al Puerto de la Morcuera, en este tramo empiezo a notar cansancio psicológico de la concentración ante el foco del frontal.
Llegamos al avituallamiento de La Morcuera, llevo 7 horas de prueba y nos recibe bastante frío y aire, así que paro lo justo para comer e hidratarme, ahora toca un tramo de 15 kilómetros de sobretodo pista, y sé que se van hacer muy largosssssss, A Rascafría me he mandado la mochila, podré cambiarme de ropa, renovar alimentación que llevo conmigo, me estará esperando Sonia(nunca podré agradecerla el madrugón) y según mis cálculos amanecerá por fin...
Paso delante del Monasterio de El Paular, dos kilómetros y llegamos al avituallamiento, se hacen interminables, son rectas....y solo se ven farolas en la lejanía...no tienen fin. Llego y nada más pasar el control de chip veo a Sonia, subidón anímico, son las 7;45 y se empieza a ver como la luz del sol intenta abrirse paso, pero hace un frío de pelotas, haciendo honor a su nombre rasca un frío do caralho, así que decido seguir con la térmica y cambiarme más adelante con el sol más arriba. Me despido de la Gacela del Esla, jajajjaa, y rumbo al siguiente tramo, la subida al Puerto del Reventón...
El Puerto del Reventón es de esos tramos que se hacen eternos, son 10 kilómetros aprox, continua subida con revueltas en las que nunca ves que es la última, a mitad de subida y ya con el día a tope, me cambio de indumentaria y me pongo a la moda primavera/verano, ahora ya con la luz del día la marcheta dentro de mí ha cambiado, toca quitar el automático y empezar a carburar. Estaré bastante rato aún con dolor de cervicales de las 9 horas y media de noche que hemos tenido y estar mirando el foco del frontal.
Coronamos el puerto del Reventón y vendrá uno de los tramos nuevos, bajada hasta la localidad segoviana de La Granja, por el terreno que sufrió un gran incendio hace dos años, bajada a tope, y en el avituallamiento de los Locos del Cerro, es donde tenía previsto comer pasta y cargar bien de baterías. Me reciben con música de uno de mis grupos favoritos... Radio Futura y música ochentera....que bien me sienta y como se agradece, caldo, ensalada de pasta y demás viandas, es el kilómetro 70 y toca asaltar al rey de la carrera, el Pico Peñalara.
Veo algún participante que sale a la vez y que inicia la subida muy fuerte para mi parecer, es una subida que hay que ser constante para llegar bien a la zona técnica de la cresta de claveles, me encontraré a un par de estos corredores en la cresta sentados totalmente fundidos...
Llego donde comienza la zona más técnica, el puerto de los neveros y el risco de los pájaros, en un par de ocasiones me dicen que se me ve muy entero aunque yo me siento destruido, jajajja, un voluntario me pregunta si me gustan las zonas técnicas y de piedra...no puedo evitar decirle que me encantan, me invade el recuerdo de las primeras veces que fui a Pirineos con 18-20 años y como me gustaba y lo bien que me sentía al llegar a las zonas de piedras y canchales...
Paso la cresta de Claveles y en un momento estoy en la cima de Peñalara, conquistado el señor de la prueba, toca bajar al Puerto de Cotos, es una bajada rápida, la hago frecuentemente entrenando....pero esta vez sin piernas...jajajajaja... no es la misma historia, allí sé q esta Sonia de nuevo para darme ese doping emocional tan necesario.
Hay mucha gente en Cotos, es el último avituallamiento donde tengo previsto alimentarme contundentemente, kilómetro 89, ya barrunto la meta, queda una subida solo, la loma del Noruego hasta la bola del mundo, ya que desde allí es galopar a Navacerrada.
Última subida de la carrera, La loma del Noruego, a nuestra izquierda la estación de Valdesquí, y poco a poco según vamos subiendo se dejan ver las antenas a modo de cohete de Tintín de la Bola del Mundo en el alto de las Guarramillas, comienza la bajada, la primera parte del emburriadero y la tubería es muy pedregoso, y con las piernas ya al límite decido no arriesgar a un esguince o una caída que me aparte de llegar a falta de tan pocos kilómetros, unos 9 aprox, pero en cuanto llegamos a la parte baja de la Barranca, entro en modo Jabalí, comienzo a correr con el corazón, sin piernas ni cabeza, faltan 4 kilómetros, adelanto a unos cuantos participantes en esta parte, alguno me comenta que voy con mucha fuerza...pero es ilusión, felicidad, satisfacción, porque el cuerpo hace rato que dejo de sentir y padecer, lo que me lleva en volandas hasta la meta en el pueblo de Navacerrada.
Al final realizo 18 horas y 39 minutos, un tiempo de pasión, pasión por las montañas, las alturas, el aire libre y la naturaleza que me tiene atrapado desde la juventud y que ahora de vez en cuando disfruto corriendo...
Dar las gracias a la organización, voluntarios y todo aquel que colaboró de cualquier modo en la prueba, el corredor se siente mimado y solo ocupado en disfrutar de la aventura, un 10 para todos. A mi equipo, las Tortugas Trail León por sus palabras de apoyo, y a cualquiera que me dedicó una palabra de aliento en momentos que se agradecen muchísimo, y como no, a Sonia, sin ella podría ser diferente...pero nunca mejor.
Larga vida al Gran Trail de Peñalara
I´M BACK....
Marcos
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