El
pasado fin de semana se disputó la TRANSFONTERIZA, prueba que enfrentó y a la
vez ha hermanado, a los locos del trail de España y de Portugal.
Este
evento deportivo que se ha desarrollado
sobre tres posibles distancias: 32 km. (3000 m. acumulado), 22 km. (2000 m.
acumulado) y 12 km (900 m. acumulado),
tuvo lugar en plena Sierra de la Culebra (Zamora), con inicio, cada prueba, en
diferente localidad, pero con una meta
en común situada en la localidad de Figueruelas de Arriba.
La
representación tortuguil estuvo formada por: Belén, Mónica, Aitor y Diego, en
el trail corto de 22 km., Ana, nuestra
fotógrafa tortuguil e incansable animadora, y por el que suscribe, en el mini
trail de 12 km. todos representando a este gran país llamado España, vistiendo
con gran orgullo la elástica con nuestros colores.
El
fin de semana prometía y las expectativas se cumplieron con creces. El sábado
por la mañana las tortugas más madrugadoras (Aitor, Mónica, Ana y Santi) nos
encaminamos a la localidad de Villardeciervos, próxima a Figueruelas de Arriba, donde disfrutamos como
enanos de un almuerzo en la playa de los Molinos. Ya por la tarde nos reunimos
con el resto de tortugas, familiares y amigos en la localidad de Figueruelas
para recoger los dorsales y donde Noa,
la próxima generación de las tortugas, que ya es una realidad, lucía su medalla
de ganadora de la prueba para los más peques vistiendo nuestra elástica
tortuguil, Oleee!!! Seguidamente nos fuimos a cenar, y como no podía ser de
otra manera, dado el lugar donde nos encontrábamos, degustamos la reconocidísima
carne de la zona; el esfuerzo del día siguiente requería tal homenaje.
A
los participantes del trail corto les tocó madrugar, pero eso os lo ha contado
Mónica en su crónica. A los
participantes del mini trail, unos 110, nos emplazaron para las 09:30, hora en
la que el autobús de la organización nos llevó hasta la localidad de inicio de
nuestra prueba: Villarino Manzanas y a las 10:45
horas se dio el pistoletazo de salida.
Cuando
publicaron esta carrera en el calendario tortuguil, decidí apuntarme a la
prueba más corta porque era consciente de que tras la media maratón de León y
los 101 peregrinos mi cuerpo me pedía a gritos descanso, así que desde el
inicio de la misma decidí tomármelo con tranquilidad, porque viendo el perfil,
aún siendo una distancia muy asequible, la prueba se antojaba exigente, con tres subidas, que sin ser
excesivamente largas, presentaban un desnivel considerable y a las que
precedían tres bajadas que los expertos en trail llaman “técnicas”, (en el
idioma del resto de los mortales: “baja con cuidado que la caída está ahí,
aunque no la veas”).
Pues
con todas estas consideraciones, tras los ánimos de otros corredores en forma “
VAMOS TORTUGA!! y tras la cuenta atrás
de la salida, mi mente decidió ir con una marcha menos y más viendo que tras
una ligera bajada la carrera iba poco a poco picando hacía arriba durante 3 kms.
Pese a todo las piernas respondían mejor de lo que pensaba y las sensaciones
mejoraban metro a metro. Bajada de las llamadas “técnicas” y primera “pared”,
vaya subidita….!!!! corta pero digna de cualquier trail de los que llaman
cañeros, preámbulo de una bajada de las que ponen la piel como escarpias y que
continuaba con otra “subidita”, está más larga y exigente que la anterior,
vamos, para que me entendáis, era de esas que cuando estas subiendo no ves el
final por que hacen panza hacía afuera, menos mal que al coronar había un
avituallamiento que te dejaba recobrar el aliento. Kilómetro 5 y pese a los dos
muros las sensaciones seguían siendo muy buenas. En este tramo de la carrera,
de unos 3,5 kms. de distancia el trazado
se hizo muy corrible con pequeñas subidas y bajadas (bueno… y alguna que otra
“subidita”……), así hasta el kilómetro 8,5 donde una bajada daba paso a la
última parte de la prueba, tramo este de subida
y que compartimos con los andarines, a los que hay que agradecer sus
continuos ánimos y su generosidad al ceder el paso a los corredores. Aquí las
fuerzas comenzaban a flaquear, pero consciente de que era el último escollo de
la carrera, un último esfuerzo, más con el corazón que con las piernas y escuchar
la megafonía de la meta, supuso la inyección extra de energía para completar la
prueba con muy buenas sensaciones.
Llegada a meta donde familiares y amigos no
dejaron de animar con el grito “ESA TORTUGA!!”.
Prueba
para apuntar en el calendario tortuguil, por su recorrido, su organización, el
buen ambiente, la gastronomía de la zona y por la entrega y amabilidad de los
habitantes de la zona que no dejaron de animar en todo momento a cada uno de
los participantes.
GO TORTUGAS GO!!!
Santi.
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