101 KM PEREGRINOS

 El año pasado me estrené en la distancia de 100 kilómetros en Ronda con los 101 km de la Legión, y después del percance que sufrí de ir 40 kilómetros de la prueba con mi pierna derecha destruida, sentía dentro de mí una espina clavada, una ansiedad por poder hacer una prueba de esta distancia sin limitación alguna. En el mismo momento que atravesé la línea meta de la Alameda del Tajo en Ronda y finalizó mi calvario, mi mente solo pensaba en lamerme las heridas y desquitarme en otra prueba de iguales similitudes, y como buen cazurro, mi cabeza no paró hasta ver la posibilidad de intentarlo.


Tenía varias opciones, barajé todas las posibilidades, cuadré fechas y me decidí por una que recorría una de las zonas que más me gustan de la Península ibérica, El Bierzo, los 101 km Peregrinos-24 horas por El Camino de Santiago de invierno, el 28 de abril en Ponferrada....

En esta edición íbamos a realizarla 5 Tortugas, Calili, Teixeira, Diego, Santi y el que suscribe. La noche anterior me encontré en el pabellón El Toralín de Ponferrada con Diego, donde íbamos a plantar nuestro campamento base y dormir, tras recoger el dorsal y la cena de pasta que nos daban allí.

En la fresca mañana, un rato antes de la salida, nos encontramos todos en las inmediaciones, en las pistas deportivas "Colomán Trabado", después de esperar un buen rato a la salida de los bikers, media hora después era nuestro turno y partimos rumbo a recorrer el Bierzo al grito del speaker de "Ultreia"

Recorrermos en los primeros instantes las calles de Ponferrada, el castillo, casco viejo, nada más salir de Ponferrada, veo el cartel de "la Casa del Botillo" que me recuerda mi premio si me sale todo bien, pasamos Toral de Merayo, Villalibre de las Jurisdiccción y Priaranza del Bierzo. Llegamos a una zona que me gusta bastante, como unas "mini médulas" Santalla del Bierzo, donde tengo echado el ojo a un trail para futuras experiencias, "Barrancas de Santalla"

Después de lo que me ocurrió en Ronda el año pasado de la tendinitis del tibial anterior, voy "obsesivo compulsivo" cada dos por tres colocándome las lenguetas de las zapas, no me fío un pelo, voy muy cauto y analizando todo lo que siento de espinillas para abajo.

Camino de Borrenes me empiezo a encontrar a los primeros participantes en bike, y con ganas de llegar al avituallamiento de Las Médulas, la verdad que el paisaje es una pasada, sabían bien donde se instalaban estos Romanos,se disfruta un montón, allí me encuentro a Ana y Sonia, cargo baterías y me llevo ese plus de energía que supone sus ánimos incesantes y su alegría

Mi siguiente destino es Puente de Domingo Flórez, kilómetro 43, donde me he mandado una mochila con ropa de recambio y realizaré la parada en boxes para ver como va el organismo. y desde donde se afrontarán los momentos de mayor subida, prácticamente del kilómetro 50 al 70 que serán exigentes. A partir de aquí la prueba será más solitaria, se quedan los participantes de la maratón.

Llego al punto kilométrico donde en el 2017 empezó mi tormento,  voy fustigado pero en perfectas condiciones, me entra un subidón provocado por mi falta de males, que hace que me llene de energía y me olvidé de mis obsesiones con las lenguetas. En estos bastantes kilómetros picando hacia arriba me encuentro muchos participantes de bici que se les hace infinita la subida.

Nos acercamos a uno de los puntos más espectaculares del día, el paso a los pies del Castillo de Cornatel, donde nos reciben la orden del Temple en pleno, hace sol, lleva todo el día amenazando lluvia pero hemos salvado sin una gota. Voy echando mis cálculos, voy justo para llegar antes de que caiga la noche...

Bajamos hacia el precioso pueblo de Villavieja, donde al llegar veo a Ana y Sonia de nuevo....pero mi mirada se distrae....veo una panela de guiso, al ver mi mirada fija me informan que son patatas con Jabalí...me preguntan si quiero...salivo cual perro de Pavlov y lo devoro en el vaso de coca-cola de cartón en el que me los han echado....

El recorrido a partir de aquí será conocido, volvemos a pasar por Santalla, Priaranza, Villalibre y Toral de Merayo, me ocurrirá el único aspecto que me tocó psicologicamente, a falta de alrededor de veintitantos kilómetros, en un avituallamiento, oigo a dos participantes de bici que hablan de los kilómetros que nos faltan y no me cuadran con los datos del GPS, pero no le doy mayor importancia, sigo con las burreras puestas y con solo el objetivo de llegar a Ponferrada...tenemos a la vista la ciudad en la lejanía, como ando mosca, me encuentro a un voluntario y le pregunto cuanto nos queda, me indica que 7 kilómetros...pero unos 5 kilómetros después paso delante de un policía local que me dice que me quedan 7 kilómetros para meta, ya estoy desconcertado, con el cansancio acumulado y la caída de la noche y temperatura, ya me vengo un poco abajo de coco, solo deseo llegar ya, no sé cuanto me queda y mis previsiones de llegar medio de noche ya son imposibles. Me encuentro un par de corredores a los que les comento mis problemas " kilométricos" y me confirman que a ellos les han dicho que había habido un cambio de recorrido y salían unos cuantos más.

Al final realizo 13 horas y 46 minutos para los 106 kilómetros que me dió el GPS con un desnivel de 3600+ y 3600-...antes de saborear una birra sabrosísima nada más cruzar la meta, que engullí con ansía.

Pude desquitarme de mi incidencia en Ronda y sobretodo salí perfectamente, sin ninguna lesión que comprometería mi gran objetivo de 2018, El Gran Trail de Peñalara que realizaré dentro de 3 días....

Go Tortugas GO!!

Marcos