Subida a Peñacabarga

El día 10 de mayo me desplacé a la localidad cántabra de Solares para disputar, al día siguiente, los 137 kms de la prueba más dura, que había realizado en bici hasta ahora.

La cosa no comenzó muy bien porque nos aproximamos a la salida con el tiempo casi justo para pillar buena posición. De los 909 participantes, estaríamos hacia la mitad.
Nada mas comenzar, empezó a chispear, y pensé,bueno como no hace mucho frío si no pasa de eso...Pero al rato empezó a caer tan fuerte que se hacía complicado ver bien. En esos momentos te entra tal impotencia que empiezas a pensar, ¡pero que pinto yo aquí!. No me había desplazado hasta allí para abandonar, y era peligroso con tanta gente. Tienes que ir controlando mucho los frenos y no te puedes poner a rueda porque te comes todo lo que salpica la rueda de delante. Así estuvo cayendo agua durante tres horas sin parar. Me sentí “engañada" por la organización que decia que íbamos a subir tres puertos...mentira! Casi todo el recorrido eran subidas. Hubo un momento que dije. "otro repecho??", y un chico me dijo, "y los q nos quedan!"buff...Prefiero subir un puerto largo que los rompepiernas de uno o dos kilometros al 8%  9%, un trozo llano y otra vez a subir. 

Se hizo muy dura también por la lluvia. Ir tanto tiempo empapada no es lo mejor para mis malogradas articulaciones. Pero sin duda lo que más me impresionó fue la subida al puerto de Peñacabarga. Considerado de categoría Primera Especial, mítico por la vuelta a España. Yo ya lo he rebautizado de categoría Primera Bestial.

Había subido varios puertos muy duros de primera, pero este es, hasta la fecha y sin duda, el más duro. Nada mas comenzar te topas con una pared del 18%. Son “sólo” 6 kilómetros, pero excepto un pequeño descanso, no baja del 10%. Cuando quedaban 2 kilómetros, en una curva te topas con 20%! Ahí ya iba muy justa de fuerzas, había mucha gente animando, pero estaba tan fundida que no podía casi ni sonreír. Esos 2 kilómetros no bajan del 17%. Para que os hagáis una idea, tardé 40 minutos en hacer 6 kilómetros, pero cuando he mirado las clasificaciones, he visto gente que pasó de las 2 horas. ¡Qué calvario!

Cuando crucé la meta, se compensó todo el brutal esfuerzo que supone llegar hasta ahí arriba. Después de coronar, tienes que bajar hasta Solares, y sin duda, lo que más me impresionó fué ver a el resto de ciclistas que siguen subiendo, procurando esquivar a los que van de lado a lado. Ver esas caras de auténtico sufrimiento, la verdad, da pena, porque sabes lo que se sufre, y peor aún, que les queda el tramo más duro.

Al principio, creí que había quedado tercera, pero al final fui segunda!
De todas formas, para mi, lo importante ha sido terminar y haber subido un puerto, que tantas veces ha sido, final de etapa en la Vuelta Ciclista a España.

Fdo. Mariló