UA-51285685-1 Equipo leonés de Trail Running : TORTUGAS TRAIL LEÓN: TRAIL VILLALFEIDE 2019

miércoles, 14 de agosto de 2019

TRAIL VILLALFEIDE 2019

Llevaba tiempo con la idea de apuntarme a Villalfeide. Es una de las clásicas carreras del calendario veraniego y nunca me había coincidido poder estar medio “en forma” para darme tal chaqueta. El pico Polvoreda es el 2000 más cercano a La Capital leonesa y es muy frecuentado por todas las tortugas en nuestras sesiones de entrenamiento. Es imponente y exigente, hace que no te confíes ni un minuto. Bueno en realidad , cualquier montaña que te de por subir te pone en alerta en cualquier momento.



Con una previsión meteorológica tirando a mala malísima, me planto a la 8 de la mañana en Villalfeide. Había descansado bien todo el día anterior y dejado a buen recaudo a mis grandes tesoros en manos de una de esas personas que, de repente,se plantan en tu día a día y solo hacen que hacértelo más fácil, que te dan lecciones de vida cuando la misma se pone puñetera e injusta, y que con una sonrisa y el positivismos por bandera hace que hoy pueda contar mi experiencia en la carrera. Gracias Conchita!

Me junto con Santi y Ana y su furgo, que ya parece una más de la familia tortuguil, están desayunando tan a gustito. Por lo pronto la mañana está fresa pero cero lluvia, genial! Si no sube la temperatura la carrera se hará mucho más llevadera. Aparecen Alfredo y Pablo Escobar uy perdón! Pablo a secas jajaja es que con ese mostacho no se si quiero plata o plomo tío!


Nos hacemos la foto de rigor entre risas y bromas y nos vamos a la salida. Allí también está Belén que alegría! Ha venido a desearnos suerte, no sabes cuanto se agradece ese apoyo y más para novatas como yo. Ánimo que en breve estás dando guerra por los caminos!

Cohete al aire y boom! Salimos a apagar un fuego, hay que ver cómo va el personal! El cohete de la salida iba despacio en comparación con alguno jajaja yo a lo mío, de la mitad para atrás que hay mucho camino por delante. Me acoplo detrás de una pareja y consigo ir a su ritmo, llegamos a un estrechamiento en el camino en el que tenemos que pasar de uno en uno y en el que, que casualidad, siempre llega algún listo por detrás y se mete atropellando a los que estamos muy educadamente esperando nuestro turno de paso. A esos que parece que van a ganar la carrera por atropellar a los que estamos esperando, les doy un consejo, sois unos paquetes (igual que yo ojo) y siento deciros que no vais a ganar jajaja! Hay que cosas que no entenderé jamás...en fin!


Los primeros 6 km discurren serpenteando bosques de Robles, subidas y bajadas muy divertidas y alguna que otra pradera verde de pasto. Estamos cerca de empezar lo serio y decido darle a la “magia” por lo que se me viene encima. Kilómetro 8 y encaró la subida. Me encuentro bien y pasito a pasito voy tirando para arriba, la piernas me empujan y con la respiración agitada llevo buen ritmo. Igual soy rara, pero me gusta subir, me canso y agoto si, pero no sufro. Incluso adelantó a unos cuantos! Pero ese espejismo siempre desaparece cuando llegan las bajadas, porque todo el que he adelanto en las subidas me pule en las bajadas jajjaa que se le va hacer soy un paquete con más miedo que vergüenza!

Empiezan a doblarnos los primeros de la Petit, me agobia mucho que pase esto. Ellos van como truenos y a mi me hacen sentir que estorbo cuando no debería de ser así. Cada uno hace su carrera y me parece genial que haya distancias para todos por supuesto, pero que no compartan trayectos o si los comparten que intente espaciar más las salidas porque al final la cosa puede resultar hasta peligrosa. Tu vas a lo tuyo y a veces por andar pendiente de los demás, te descuidas y hay accidente. No olvidemos que s estamos en montaña. Como no podía ser menos, al poco escucho “vamos tortuga!!!” Miro para atrás y ahí está SANTI subiendo como un avión, comparto un ratín de camino con el, este chico lo da todo cuando corre y bueno, a los hechos me remito, pódium para la tortuga grande SANTI!


Me despido de él cuando se bifurcan los camino de la Petit y el Trail. En mi camino aparece un cartel que señala la 1700 metros, quedan 300 para la cima esta chupado...pero que 300! La pared se va empinando cada vez más pero mis piernas me sostienen muy bien. Voluntarios prácticamente cada 100 metros, animándote y dándote agua. Si está carrera es grande por el entorno lo es aún más por sus voluntarios, completamente entregados a los corredores. Mil gracias por vuestro trabajo! Finalmente hago cima, levantó la cabeza tomó aire y miró el espectáculo de paisaje que entre nubes y rayos de Sol me acaricia el cerebro. Por imágenes como estas amo este deporte. Pero es aquí donde cometo mi primer error y el que voy a arrastrar el resto de la carrera. No me detengo y no dejo que mis piernas se relajen, encaro la bajada y aquí retumban las palabras de Pablo en mi cabeza “a mi esta carrera siempre se me atraganta, lo peor es la bajada” jooooodeer! Y tanto! Piedras grandes, pequeñas, gigantes....afiladas, con dientes y sin dientes, mordiéndome los tobillos, las pantorrillas,echando veneno y pinchos! Uffff muy mal...las piernas no me responden, el cambio brusco de subir mucho a bajar tan de golpe mi cuerpo no lo procesa bien y comienzo a bajar andando. Noto pinchazos en las rodillas y no soy capaz de hacer ni el amago de trotar porque el dolor me perfora. Que sensación más rara, Nunca me había pasado. Cuando ya consigo descender lo peor y empieza la zona corrible, yo no puedo correr, pero ya he pasado lo peor! Así que tengo que terminar si o si. Cada zancada es un suplicio y cuando las zonas que pican para arriba para mi cuerpo son un descanso es porque algo no he hecho bien no? Me paro un par de veces y las piernas se me mueven solas como con espasmos, hago uso de la “magia magnesica” por si fueran calambres, pero nada, no se me pasa....los voluntarios que me cruzo me ven mala cara pero me animan a que siga, que ha he pasado lo peor. Claro que sigo! Aunque sea a rastras esto lo acabo. Y autoconvenciéndome de que yo si puedo me entra el último kilómetro y escucho la música de fondo. Que sensación más buena cuando escuchas al speaker a lo lejos, cuando sabes que esto,por muy fastidiada que vaya, ya no se me escapa.


Y dejando volar mi mente llego medio trotando a la meta. Ahí están mis tortugas recibiéndome, nunca fallan. Ana, Santi, Pablo, Alfredo, Diego y Cris con sus bombones Deva y Millan. Belén, Jesús y la mujercita Noa que se no puede estar más guapa! Que gran familia hemos formado y que feliz soy de compartir estas sensaciones con vosotros. Mil gracias! Se me escapa una lagrima de alegría mezclada con dolor y al poco veo a mis niños recién llegados para darme la bienvenida. Con sus sonrisas se me pasan todos los males.

Una vez pasada la euforia y lavadas las heridas, nos juntamos al rededor de una mesa con una cerveza en la mano y hacemos lo que mejor se nos da que, sin lugar a dudas, es hacer piña y disfrutar de la compañía!

Go Tortugas Go!

Laura.

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