Lo primero de todo era recoger el dorsal, una vez hecho, es el momento de enfundarse el traje de tortuga (compuesto por el pantalón de trail tortuguil y para la parte superior, la camiseta de atletismo de tirantes, que para el frío mañanero de León es un complemento perfecto a la par que vistoso ya que los colores del equipo son muy reconocibles) y esperar que el tiempo siguiese así de bien durante el transcurso de la carrera.
Se acercaba el momento de la salida, caras conocidas se dejaban ver por la zona que poco a poco se iba llenando, incluso veo a Lidia que también se dirige a recoger el dorsal con su compañera Verónica (que vino con anginas y aun así corrió la carrera, chapeau), preparadas para la carrera. Y por fin nos situamos detrás del arco de meta, esperando que den la salida, y una vez dada...a correr! Primer tramo llano que nos lleva a la primera cuesta en dirección a la muralla, la cual bordeamos por la parte superior y nos hace disfrutar de unas vistas espectaculares.
Con un giro a la derecha empezamos a callejear y llegamos hasta la catedral, de ahí otro par de calles más hasta llegar a la plaza mayor, donde nos esperan con música y hay montones de personas dando ánimos (he de decir que durante todo el trayecto la gente animaba, cosa que es de agradecer un montón, y en la medida que las fuerzas me lo permiten siempre intento responder. Hasta encontramos alguna tortuga animando y tirando alguna foto), salimos por un lado de la plaza, por uno de los laterales del ayuntamiento, y vamos a parar a la cuesta del principio, pero esta vez para bajarla que presta más.
Al llegar abajo tenemos que encarar un tramo de carretera con un poco de pendiente, no todo iba a ser bajar...jajaja. Ahora giro a la izquierda y aparecemos por la parte de detrás de la meta, pero aún no vamos a pasar por ella ya que aún hay que dar un pequeño rodeo (es como ver la comida y no poder comer aún). Ida y vuelta por una carretera que concluye en un tramo del parque para variar un poco del asfalto. Y por fin la meta, pero aún faltaba una vuelta, con lo cual un trago de agua en el avituallamiento...y a por la segunda vuelta! Que esta vez se hace más amena gracias a la compañía de Lidia, que ha aguantado y me ha aguantado como una campeona.
Para terminar y reponer las fuerzas después de una ducha, nada mejor que un buen cocido maragato, y antes de volver un par de hojaldres de la bolsa del corredor.
Y con esto y un bizcocho de Astorga...nos vemos en la próxima!
Victor
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