Pues no podíamos faltar a la cita de terminar el año
haciendo deporte y que mejor manera de hacerlo que en el Cross de las doce uvas
y en este caso haciendo de guía de mi cuñadito Iván.
Frío? noooooo, que va, pues una helada de las fuertes y con
-3 grados que nos levantamos, lo mejor para correr, jajajaja, eso sí, el sol
está saliendo y se ve que va a mejorar.
Recogemos Mónica y yo
a mi cuñado y caminito al parque de la Rivera de Castilla en el barrio
de la Rondilla, donde se celebra el XXXV Cross de las Doce Uvas. Recogida del
dorsal, el típico cafecito y visita al wc, jajajaja, si es que los nervios
siempre nos la juegan y eso que no vamos a ganar, jajajaja.
Nos damos una vuelta por la zona donde están corriendo las
categorías inferiores, charlamos y saludamos a varios amigos y toca cambiarnos
de ropa de calle a la de faena Tortuguil. Mónica corre a las 12 y los chicos a
las 12:45, así que nos da tiempo a verla una vuelta y rápido al coche a dejar la
ropa y calentar. Mónica arrastra una faringitis de aúpa y está tomando
antibióticos así que está un poco mermada de fuerzas pero ha decidido correr
aunque sea más despacio, las tradiciones hay que seguirlas. Su distancia es de
6 kilómetros, dos vueltas a un recorrido con muchos giros y una subida a la
llegada de meta que no es nada pero que es mucho, jajajaja. Sale muy bien y abrigada, nosotros desde un lado la damos
esos súper ánimos y nos vamos a la zona de subida a esperarla, además nos pilla
mejor para ir luego al coche y poder dejar la ropa y a ponernos en el cajón de
salida. Llega un poco cansada, jajaja, o mucho, lo ha dado todo y eso es muy
bueno, tiene muy buena cara. Nos despedimos de ella y nos colocamos en línea de
salida.
Os pondré un ejemplo, en una zona complicada, esta sería mi forma de guiarle: terreno suave y corrible, giro de 180 grados con bajada y un bordillo de bajada, te empujo a la derecha con montículo de subida, bajada con raíces, levanta los pies y en breve un bordillo alto, pasamos y sendero estrecho con raíces y tocones. Se lo canto y el tiene que asimilarlo en su mente y rápidamente hacer el movimiento. Esto quiere decir que además de correr tenemos que estar muy compenetrados y atentos a todo lo que nos rodea y el además fiarse de lo que le digo y con todo y con eso siempre surgen momentos de incertidumbre, como en la segunda vuelta que nos topamos con ramas en los árboles que le darían en la cara, pero la prioridad era el bordillo siguiente, así que solo le canté: “bordillo abajo YA!!” Y claro las ramas le dieron en la cara con el susodicho susto, pero nada que no se remediara con un taco, jajaja.
Una vez que ya sabéis como corremos juntos, paso a contaros
como nos fue en el Cross. Colocados en las primeras filas, que más de uno dirá:
“¿pero qué narices hacen éstos en las primeras filas?” pues comentaros que como
ya sabéis que atrás se pierde mucho y nosotros vamos en desventaja, intentamos
salir rápido y poder ver mejor el terreno y no tener ninguna caída. Puede
pareceros raro pero llevamos tiempo saliendo de esa forma y nos va muy bien.
1300 corredores y entre ellos un invidente... ¿pero dónde vaaaaaaa? jajajaja,
mola y mucho poder correr con Iván y sé que él sufre pero lo disfruta.
Al lío, salimos un poco reservones y con cuidado aunque
siempre hay algún listo que parece que va a apagar un fuego y no tiene cuidado
al adelantar a los demás corredores. Aprieto un poco y llegan los primeros
bordillos que los pasamos sin dificultad al grito de: “bordillo arriba YA!!”.
Seguimos con cambios de terreno, subidita y a los giros. Veo que Iván lleva la
respiración chunga, así que decido levantar el pedal. Un problema que tenemos
es que el lleva paso corto y yo largo así que los braceos no son iguales y eso
le penaliza. Decido adecuar mi braceo al suyo y la cosa funciona poco a poco,
genial.
Toca primera subida para terminar la primera vuelta y muy
bien. En la segunda vuelta ya estamos en
nuestro lugar y bajamos el ritmo. Tenemos algún contratiempo que solucionamos
con risas y es alucinante como sin conocernos la gente se desvive en ánimos de
apoyo, además de disfrutar de la gente que en estas tierras ya están conociendo
a las Tortugas Trail León y oímos esos ¡¡VAMOS TORTUGAS!!
Como no podía ser de otra manera la tortuga Mónica y su
hermana Katy nos animan y fotografían en distintos sitios del recorrido y eso
si que te da alas, jajaja, aunque en este caso nos hacían falta unos caballos
alados, jajajaja, pero siempre MIL GRACIAS por esos ánimos.
Terminamos la segunda vuelta y a por la última, vamos muy
bien ya que no tenemos gente que nos pueda entorpecer, correr a gusto y así
Iván poder escuchar mis voces. En una pequeña bajada tropezamos con unas raíces
y casi rozamos el suelo, pero casi casi, jajaja. Llegan los temidos bordillos y
en este caso los pasamos muy bien pero nos metemos de lleno en un charco de
barro y así poder coger el mejor sitio. Última subida en dos tramos, el primero
suave, le dejo que respire en el llanito y le pido que apretemos en la segunda
subida y más con los ánimos de Mónica, Katy y de los espectadores que alucinan
al ver a un invidente correr el Cross… es súper emocionante. Última recta de
llegada y escuchamos a Jesús María decir nuestros nombres. Reto conseguido con
un tiempo de 54 minutos, que gozada, unos abrazos y toca recoger la camiseta de
la carrera.
Ya recobrando el aire nos viene a ver Depa al cual le
entregamos una tortu-taza de nuestro equipo ya que siempre es una alegría ver
cómo nos sigue y nos anima, además de ser un vecino del mejor barrio de
Valladolid, Las Delicias, jajajaja. Nos hacemos unas fotos y toca disfrutar de
un rico vermut merecidísimo, por supuesto.
Un saludo a todos nuestros seguidores y FELIZ AÑO NUEVO.
Nos vemos en las carreras.
Aitor
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