Y con esta primera reflexión, me veo a finales de Noviembre, entrenando un día cualquiera y sin mucha motivación que digamos. Llego a casa un poco plof y Carlos me dice “por qué no te apuntas a la Transcandamia?” Lo primero que sale de mi boca es “Ni de coña! Eso es un rompepiernas! Definitivamente no, esa no es mi carrera” pero ya me voy a la ducha con el ronroneo en la cabeza…no no que va, no tengo tiempo suficiente para entrenar…el curro los niños….no no….espera, si tengo vacaciones todas las Navidades, tengo algo más de tiempo….no no aunque quisieras planteártelo es poco tiempo para llegar con un estado de forma aceptable….no no….bueno, y si lo intento que? Total no pierdo nada y si consigo terminarlo puede ser un buen subidón y una puesta a punto para comenzar bien el año….no no no relájate que además dependiendo de cómo este el terreno me parece hasta una carrera peligrosa, quita quita….asi paso un par de días, dándole vueltas a si sí o si no y en un calentón mezclado con una pizca de inconsciencia, confienso a mis tortugas lo siguiente. “Chicos, tengo algo que contaros y no es fácil para mi. Me he apuntado a la Trascandamia” jajajaja automáticamente los mensajes de mis compis de ánimo se multiplican en el grupo de whass y las sonrisilla se me escapa “ya la hemos liado!”
Un mes de entrenamiento perfectamente programado por mi personal trainer Calili y al el que me entrego en cuerpo y alma sin fallar ni un solo día. Disfruto las Navidades comiendo sin remordimientos, ya que después me va a sacar la piel la sesión de entrenamiento. Soporto la carga y avanzo sin molestias. No fallo ni un solo día al planning que tengo pegado en la puerta del frigorífico. Voy tachando los días del calendario hasta llegar al día de autos. Me levanto temprano y me preparo mi desayuno habitual de todos los días, estoy atacada de los nervios. Como dice la canción….se te nota en la mirada que vives enamorada y ……. acojonada! Tengo mala cara, Graciela me lo nota a la legua (está niña me salió muy lista…demasiado diría yo) y me dice “Mami si no estas bien no corras vale?) Cuanta sabiduría hay en un pegotín de 4 años! Y con cara de póker y tragando saliva le contesto “ Tranqui cariño, mama está nerviosa pero es normal, en el momento que empiece a correr se me pasa y ya está!” La niña no se queda convencida porque me conoce demasiado bien jajaja!
Voy a buscar a mi compañero de batalla el Juveta (a veces le llamamos Victor pero no mola tanto jaja!), vamos a ir juntos ya que para él es su primer gran reto (y con un par! Menudo primer reto!) sus chites malos y positivismo crónico hace que me relaje un poco y llegamos a Las Lomas. Aparcamos y comenzamos el ritual de ponerse y colocarse cosas. Parecemos Power Ranger con tanta cosa colgada, pero la carrera es dura y necesitamos “magia” para poder acabar con garantías. Mochilas llenas y nos juntamos con el resto de tortugas. La mañana esta espectacular. Típico día de invierno leones. Cielo azul y helada elegante con -3 grados a primera hora de la mañana. No podíamos haber elegido mejor año para debutar en cuanto a lo que climatología se refiere.
Fotos de rigor y tremendo discurso de Pablo replicando las palabras del Gran Manolo Cadenas. Pablo has acertado de lleno, gracias! El balonmano para mí y los míos siempre ha sido y será lo más grande, el deporte por excelencia en mí casa y el deporte que , a día de hoy, me ha dado más satisfacciones. “ESTO ES LEÓN Y AQUÍ MANDAMOS NOSOTROS” Joder! Se me escapa un VAMOS ADEMARRRRR! De esas grandes tardes de balonmano en estado puro en Palacio de los Deportes jajaja! motivada total y con ganas de hasta llorar de los nervios….comenzamos! todos lo consejos que me han ido dando en estos días tenían un denominador común. Todo el mundo coincidía en que lo más duro de la carrera eran los primeros 9-10 km. Que si conseguías llegar mas o menos entero al km 10, el resto estaba hecho. Pues bien, los kilómetros iban entrando y nos íbamos encontrando bien, subíamos y bajábamos y manteníamos buen ritmo, no notábamos flojera y adelantábamos a gente y todo! Todo iba sobre ruedas pero de repente en una bajada rápida piso mal y doblo el tobillo. Lo doblo bastante mal y caigo al suelo. Se acabó, me he hecho daño de verdad y creo que hasta aquí llegó mi Trascandamia. No puede ser! Con todo lo que he trabajado y lo bien que iba no puedo quedarme aquí. No puede ser! Mientras yo estoy en el suelo, Javi y Victor me acompañan y aparece por detrás Corpus, carne de tortugas por espíritu y por gremio laboral. Se agacha y me empieza a mover el tobillo para todos lados, gracias a esos movimientos que me hizo me doy cuenta que quizás pueda continuar. No hay nada roto pero sí muy dolorido. Bueno, voy a caminar a ver que tal. Si veo que el dolor es insoportable pues ya está, me retiro y tal día hizo un año! Que lo primero es lo primero. Poquito a poco, voy a intentarlo, tengo que seguir y terminar. Así que a un ritmo mucho menos intenso, continuamos nuestra carrera. Enfilando El Mirador, en todo lo alto, aparece el alma de este equipo. Los que nunca fallan y los que te dan alas. Los gritos de “Vamos Tortugas!” retumban entre los pinos y las cuestas. Me entra una corriente eléctrica de alegría que me emociona. Inma, Pedrito, Santi, Ana, Marilo, Belen, Sonia y mi familia Cris, Carlos y Graciela. Gracias y mil gracias! Me preguntan que tal estoy porque ya se han enterado que me hecho daño. Pero voy bien, puedo terminar y voy a terminar! Bajamos Las Médulas con mucho cuidado, había tramos que estaban helados y resbalaban bastante así que ante la duda, culo al suelo y deslizando! Subimos Los Perros y es el momento de la Magia, tenemos la patinas muy muy tiernas y todavía nos quedan 12 km. Primera vez en mi vida que tomo un tubo de magnesio y Aggggg! Probablemente sea el último por favor! Cosa asquerosa! Pero si es verdad que nos pone a tono para afrontar la parte más fea de la carrera. No es difícil, pero los km pesan mucho y da la sensación que esta parte de la carrera es un poco de “relleno”. Continuamos y me pita el km 20. A lo lejos escuchamos la música de la meta. Esto está hecho. Si bien es verdad que queda la temida Anibalada.
La he subido en dos ocasiones en entrenos mañaneros con Aitor, Javi y Póspero y es una faena pero tampoco me parecía para tanto peeeeeero ojo, la realidad siempre siempre te supera, y lo peor no fue la Anibalada. Lo peor es la putada que te hacen en las inmediaciones de la Anibalada. Te meten un zig-zag asi por la cara que, desde mi humilde punto de vista, sobra. Acaba con la Anibalada pero me marees mas por dios! La cuesta previa a la Anibalada, para mi, fue la peor. Tuve que subir a cuatro patas y solo podía levantar la cabeza para sonreir a todas las tortugas que nos arropaban en la recta final. Nacho, Marcos, Alfredo, Victor, Inma, Carlos, Graciela, Cris ….un puto tronco en el medio venga y que más! Ponedme también un cocodrilo mordiéndome el culo! Diego, Prospero, Fito, Montse, Sonia….ya estoy terminado….Sandra, Ana, Santi…..venga Laura que ya lo tienes! Ponte erguida que Graciela viene corriendo a darme el último empujón de la mano y entrar en meta por la puerta grande! Me agacho (como puedo!) y abrazo a mi pequeña. Qué cúmulo de sensaciones y que gran satisfacción. Rompo a llorar de la emoción en brazos de Carlos, ya que pese a todo, he terminado la Trascandamia 2019. Millones de gracias a todos por los ánimos y por creer en mí. Por creer en mi, incluso cuando ni yo misma lo hacía. Está claro que a veces, nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Con trabajo y con esfuerzo, las cosas acaban saliendo. Nadie dijo que fuera fácil.
Trascandamia 2020? Mmmmmn tengo mucho monte que correr y montañas que subir como para repetir jajaja! Ahora sí, recomiendo a cualquier amante del Trail que haga esta carrera ya que te pone tu sitio y te pone contra las cuerdas.
Go Tortugas Go!
Laura.
Jolin laura reglas crónicas mas bonitas que he leído en el blog.Que emoción coño y no dudes de ti nosotros los de afuera siempre siempre estaremos ahí para llevaros en volandas a la meta sea con un grito sea con un gran abrazo
ResponderEliminar