Llego aún de noche a El Escorial, la salida y meta es en un marco incomparable, en el Parque de la Bolera, al lado mismo del espectacular Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, veo amanecer bajo el imponente roca del monasterio, es una gozada realizar el calentamiento en la explanada del Monasterio, y con la primeras luces ya vislumbro que aunque de temperatura esta bastante bien para como se las gasta por estos lares, en cuanto llevo mi mirada hacía arriba veo todo cubierto de niebla por las alturas, lo que me indicia que en cuanto "tiremos al monte", por arriba va a estar diferente la "batalla"...y no las tengo todas conmigo de si libraré de la lluvia....
9 horas de la mañana, es la hora marcada para la salida, partimos a la vez las dos pruebas, los de la maratón y los de 20 kilómetros, compartiremos recorrido aproximadamente 11 kilómetros. Los primeros momentos por las calles de la villa...y unas cuantas cuestas considerables (aún tengo pendiente una carrera en el El Escorial, Rock&Run, una carrera urbana de 7,5km con la famosa cuesta "rompecorazones"...), para que una vez que salgamos del asfalto, ponerse todo cuesta arriba e introducirnos en el bosque rumbo a la cumbre del Pico Abantos.
Esta subida estamos protegidos por el bosque, solo pintea agua cuando el aire mueve las copas de los árboles, pero por suerte no es lluvia...nos vamos introduciendo en la niebla a medida que subimos y en cuanto salimos a algún collado se deja notar el fuerte viento. Pasamos por la cumbre del Abantos casi en la penumbra de la niebla y el fuerte aire, que hace que pongamos rumbo a la bajada a toda mecha, unas bajadas que a lo largo del día habrá que tomar con un poco de precaución, ya que son de bastante piedra suelta y al estar todo húmedo resbala.
El recorrido es bastante agradable, plena naturaleza, es muy corrible y aunque está cubierto conseguiremos acabar la carrera sin una gota de lluvia, pasamos el avituallamiento del kilómetro 11, el puerto de Malagón, donde nos despediremos de los participantes de la distancia de 20 kilómetros y en el kilómetro 21 pasaremos por la única población que aparte de El Escorial veremos, Robledondo. para continuar hasta el kilómetro 33 donde volveremos a pasar por el avituallamiento del Puerto de Malagón.
A partir de aquí a meta es un recorrido que conozco muchísimo, son innumerables las ocasiones que he pasado por los alrededores de la Cruz de Rubens y la bajada del Abantos hasta El Escorial, voy con piernas, veo desde un tramo de pista el monasterio y la población, y sé que ya los últimos kilómetros son de bajada pronunciada hasta el casco urbano.
Últimos instantes de carrera, entramos en el casco urbano y según llegamos a las cercanías del monasterio, llegan esos tramos empedrados que me ponen los gemelos de amigdalas. En contraste con toda la soledad que llevo durante la prueba, aquí esta lleno de turistas entre los que pasamos, que al ser la hora de comer están buscando lugar de pasto...y a pesar que voy "encabronao" con atravesar la línea de meta, no puede evitar oír una conversación de unos huevos rotos...que me crean necesidad...
Al final realizo 5 horas y 24 minutos, con 2200 metros de desnivel+, con el premio finisher de dos puntos ITRA más para acumular al saco, por si me da por liarme la manta a la cabeza en futuros planes. Y como no podía ser de otra manera, ponemos fin a este acto en esta preciosa e histórica villa, con unos huevos rotos, chistorra y demás viandas...que al saco con agujero que llevo por estómago se le va antojando...
GO TORTUGAS GO!!
Marcos
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