UA-51285685-1 Equipo leonés de Trail Running : TORTUGAS TRAIL LEÓN: BATALLONA 2018

martes, 3 de julio de 2018

BATALLONA 2018

Se presenta un fin de semana muy completito. El viernes trail de Peñalara, donde las tortugas Santi y Aitor corren el cross nocturno y Marcos se atreve con la de 116km (sí, sí, no me he equivocado, no hay comas ni puntos, esa pila de km para el cuerpo…). Todo planificado para ir el sábado a Somiedo, cenar y dormir allí y el domingo la tan esperada Batallona, lucha amistosa entre León y Asturias ¡hay que desempatar en número de victorias!


Todo va según lo previsto hasta que vamos a ver los resultados del cross nocturno y cual es nuestra grata sorpresa cuando vemos que Aitor es el segundo clasificado de su categoría. Toma Toma! Notición. El tío estrenando categoría y podium individual (ole él, como un jabato). Total que la entrega de premios es el sábado por la noche, a eso de las 22 horas, y tenemos el dilema de coger el premio y no correr la batallona, correr la batallona y no subir al pódium o…. darnos una chaqueta guay y hacer las dos cosas: subir al cajón, no se puede perder, y menos siendo consciente de ello y siendo la primera vez, y la batallona estaba en nuestro calendario desde hacía muchos meses, así que teníamos que estar ahí, dando el do de pecho. Además Aitor estuvo convenciéndome mucho tiempo para hacerla conmigo. Total que aprovechamos el sábado en Madrid, junto a Santi y Ana y animando a Marcos en su carrera (el tío como un jabato que terminó). Santi y Ana y Marcos y Sonia regresan a sus casas y Aitor y yo nos quedamos en Navacerrada hasta la emocionante entrega de premios. Que gusto ver a nuestra tortuga Aitor tan radiante de felicidad. ¡Enhorabuena! Sin duda una victoria más que merecida.


Nada más recoger el trofeo emprendemos camino a León. Nos acostamos sobre las 2 de la mañana y a las 6:30 suena el despertador y ponemos rumbo a Pola de Somiedo. Allí nos encontramos con Javi y Yayone, hemos quedado para subir juntos hasta el alto de la Farrapona. El día está muy desapacible, con ganas de tormenta y con un frío que pelaba para ser ya 1 de Julio.

Estando en el punto de salida, hay saludos a doquier, vemos muchas caras conocidas: Sergio, Toño, Isa, Pablo, Elena… Se mal escuchan los himnos y las palabras de ambos capitanes y a darle caña al asunto.


Salimos a toda leche, a tanta que yo nunca había ido tan rápido el kilómetro jajaja (también hay que decir que era cuesta abajo). Aitor me dice que dónde voy, pero tenía que ser así, es un tramo peligroso en lo que a lesiones se refiere, se trata de una pista ancha pero con suelo muy irregular y con muchas piedras, así que necesito ir buscando mi hueco para poder ver donde piso jejejejeje.


En menos de lo que canta un gallo nos presentamos en una subida considerable, en la que ya hay que ir andando a paso ligero. Ahora ya sobran los manguitos, los cortavientos y toda la ropa que inicialmente hacía buena falta. Las vistas al lago de la cueva espectaculares. Llegamos a la parte alta y ahora tocan unos cuantos km que tienden hacia arriba pero con tramos de llaneo y pequeñas bajadas hasta llegar a un collado en el que se hace un giro de 180 grados para comenzar a bajar hasta otro lago. Esta bajada es de modelitos, es decir que se realiza por un senderico estrecho y hay que ir en fila de a uno. A estas alturas de la carrera y en la posición que vamos algunos se creen que la van a ganar y andan empujando y poniendo en entredicho la seguridad del resto. Chavales, si estáis leyendo esto, quizás deberíais haber corrido un poco más antes, o sino buscaros otro camino alternativo (eso sí sin atajar), y dejarnos al resto ir en paz. En  fin… nos juntamos un buen grupo de Asturianos y leoneses y vamos muy entretenidos. Hay tramos en los que aquello más que un trail parece una pista de patinaje, pero salimos airosos del paso, llegando al avituallamiento del lago del Valle. Hacemos breve descanso, bebemos algo, sesión fotográfica y a seguir la carrera.


Voy estupendamente escoltada y animada por Aitor y Javi. Ellos se van entreteniendo en hacer fotos y vídeos mientras que yo me dedico a correr lo que puedo jajajaja. Estaremos en torno al kilómetro 12 y son 23. Aitor me ha ido indicando todo el tiempo el terreno al que nos íbamos enfrentando, subidas, falsos llanos, tramos un poco más técnicos… y parece que a partir de aquí, prácticamente todo es bajada.


Me noto a falta de fuelle, quiero más pero no puedo, así que resignación y a lo que da el cuerpo. En todo este tramo nos enfrentamos a una tremenda cantidad de charcos, a largos tramos de barro que no hay forma de pasar más que atravesándolos (en alguno hasta casi pierdo los playeros), y un par de veces hay que cruzar el río, que hasta venía bien para hacer limpieza de la “chocolatada” que llevábamos encima. Estos kilómetros son muy chulos, con mucha zona arbolada, aunque no hay que despistarse porque también hay muchas piedras, por lo que es fácil resbalarse, retorcerse un tobillo o tropezarse, y sino que se lo digan a Javi que libró de ir al suelo en varias ocasiones (¡¡levanta los pies!! Jajajaja).


Aitor me dice que le duele la cabeza (casi hasta normal con tanta tensión del fin de semana), pero no quiere parar para tomar un ibuprofeno, así que seguimos dando caña. Ya estamos más cerca de meta, y pasando algunos asturianos (ole ole). Aitor me informa de un par de tramos de asfalto, y en nada nos presentamos en el pueblo, victoriosos (a nuestra manera claro). Como reconfortan los ánimos de la gente, los aplausos, y el reconocimiento a nuestro paso de las tortugas jejejeje. Últimos metros y cruzamos la línea de meta.


Me encuentro desfallecida, quizás por la falta de entreno, quizás por no haber descansado lo suficiente, quizás por la falta de alimento en el cuerpo o seguramente por una mezcla de todo.

Después de “adecentarnos” en el río, vamos a darnos una “ducha” casi sin agua y la que sale está congelada. Esperamos a la entrega de premios y al resultado final donde León ha salido vencedora del duelo de este año. Como recompensa nos devuelven parte de la inscripción, la cual recogemos muy satisfechos.

Por último los cuatro guerreros (Aitor, Javi, Yayo y yo) nos damos un buen homenaje en uno de los restaurantes de Pola (momento en el cual ya empiezo a recuperar fuerzas y a sentirme mejor). En cuanto acabamos volvemos para casa con unas ganas tremendas de descansar pero con la alegría de haber pasado un gran fin de semana lleno de celebraciones y acontecimientos.

Aitor y Javi, gracias mil por acompañarme en mi primera Batallona. Ha sido un placer compartir kms con vosotros.

Aitor, espero seguir celebrando a tu lado muchos más podiums y muchos más cumpleaños. Muchísimas felicidades por partida doble. De momento seguiremos compartiendo experiencias… y la próxima, en Pola de allende. ¡A por ello!


Mónica

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