Es una carrera durilla pero muy chula y además…. la organización es de 10, con avituallamientos cada pocos km, con voluntarios en cada zona dudosa e incluso en cada cruce de caminos, y muy bien marcada (algo importante para mí que siempre me quedo rezagada del pelotón desde el principio).
A las 9 de la mañana tenían la salida los participantes de la maratón Ogro (42km) y los que iban a hacer nuestra carrera andando (la marcha de 18,2km),y nosotros no salimos hasta las 10. Rodeada de mis increíbles compis (mil gracias siempre! Por tanto!! ) llegué a Autol sobre las 9:20 con tranquilidad, pues había recogido el dorsal y la bolsa del corredor la tarde anterior. Ah!! Otra cosa para resaltar….menuda bolsa de regalos a todos los participantes!! Como digo, se vuelcan de lleno en esta carrera.
A las 10 menos 10 ya estamos los 160 corredores listos para comenzar, con un día increíble de sol y con las pilas a tope para darlo todo. Salimos recorriendo el primer km por las calles del pueblo, rodeando el río hasta que comenzamos a subir por “la cuesta del cementerio” hacia los caminos. En este tramo voy abriendo los bastones, y es que es mi primera carrera en la que los voy a usar y aún no sé si serán una utilidad o un gran estorbo…
Comienza la subida, son casi 8 km de desnivel positivo hasta llegar a “los molinos”, donde llanea un tramo. En la subida me encuentro muy bien, las sensaciones son buenas y los palos ayudan, creo que bastante! Y los entrenos en la nieve las semanas antes también se notan. Rodeando los molinos hay unos 3 km con falsos llanos por pista en los que coges aire y recargas fuerzas, literalmente, pues llegamos al primer avituallamiento. Se supone que era sólo líquido…pues me reciben con una botella de vino, unas empanadas, pinchos de tortilla…hasta chorizo! Eso sí…también había fruta, agua, bebidas isotónicas, eh?….jaja.
Aquí sólo bebo algo de agua y tiro…..iba muy bien y no me hacía falta rellenar mis botellines del chaleco. Una maravilla estos catones si señor!
Además comienzo a alcanzar a algunos de los que hacían la ruta andando, desde aquí hasta meta iremos dándoles caza.
Tras ese pequeño respiro comienza la parte chunga que todos tememos, los toboganes. Y es que, tenemos por delante unos 7 km de increíbles subidas y bajadas absolutamente rompepiernas que se hacen interminables…por lo menos eso era lo que recordaba de la anterior . En esta ocasión comencé a pasarlos y…por el momento me encontraba bien. Únicamente notaba algo cargadas las rodillas(lógico) por el terreno, pues cada subida era el típico reguero de piedrecitas que ruedan con cada paso, y lo mismo en las bajadas.
A la mitad llegamos al segundo avituallamiento, en el que se encontraba un grupo grande de los marchadores y me animaron como si fuera la primera!! Cuánta magia tiene la gente, cómo algo tan simple como unas palabras de aliento te pueden subir en volandas… Aquí no paro ni a coger agua, iba muy animada al ver que me estaba costando menos que la otra vez, y llevaba agua con mis pócimas de sobra….jajaja.
Seguimos entonces entre los caminos sube y baja, mientras me pasa el primer clasificado de la ogro. Señores, me quito el sombrero con esta gente de otro planeta! Llevaba 37 km en sus piernas y me pasó en una bajada que no me dio ni tiempo para animarle. Le sacó casi una hora al segundo. Y yo… con mis palos y con cuidado de no resbalarme y dar una culada….jaja. Por cierto, genial con los palos…adjudicados para próximos eventos.
Casi cuando íbamos a llegar al tercer avituallamiento, que era a los 14km, me pasa el segundo clasificado y al poco el tercero y el cuarto. Pero en un tramo en “llano” veo a los sanitarios de la prueba con alguien en una camilla, cuando paso por allí veo que era el que iba segundo de la maratón, con la pierna totalmente inmovilizada, tras una caída. Pregunto si puedo ayudar en algo….dicen que no… que siga. Y si ya iba con cuidado en las bajadas…ahora me da más respeto, bajo con mil ojos en cada paso.
Llegamos al avituallamiento justo después de una buena subida, y me reciben con una lata de cerveza, madre mía…. había sándwich de atún, de paté, vegetales, de nocilla, de embutido… gominolas, frutas cortadas, empanadas , chocolate y más cosas que no vería. Rellené de agua mis botellines del chaleco, eché mis pócimas y preparada para terminar. Me dicen al irme…..llévate esto!! Una tableta entera de chocolate de daban…jaja. Yo no suelo comer nada sólido en carrera, pero….se agradece y mucho!!!
Según unos voluntarios quedaban solamente dos toboganes para llegar a la pista que nos llevará hasta el pueblo, pero no me lo creí del todo….y esperé alguno más. Bien hecho! Porque nos quedaba “alguno” mas, y si no me hubiera desesperado (como me pasó la otra vez…). Por fin, llegamos a la pista, con las piernas bastante cargadas enfilamos la bajada hasta Autol. Esos momentos son geniales, cuando te das cuenta que lo más difícil ya ha pasado y sólo debes aguantar hasta la meta, que está a unos 2 km.
Entramos en el casco urbano y a tan sólo unos 100 metros está ya el arco azul. Nos reciben con un bonito recuerdo de finisher, que hace muchísima ilusión, pero no tanto como ver a tu gente allí, emocionados, deseando verte llegar, para darte un abrazo. Esto no tiene precio.
Como ya he dicho, una organización excepcional, con todo el pueblo volcado en que todos estemos contentos, ahhh y que no pasemos hambre ni sed, pues después de una ducha pudimos disfrutar totalmente gratis de champiñones, setas y choricillo a la parrilla con cerveza para los corredores (y asistentes).En fin, el año que viene estaré de nuevo en la línea de salida, quizás en la maratón… Tras las buenas sensaciones del domingo, ahora toca seguir entrenando mucho. Muchísimo!
Go Tortugas Go!!
Vero.
No hay comentarios :
Publicar un comentario