Aitor y yo llegamos desde Valladolid, y lo primero es ir a
recoger el dorsal, y luego como no, a reponer fuerzas con un café y un pincho
de tortilla. Aunque hemos ido con tiempo suficiente, en un abrir y cerrar de
ojos estamos ante la salida de la carrera larga, así que toca dar gritos de
ánimos para no perder las buenas costumbres. Esta carrera os la contará Nacho,
así no os la perdáis….
Sin darme cuenta y con los nervios en el estómago estoy en la línea de salida junto a Belén y el resto de corredores. Cuenta atrás y pistoletazo de salida. Mini vuelta por el centro del pueblo y sin haber recorrido apenas unos 250 metros empiezan las primeras rampas de agárrate y no te menees. Esta primera parte la reconozco porque ya la hicimos en Julio, aunque en sentido de bajada, en la carrera popular nocturna villa de Cistierna. Prácticamente hasta la mitad del recorrido ya todo sería de subida y, para una servidora, con pocos tramos en los que se pudiera correr.
No tardamos mucho hasta llegar a la Ermita de San Guillermo Templo rupestre del siglo X, ubicado en el interior de una gruta. También lo conocía de la vez que subimos dando un “paseo” Aitor y yo al Peñacorada. Hay una fuente, así que algunos corredores se paran a beber y a refrescarse, y eso que el día en inmejorable para correr. Hay una temperatura ideal y sin sol que nos abrase. A estas alturas de la carrera más o menos ya se han cogido las posiciones. Yo voy liderando un grupillo de unos 5 o 6. Varias veces les digo que si quieren pasar e ir más rápido me avisen que me aparto, pues vamos por sendericos estrechos por el pinar, pero me dicen que llevo buen ritmo y que siga tirando. Pues nada, allí que sigo, dándolo todo para no parar a tomar un respiro, y con la presión de oir los resoplidos a mi espalda. Sin prisa pero sin pausa vamos subiendo. Se hace un poco largo y los gemelos se van quejando…. Alguna de las chicas del grupo de pronto dice: “¿Y qué hago yo aquí?” Me entra la risa, porque ¿Quién no ha pensado lo mismo alguna vez en carrera?
Sin darme cuenta y con los nervios en el estómago estoy en la línea de salida junto a Belén y el resto de corredores. Cuenta atrás y pistoletazo de salida. Mini vuelta por el centro del pueblo y sin haber recorrido apenas unos 250 metros empiezan las primeras rampas de agárrate y no te menees. Esta primera parte la reconozco porque ya la hicimos en Julio, aunque en sentido de bajada, en la carrera popular nocturna villa de Cistierna. Prácticamente hasta la mitad del recorrido ya todo sería de subida y, para una servidora, con pocos tramos en los que se pudiera correr.
No tardamos mucho hasta llegar a la Ermita de San Guillermo Templo rupestre del siglo X, ubicado en el interior de una gruta. También lo conocía de la vez que subimos dando un “paseo” Aitor y yo al Peñacorada. Hay una fuente, así que algunos corredores se paran a beber y a refrescarse, y eso que el día en inmejorable para correr. Hay una temperatura ideal y sin sol que nos abrase. A estas alturas de la carrera más o menos ya se han cogido las posiciones. Yo voy liderando un grupillo de unos 5 o 6. Varias veces les digo que si quieren pasar e ir más rápido me avisen que me aparto, pues vamos por sendericos estrechos por el pinar, pero me dicen que llevo buen ritmo y que siga tirando. Pues nada, allí que sigo, dándolo todo para no parar a tomar un respiro, y con la presión de oir los resoplidos a mi espalda. Sin prisa pero sin pausa vamos subiendo. Se hace un poco largo y los gemelos se van quejando…. Alguna de las chicas del grupo de pronto dice: “¿Y qué hago yo aquí?” Me entra la risa, porque ¿Quién no ha pensado lo mismo alguna vez en carrera?
Llegamos a lo que parece el punto más alto y un voluntario
nos dice: “Venga, que ya habéis terminado la subida”, y ahora digo yo: ¿Qué
necesidad tenéis en general los voluntarios de esconder la verdad y castigar
nuestra mente? Pues resulta que no, que había que bajar, para volver a subir….
Uffff cierto es que la subida era más llevadera, pero subida al fin y al cabo….
Una vez coronamos aquí. Otro voluntario nos avisa que ahora ya sí empezamos la
bajada, y que vayamos con precaución pues es “peligrosa”. Bueno, pues a mí no
hace falta que me digan las cosas dos veces. Así que hago caso de la
recomendación y bajo tranquila (muy mal tampoco debí hacerlo pues del grupillo
no me pasó nadie y es más, yo cogí a otro corredor). Llegamos al
avituallamiento. No me entretengo, sólo hecho un par de tragos de agua y sigo
mi camino.
Comenzamos por un camino con mucha arena y piedras. Esta vez agradezco los bastones en prácticamente toda la carrera, pues me ayudan a mantener el equilibrio. Paso a dos corredores y me uno a otros dos. A uno de estos le da la ventolera y en cuanto me ve acelera el paso, tanto como que esprinta… pues nada chico, que vaya bien….. Seguimos bajando y de repente giro a la izquierda y subida de regalo. Cachis la mar, ahora que las piernas se habían hecho a la bajada otra buena rampa… Llegamos arriba y ahora ya sí enfilamos para Cistierna. Llegamos a la entrada del pueblo por la parte en la que está la residencia de ancianos y qué subidón, la música a tope y los abuelos chillando y aplaudiendo. Quedan unos 300 metros para terminar, así que aceleramos el ritmo para hacer nuestra particular entrada triunfal jejejeje (y conste que al final, en la recta de meta, pasamos al corredor que antes nos esprintó).
Comenzamos por un camino con mucha arena y piedras. Esta vez agradezco los bastones en prácticamente toda la carrera, pues me ayudan a mantener el equilibrio. Paso a dos corredores y me uno a otros dos. A uno de estos le da la ventolera y en cuanto me ve acelera el paso, tanto como que esprinta… pues nada chico, que vaya bien….. Seguimos bajando y de repente giro a la izquierda y subida de regalo. Cachis la mar, ahora que las piernas se habían hecho a la bajada otra buena rampa… Llegamos arriba y ahora ya sí enfilamos para Cistierna. Llegamos a la entrada del pueblo por la parte en la que está la residencia de ancianos y qué subidón, la música a tope y los abuelos chillando y aplaudiendo. Quedan unos 300 metros para terminar, así que aceleramos el ritmo para hacer nuestra particular entrada triunfal jejejeje (y conste que al final, en la recta de meta, pasamos al corredor que antes nos esprintó).
Carrera durilla, pero muy bonita.
Ahora toca esperar a que lleguen los de la larga…entra
Nacho, llega Víctor y Aitor que no aparece…. La espera se me hace muy larga… él
quería hacerla en 3 horas… llevamos 3h40min. Le llamo por teléfono. Está bien,
pero está sufriendo más de lo esperado… no pasa nada… Por fin le veo aparecer
acompañado de Diego, un voluntario que venía recogiendo parte del recorrido. Ha
sufrido, no ha tocado buen día, esto es así… pero ya estamos todos en meta.
Duchita y a la entrega de premios, ya que Belén, ha llegado tercera de su
categoría. ¡¡Enhorabuena!! Eres toda una campeona.
Toca tercer tiempo. Homenaje que nos damos todos a base
parrillada, patatas fritas y pimientos asados. Todo de lujo y por supuesto en
gran compañía….. Si es que este equipo, es mucho equipo. ¡GRACIAS TORTUGAS!
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