Una
de nuestras tortugas ha sido operada de un pie esta semana, tras varias visitas
al podólogo hemos aprovechado para que nos oriente un poco sobre consejos
podológicos en el deporte. A continuación os contamos lo más destacado, muchas
gracias por tu tiempo Miguel Ángel.
El
pie es un órgano vital en la práctica del deporte y cualquier alteración, por
pequeña que parezca, puede provocar la disminución del rendimiento deportivo. Cuando
realizamos deporte nuestros pies pueden sufrir una serie de afecciones y
deformaciones, las cuales requieren de tratamiento podológico. Entre las más
usuales encontramos:
Ampollas. Lesiones que cursan con el
levantamiento de la epidermis con contenido líquido.
Callos y durezas. Engrosamiento
exagerado de la piel causado por un exceso de presión.
Hiperhidrosis. Sudoración excesiva de
los pies, que suele ir acompañado de mal olor.
Bursitis. Inflamación en la bolsas
serosas amortiguadoras de los procesos mecánicos de la articulación,
normalmente muy dolorosas.
Papilomas. Lesiones víricas de la piel.
Suelen ser contagiosas y provocan dolor.
Onicomicosis. Lesiones de las uñas
producidas por hongos. Existe alteración en la coloración y aspecto de la uña.
Eccema de contacto. Reacción alérgica
de los pies ante los materiales constituyentes del calzado o de los calcetines.
Sabañones. Frecuente en deportistas por
su exposición de forma continuada a la humedad. Produce enrojecimiento y picor
de la piel.
Pie de atleta. Lesiones provocada por
los hongos, localizadas principalmente en los espacios interdigitales
Uña encarnada. La uña invade el tejido
cercano y provoca inflamación y dolor.
Fascitis plantar. Inflamación del
tejido que recubre la musculatura de la planta del pie, apareciendo dolor
punzante y sensación de rigidez en la zona.
Onicolisis. Pérdida parcial de la
lámina ungueal o uña.
Hematoma subungueal. Colección
sanguínea por debajo de la uña por un traumatismo o microtraumatismos
repetidos.
Neuroma de Morton. Engrosamiento del
tronco nervioso del tercer espacio
interdigital comprimido por las estructuras óseas adyacentes.
Onicogrifosis. Engrosamiento de la
lámina ungueal.
Consejos
podológicos para evitar estas alteraciones:
- El corte de la uña ha de ser recto, para evitar
que se claven por el continuo traumatismo que sufre el pie.
- El roce, la fricción y los traumatismos de
repetición producidos durante el desarrollo de la actividad deportiva pueden
prevenirse.
- El aseo de los pies debe realizarse con jabón de
PH adecuado al de la piel, prestando atención al secado entre los dedos.
Asimismo, evitar los lavados con agua caliente antes de la actividad deportiva,
ya que debilitaría la piel aumentando el riesgo de aparición de ampollas.
- Utilizar zapatillas de baño en vestuarios y
duchas colectivas.
- Los calcetines deben adecuarse a la práctica
deportiva, recomendándose los de algodón o de hilo. El calzado y los calcetines
no deben tener relieves ni costuras en contacto con la piel para evitar
lesiones.
- - Se recomienda no estrenar el calzado deportivo
el día de la competición.
- - El calzado deportivo debe adecuarse a las
características de la actividad y tipo de terreno donde se desarrolle.
- - Si el calzado sufre un desgaste excesivo puede
deberse a una alteración de la pisada.
- - Las zapatillas deportivas están diseñadas para
la práctica del deporte, por lo que no es aconsejable su uso fuera de este
ámbito.
El PODÓLOGO es el único profesional
sanitario dedicado sólo y exclusivamente al diagnóstico y tratamiento de las afecciones
y deformaciones de los pies.
Feliz fin de semana a todos!!!!
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