El pasado día 24 de octubre de 2015, las
tortugas Pedro, Jonny, Santi, Calili, Diego y yo nos dirigimos a Puebla de
Lillo. Laura que también iba a participar no pudo asistir por encontrarse
enferma y como no, también nos acompañaba nuestra fotógrafa y animadora Ana. Estaba
ilusionada por correr mi primer trail, aunque sabía q era un poco pronto para
ello, porque tan solo llevaba un mes y medio corriendo y aún no recuperada al
100x100 de mi lesión de rodilla, la más larga de las múltiples q he tenido.
Después de aparcar, recoger los dorsales y prepararnos, nos dirigimos hacia la salida. Se respiraba muy buen ambiente, todos íbamos a correr por una buena causa. Ya en la línea de salida, no me sentía nerviosa, algo poco común en mí, yo creo que me ayudó el ritmo animado de la música previa al pistoletazo del comienzo de carrera. Comenzamos a trotar y enseguida se puso cuesta arriba, yo decidí q no apartaría mis ojos del suelo, por miedo a retorcerme jeje.. porque soy propensa a los esguinces, enseguida me di cuenta de que un Trail no tiene nada q ver con correr cross q es más o menos lo q yo había corrido para entrenar este.
Cuando empezó la primera bajada, se confirmo lo mal q se me da, me adelantaban por todos los lados, pero yo prefería concentrarme en pisar sobre seguro, después llego una subida, que era como una pared con escalones y ahí volví a sentirme en mi terreno avanzando bastante rápida. La verdad es que a pesar de la dureza, iba disfrutando del maravilloso paisaje y sintiéndome con más fuerza, pero aun así reservando por miedo a un bajón, debido a mi escaso entreno. Después de pasar el primer avituallamiento y de separarnos de los participantes de la distancia larga, comenzamos otra subida y justo al coronar, Pedro me aviso: cuidado aquí, que viene una bajada, pero creo que no terminó de decirlo y ya estaba en el suelo, me asusté un poco, ya que el golpe más fuerte lo sentí en mi malograda rodilla, pero también en la cabeza, cadera y hombro. Después de comprobar que estaba más o menos bien y aunque dolorida (en caliente se nota menos) decidí seguir corriendo a trote. Después de un rato nos daba hasta la risa, Pedro me iba diciendo: es que no puedo contigo jajá….Aún quedaban 6 kms, la mitad del recorrido, pero como dice el refrán, lo que no te mata, te hace más fuerte.
Sobre el
kilometro 9,nos encontramos a los participantes más peques de la prueba,
acompañados de sus padres y nos contagiaron un poco de su alegría, íbamos
saludando, dándonos ánimos unos a otros..en fin muy buen ambiente. Nos juntamos
con Bea, de Páramo Runner otra adicta a todo tipo de pruebas y ya fuimos juntos
hasta meta, cuando quedaba poco mas de 1 km para la llegada, me retorcí el pie
y me ocurrió lo q mas temía, un esguince, aún así me dije: venga Marilo, que no
queda nada y a pesar del dolor, finalizamos a un ritmo bastante fuerte, porque además
el terreno era favorable. Cruzamos la línea de meta y ahí nos estaban esperando
Calili, Santi y Jonny, q entraron minutos antes y seguidamente a nosotros llegó
Diego. Ana nos hizo la foto de rigor y yo a pesar de mis contratiempos me
sentía súper contenta. Una prueba para repetir, por la buena organización, precioso
paisaje y excelente ambiente. En cuanto me recupere… ¡a por la siguiente! La
liga de Cross.
Marilo.
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