Villalfeide-Polvoreda, una de esas carreras con ganas de
hacer desde hace mucho tiempo, no sé si por verla a diario desde mi ventana, si
sí, ahora, desde mi sofá, con solo girar el cuello, veo la montaña que ayer me
puso en mi sitio, y es que si existe una Juez implacable, esa es la Montaña…Pone
a cada uno en su sitio, sin piedad, sin margen, sin importarle una puta mierda
el estado anímico en el que puedas quedar después de la carrera, ya que
físicamente te va a dejar destrozado, precisamente, llamadme masoquista, pero
eso, me encanta.
Llegaba a la carrera en la segunda semana de carga posterior
al Ironman. Prueba, la cual al día siguiente de terminarla estaba bastante
mejor de cómo estoy hoy, pero que dos meses después de hacerla me tiene “seco”,
no encuentro las sensaciones o el estado que llegue a tener por el mes de mayo
cuando he podido experimentar uno de los mejores estados de forma de mi vida.
Por ello, poco a poco he empezado a darle de cara al final de temporada con el
half de Ribadesella, y llevo 2 semanas con la lengua fuera, muy cansado, pero
más o menos asimilando bien la vuelta a la carga.
Aquí llega la III Carrera de Montaña de la Copa, donde las
Tortugas queremos hacernos notar, y no puedo hacer otra cosa que apuntarme y
sudar al lado de mis compañeros y dejar
hasta el último aliento.
He de reconocer que los nervios, se presentan en mi casa
mientras preparo minuciosamente la TortuMochila hasta que a las 07:30 con
puntualidad suiza, Jose y Diego llegan a buscarme. Desde allí a remontar el
Torio para recoger a Kiri y llegar a los pies del 2000 más cercano de la
Capital del Reino, bueno 2007, que 7 m son 7 m, y más para un triatleta
reconvertido del mundo del balonmano.
Nada más llegar a Villalfeide, ya se respira ambientazo, nos
cruzamos con Jesús Calleja, uno de mis ídolos, me parece un crack, Pablo Villa,
quien no puede admirar a semejante maquina, Salva Calvo… cuanto gallo! Vamos a
por los dorsales y mucha gente conocida, los mediáticos, o mejor dicho súper mediáticos,
como está esta gente!, compañeros de la behobia del año pasado, pupa´s runners,
y todos los equipos los cuales conformamos uno solo, los amantes del trail.
Mientras nos cambiamos nos juntamos con las otras dos
Tortugas, Edu y Jony que también correrían, y Vero que subía de animadora con
su chico.
Antes de la salida, un minuto de silencio, me vais a
perdonar, pero no sé exactamente el motivo, cuenta atrás y a correr! Bajamos el
pueblo rumbo a la carretera de las cuevas y en seguida nos metemos a la
izquierda, un poco de sendero y a subir, Kiri, como siempre sale a apagar un
fuego, y Jose tirando de mi y del Fisio forma el segundo grupo de Tortugas,
cerrando Edu y Jony los cuales poco a poco esperan quitarse el mal sabor de
boca del Cueto del Oso.
La Primera parte, una vuelta que regresaba al pueblo de unos
8 km, los cuales después de las primeras subidas, te llevaba a una bajada
brutal, muy técnica que empieza a cobrarse sus primeras víctimas, Calleja, se
cae un poco por delante de nosotros y según se levanta ve que algo no va bien y
posteriormente nos enteramos que decidió retirarse, Diego, uno de los Gallos de
Interval que siempre está en la pomada, también se lesiona, y yo entre
tropezones, consigo salvar un par o tres amagos de caída importante… alucino
como baja la gente! Yo bajaba a todo lo que podía, medio descontrolado, y tenía
que apearme cada dos por tres para no entorpecer a los que venían arreando
desde atrás…
En la bajada, veo que algo no funciona, según termino, me he
quedado sin piernas, no llevo cuádriceps, y en el trote soy incapaz de coger un
ritmo decente, Jose tirando de mi sin dejar de animar, pero al llegar a
Villalfeide, le digo que tire que no voy, y decido esperar al Fisio a ver si
lleva un ritmo más cómodo al que me pueda enganchar, el cual me coge antes de
salir del pueblo, pero se pone delante y tampoco voy a gusto, al final vamos
más o menos juntos, por un encinar precioso, desde mi punto de vista uno de los
parajes más bonitos de la carrera hasta el km 14 donde empieza la subida. Vamos
que según os lo estoy contando parece que antes había sido un paseo militar. En
el 12, ánimos de Vero, Sara, Laurina,Joseba… y de los voluntarios y voluntarias,
sin lugar a dudas, uno de los puntos fuertes de la carrera, de 10!
Como os decía en el 14, se empezaba a subir, más o menos 6
km en los que se ganarían 1000 m de desnivel positivo para perderlos en solo 3
ó 4 km y terminar la carrera. Poco a poco y ayudado de los bastones remontando
metro a metro teniendo que parar a coger aire y bajar un poco las pulsaciones,
momento en el que aprovechaba a darme la vuelta y ver el impresionante paisaje.
En el 1500 ( metros) parece que se relaja una gotina para afrontar la última parte,
pero al llegar al 1600, aprovechando un avituallamiento de agua, si sí a
1600metros de subida a “pinrel” había un avituallamiento, me planteo seguir en
la carrera. Mis piernas dicen que media vuelta, el estomago no lo llevo del
todo bien, y si el cuerpo no va, la cabeza…meto un gel, y a ritmo de Lori
Meyers, reacciono y venga para arriba, paso a paso hasta el 1700, momento en el
que me pasaba de largo y el chico que estaba de voluntario me dice, “quieto
quieto”, todo para arriba, ufff, pues nada, sin anestesia, a subir.
Al llegar al 1800, te encuentras lo que todo montañero
reventado necesita escuchar, “ oye chico, son las 12:25 y te quedan 200 metros
y vas muy mal, no vas a llegar, te van a cortar arriba” a lo que respondo, “…y
si me cortan arriba que pasa?”, “ …pues nada , das la vuelta y bajas por dónde
has subido”, mi respuesta es breve “ok”, eso sí por dentro creo que pude bajar
el santoral entero, aprieto las piernas y vamos, para arriba, pero este payaso
que cojones se piensa que la bandera de León que llevo en la camiseta es de
postureo?
A las 12:45 hago cima, vistas increíbles, y sin entretenerme, para
abajo. La bajada, sin piernas se hace eterna, además súper técnica, mucha
piedra suelta, y decido hacerla andando tranquilamente, con mucha ayuda de los
voluntarios que te guían el mejor paso de los obstáculos, termina la parte más
técnica, empezando una zona algo más “corrible”, pero sin piernas, seguiremos
andando. Al poco, aparece el corredor escoba que viene cerrando la carrera con
un corredor que me adelanta, y me cede el testigo de último. Llegamos al último
avituallamiento y a las 13:35 con 5 km por delante, donde me cortan y me dicen
que ya entraré fuera de control. Pues nada, ahí quedo con Juanjo, uno de los
miembros de la organización el cual me gestiona un bono bus para bajar abajo. Hasta
llegar al pueblo una serie de peripecias que hablaremos con una caña de por
medio, pero cuando llego a la plaza de Villalfeide, a las 15:15
aproximadamente, con todo el mundo comiendo la paella, allí están ellas. Las
Tortugas en pleno, esperándome. A mayores, Laura, Santi, Ana, Cris… Ole
vuestros cojones, día a día dais sentido a esa palabra que tanto utiliza el
Presi,¡ EQUIPO!.
Ducha deportiva, y bajamos al Hostal Las Rocas a degustar un
menú de Jornadas Gastronómicas del Chivo, quien nos mete mano ahí? Nadie, como
se nos da mover la mandíbula…
A nivel deportivo, Kiri se marcó un carrerón , para variar,
y Jose y el Fisio, siguieron a la zaga. A Edu y Jony les cortaron en el 1800m y
mi historia ha quedado aquí más o menos relatada.
El año que viene, nos vemos Villalfeide! GO TORTUGAS GO!
Fdo. Calili
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