UA-51285685-1 Equipo leonés de Trail Running : TORTUGAS TRAIL LEÓN: TIERRAS PESICAS 2019 RELEVOS

miércoles, 20 de noviembre de 2019

TIERRAS PESICAS 2019 RELEVOS


De viaje a Chamonix para correr la UTMB, paseando por la feria del corredor y viendo carreras para esta nueva temporada, nos encontramos el stand de los chicos de Tierras Pésicas y charlando con ellos les dijimos que las Tortugas Trail León iríamos a la edición 2019 ya que nos vendieron la carrera como muy guapa, como así descubrimos este fin de semana por Cangas del Narcea y sus Tierras Pésicas.



Desde septiembre que Mónica y yo estábamos apuntados para la carrera de relevos: ella correría una distancia de 15 kilómetros y un desnivel de algo más de 700 metros y me daría el relevo en el Parador de Coria. Yo saldría corriendo para hacer 16 kilómetros con casi 1000 metros de desnivel positivo. Hasta aquí todo bonito y como habíamos planeado. Empezamos la semana mal ya que el tiempo se puso en nuestra contra y en toda la zona de Asturias y en especial León han caído nevadas copias que han hecho estragos, haciendo necesario el uso de cadenas en algunos casos y haciendo intransitable muchas carreteras, incluso las autopistas, así que el viernes tocó dormir en casa y esperar a ver como se mostraba el sábado. Esa noche ya tuvimos algún conato de quedarnos en casa y no correr pero le pusimos valor y salimos con un poco de miedo por lo que nos encontraríamos en la carretera, pero salimos de Valladolid al medio día (cuando más calor hace), vigilando en todo momento el estado de las carreteras y afortunadamente pudimos llegar a nuestro destino sin ningún problema. Decir que Santi también corría la sped Trail pero el trabajo es el trabajo y no pudo acompañarnos en esta nueva aventura, aunque tanto él como Ana se acordaron de nosotros (y viceversa, nosotros de ellos también, que conste, jejejeje). Nada más llegar a Cangas a recoger los dorsales, nos encontramos la primera sorpresa: consultamos la lista de corredores de relevos y no estábamos, pero sí aparecíamos en la lista de corredores en pareja, claro que la de parejas era hacer la distancia de 30 kilómetros juntos y Mónica me dijo que ella nanai de lorito. Pues fuimos a reclamar y que subsanaran el error, cosa que al final vimos que el error fue nuestro al realizar la inscripción… madreeeeee que disgusto tenía, no podéis imaginaros, de hecho me tuve que salir y tranquilizarme porque…… Para quitarnos el disgusto y pensar que ya no correríamos, nos fuimos a una cata de vinos que entraba con la inscripción (quien no se consuela es porque no quiere…).


Allí encontramos a dos amigos de otras carreras, Susan y Oli, charlamos y disfrutamos de los vinos pero mi cabeza estaba en si podrían hacernos el cambio para poder correr.

Llegamos a la charla técnica y allí vimos a Dani, el organizador, y con el que hablamos en Chamonix. Nada más vernos un saludo y un abrazo de campeonato. Le contamos lo que nos había pasado y nos suelta: “eso está solucionado, hombre. Tranquilos”. Vamos que nos arregló todo para que pudiéramos hacer la carrera de relevos. No podéis imaginar que suspiro di y casi le como a besos, jajajaja, mil gracias DANI.

Mal dormimos en la furgo por los nervios de la carrera, jajajaja. Pronto estábamos en la zona de salida y Mónica ya se encontraba con la indumentaria Tortuguil para el primer tramo, que por cierto pillaría nieve en su trayecto. Era muy raro verla salir y yo quedarme en tierra haciéndola fotos y animándola, pero muy orgulloso de ella. Sale con mucho cuidado ya que la bajada era de piedras resbaladizas, yo abajo la animo hasta que se me va de los ojos y con ganas de verla dándome el relevo…


Tengo tiempo, así que termino de prepararme y voy a coger la furgoneta que me llevaría al punto de encuentro. Desde hora y media antes ya estaba en el Parador y mojándome, ya que estaba lloviendo, pero con ganas de que llegara mi churri. Vi llegar a los pros de relevos y casi ni se paraban a saludarse, solo cambiaban el chip y desaparecían, jajaja, me reía solo de pensar lo que tardaríamos nosotros en hacer el cambio...


A lo lejos veo que viene Mónica… Qué subidón para mí. Cruza el puente y la carretera que nos separa y nos abrazamos, nos damos un beso, me quito mi chaqueta, me pongo la mochila de correr, cojo el chubasquero que era obligatorio pero lo llevaba Mónica, me pasa el chip y lo coloco, hablamos de que tal la fue, otro beso y nos despedimos, ese fue nuestro cambio, total casi 4 minutos… pero de felicidad!!



Toca correr ya que salí el último de los equipos por relevos pero muy orgulloso de serlo (por detrás alguno había del trail y de la carrera por parejas). No puedo ir siempre el primero, a mí me cansa, jajajaja. Pues como imagináis, era todo para arriba pero como salía con fuerzas y ganas, me encontré muy bien. Preciosa toda la subida por bosques con agua fina que mojaba pero que solo hacía que mi sonrisa fuera a más. Pasamos a mas altura y ya empezaban las nieves y todo el suelo blanco, pues otro subidón más al cuerpo. Forcé un poco más de lo normal queriendo pillar alguno pero era imposible ya que me sacaban más de 8 minutos, pero al tran tan fui cogiendo a gente que hacían en pareja los 30 kilómetros y cuando yo les pille, ellos llevarían unos 20 así que ya iban bastante cansados y todavía les quedaba, pero a mí me hacía ilusión pasar gente, de hecho llegué a contar que pasé a mas de 30 corredores pero no me valían, joooo yo quería pasar alguno de los de relevos. En la zona más alta todo eran unas vistas increíbles y más correr por la nieve aunque como ya habían pasado muchísimos a mí me tocó bastante barro, pero no importaba. A lo lejos veo una indumentaria que me sonaba de un corredor de relevos, pero no puede ser ya que me sacaba bastante, pero ¿y si es él? No me perdonaría que pudiera ser él y no pillarle, así que me pongo en modo cazador y subo un punto. Después de varios kilómetros me pongo a su lado, le saludo y miro el dorsal… ¡es el de relevos!, vamossssss que ya no somos los últimos, que alucine, eso me da más alas, no quiero que me pille pero se da cuenta y corre un rato conmigo hasta que aprieto y me voy, jajaja, que pro soy, jajajaja. Bajada rapidísima por camino ancho y bueno, voy volando hasta que se llega a la temida bajada, uffffff, ni con bastones creo que salga intacto, jajaja.


Primer tramo y dos culadas pero con gritos de alegría, la cosa se va complicando y los voluntarios nos avisan que con cuidado. Yo esta vez no les hice mucho caso la verdad, vuelvo a caer y veo marcas de culo hasta abajo del todo y pienso: “si ya estoy así y se me va a complicar la cosa, ¿por qué no lo grabo y bajo haciendo culo esquí?” Pues dicho y hecho. Menuda velocidad que pillé, tanto que luego tuve que tirar de freno con los bastones porque me comía un árbol, jajajaja. Otro subidón que queda en mi retina y en mi mente. Pero eso no es todo, ya que por la zona baja, al lado del río es un total barrizal y encima de bajada… voy pasando corredores y con la moral por las nubes. Una zona increíble corriendo entre el cauce de los regueros del deshielo, que hace que me ilusione más y no piense en lo frío que está, jajaja. Llego al cruce de la carretera y cogemos el camino del vino, yo pienso que no queda nada, pregunto a dos corredores y me dicen que kilómetro y medio, uffff, pero si ya había dado todo!! Pero claro el orgullo es muy orgulloso, jajaja y no quiero parar y que me pasen así que me encabezono y continuo, oleeeeeeee, cojo a otra corredora que me quiso hacer otra “Vikada” (algunas tortugas ya sabemos lo que es eso, y seguro que al leer esto se reirán… otros… ya os lo contaremos algún día jajajaja). Entro por el pueblo y a lo lejos y muy alto oigo a Mónica dándome voces de ánimo, TORTUGAAAAA!! jajajaja, seguro que la están mirando y diciendo que está loca, jajaja. Cruzo el puente y toca una subida brutal empedrada (la misma por la que al principio había bajado Mónica). Los primeros pasos los hago andando pero en cuanto se que la gente me va a ver, lo doy todo y sufro corriendo hacia arriba a paso súper despacio… buahh chaval!! Que emoción al ver cómo te animan: le doy la mano a Dani, a unos chavalitos, una mirada de cariño a mi Churri y hago una entrada de las de campeonato (por lo así de bien me siento yo…).


Barro hasta en cualquier lugar de mi cuerpo pero mi ilusión era decir a Mónica que no éramos los últimos, que adelante a uno, eso quiere decir que somos los mejores!!

Después de la duchita calentita había una carpa con un pote, bochus, embutidos, vino, cafés y postre… todo bien sentaditos, ¿Que más se puede pedir?


Nosotros como Tortugas, volveremos.

Gracias en especial a Dani por hacernos disfrutar del finde y de la gran carrera. GRACIAS!!

Gracias a mi Churri que venía sin ganas, desmotivada por el tiempo y que se supo sobreponer y dar todo de ella misma para hacerlo tan bien y yo SUPER ORGULLOSO DE ELLA!!

Ya somos Pesicos!!

Aitor


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