La salida es a las 10 de la mañana desde la Plaza Mayor y por delante nos esperan algo más de 16 kilómetros de caminos cuidados como autopistas, tal es así que la práctica totalidad de corredores lo hacemos con zapatillas de asfalto, lo cual me viene de perlas para poder ir recuperando ritmo de competición y autoconfianza.
Como no tengo nada claro el ritmo que voy a poder llevar decido salir de los últimos, y si puedo ir adelantando. El recorrido es principalmente llano, aunque tiene un par de repechos entre los kilómetros 3 y 6 que me vienen genial porque son cortos, pero con pendiente, y en ellos, con pasito corto y rápido puedo darle caña e ir superando corredores.
En esta ocasión las piernas me responden, el corazón también y eso hace que la cabeza quiera seguir y seguir, así que no dejo de adelantar gente todo el rato, por fin vuelvo a sentir lo que es correr por debajo de 5 minutos el kilómetro de nuevo de forma continuada y disfruto chocando la mano de los niños en Benamariel, dando las gracias a los voluntarios en todos los avituallamientos (hasta 4 había, con agua, fruta e isotónicos) y sonriendo para las fotos.
En 1:18 me planto en meta y allí recibo la gran sorpresa de bolsa del corredor a la que no pude evitar hacer una foto y que es digna de reflexión, medalla, visera 3 botellas de vino, cecina, chorizo, agua, isotónico, una manzana, una barrita y un vale para un generoso pincho de tortilla y una caña en el Bar Casino y todo esto por 8 euros de inscripción.
del corredor, prometo volver e intentaré que sea rodeado de más Tortugas.
PD. Las fotos en este caso son gratis, cortesía de Cundi Vega, Hugo Martínez y Mónica Pérez
Fuertes
Pros
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