I CROSS DE INVIERNO ASTORGA

No podía ser de otra forma, tenía que correr en mi tierra una vez más y, una vez más no estaba en mi mejor momento ni de lejos; a veces las lesiones y las heridas son visibles, pero otras no lo son tanto, aunque no por ello duelen menos. Una serie de circunstancias vitales me habían restado energía, horas de sueño y malas sensaciones…. Pero hay que darle la vuelta a la tortilla, dar gracias por lo que tenemos y pensar en aquel refrán que dice:”no hay mal que cien años dure”. Lo que sí que hay que tener claro, es que hay que ser leal y cuidar a la gente que apreciamos y queremos mientras esté viva y aquí, ya que después de poco, ¡¡qué digo de poco!! no!! de nada sirve hacer in memóriam si no es para que algún bonito recuerdo de anécdotas varias nos haga esbozar una sonrisa, la misma que alegra tu corazón al pensar en aquellos con los que compartimos viaje y en aquellos que vimos desde el tren de la vida, que nos ayudaron en alguna parada, que creyeron en nosotros.… y durante el viaje hay que procurar no ir esparciendo espinas por el camino, ya que tal vez toque volver descalzo…¡Cuánto siento que no veas mi viaje! Al final lo convierto en hábito, pero voy a poner de nuevo banda sonora a la crónica, en esta ocasión “la venda” que nos representará en Eurovisión y que mi prin bailará en el cole, canción de crecimiento personal, espero que os guste.

A este paso voy a convertir el blog tortuguil, en un lugar de reflexión, y nooooo, que lo que he de hacer es la crónica de la carrera, vamos allá.

24F, jornada de atletismo increíble, ya que el mismo día se celebraba el campeonato provincial escolar con la final de campo a través, donde los más pequeños demostraron ser grandes deportistas, y a los mayores nos dieron nuestro momento, ya que el Ayuntamiento de Astorga aprovechó para organizar el I Cross de Invierno para los mayores.

Todo de cara, inscripción gratuita hasta cubrir las 150 plazas, domingo, sin madrugar, chocolatada al finalizar la prueba, tierra conocida, comidita postcarrera en casa de mamá…tenía que ir. La distancia no me gusta nada, los diésel no somos de tan cortas distancias, y 6 km no es mi distancia. Pero me había inscrito, y eso es compromiso asumido. La previsión del tiempo es brutal, estamos en unos días de invierno en los que asoma por la ventana y entra hasta la cocina la primavera, y no se equivocaron las previsiones, amaneció un día espectacular. Recogida de dorsales, estrenando nueva camiseta tortuguil, y menudo ambiente tenía el Parque de la Eragudina, tanto niño y tanto joven corriendo, era un gustazo verlos…y no digamos a sus papis animando a los reyes de la casa…un espectáculo. Me pongo de corto, y a calentar motores, que se enfrían y vuelven a calentar varias veces, hubiera bastado una mantita o en el mejor de los casos una tumbona para calentar, menudo calor que hacía!! la cuestión es que no estaba clara la hora de salida, ya que hasta que no terminaran los pequeños, no corríamos los grandes.

Finalmente pasadas las 13:00 nos llaman a la parrilla de salida; nos dicen que son 6 vueltas, una corta y después 5 largas, taaannnn laaargassss…ufffff. Detesto el dar vueltas como si fuera una pista de atletismo, eso fue en otro momento de mi vida, pero en este me gusta correr por el monte por la sensación de libertad, y correr en hierba y dar vueltas, no me gusta nadaaaaaa.

Los chicos salen disparados, madre mía!!

Las mujeres vamos a otro ritmo, pero cada vuelta se hace eterna, además del riesgo de perderme en la cuenta…y aunque sé contar hasta algo más de cinco (jjj) entre el calor y las curvas cerradas del circuito, es fácil perder la cuenta; las vueltas se hacen eternas, ya lo había dicho verdad??? Aunque los ánimos de las tortugas, José Luis y Raúl y familia, y de mi sis siempre dan ese punto de aliento que suma. Cuando voy por la tercera vuelta pienso que llevo cuatro, y al darme cuenta, casi muero…y qué calor!!! Me encuentro con Sole, una crack que va tocada, también, y finalmente entramos juntas en meta, juntas y primeras de nuestra categoría; eso si, cosas de los chip, como anuncia el speaker, mi chip saltó después. Pero a la hora de subir al podium es donde se ven a los corredores con deportividad, y Sole casi me agarra por las orejas para subir con ella a lo más alto. El premio, una caja de mantecadas de la tierra, que junto con el chocolate casan de muerte. Un dulce final.

Lo mejor por un lado, el pódium de Dani, lo guapo que luce con su medalla, enhorabuena campeón!!! la cantera viene pisando fuerte, un orgullo hacerme una foto con él; y de otro lado, la utilidad de este tipo de pruebas que sirven para animar a los pequeños espectadores no corredores a hacerlo, y ahí tenemos a nuestra tortu Carolina que se calza las zapas en nada, ánimo pequeña!!

La guinda del día la pone la comida familiar, pedazo cocido, calor y cocido no casan bien, pero está increíble.

Gracias a la vida por un día más!!

Y buen viaje!!

Go tortugas!!

Inma