III SAN SILVESTRE DE HORTALEZA

Me apunté a la San Silvestre del madrileño barrio de Hortaleza, cuando vi que su recorrido era gran parte por las calles del pueblo viejo de Hortaleza, me atraía correr por allí, pero justo casi 24 horas antes de la salida recibíamos un mail indicando que la Dirección General de Gestión y vigilancia de la Circulación había emitido informes negativos y desaconsejaban todos los recorridos propuestos...se modificaba la carrera llevándosela al nuevo barrio de Valdebebas que también se encuentra el distrito de Hortaleza, y donde ya he participado en alguna prueba a pie y en bici.

En Valdebebas me presento el sábado 30 de diciembre un poco antes de las 9 de la mañana, recojo mi dorsal y entrego mi juguete, ya que esta carrera era solidaria, la inscripción consistía en una cantidad económica y en la entrega de un juguete nuevo para la Tienda Gratis de la Asociación Vecinal de Manoteras. Había 3 pruebas, una de 9 kilómetros, otra de 6 kilómetros y una marcha no competitiva de 3 kilómetros para que cada persona se adecuase a su gusto y le apeteciera.

El recorrido de la prueba de 9 kilómetros era una vuelta completa por el perímetro del Parque forestal de Valdebebas. Comenzábamos todas las carreras a la vez, para después de aproximadamente un kilómetro las de 3 y 6 se adentraban por dentro del Parque Forestal para seguir su trazado, mientras los de 9 continuábamos por todo el perímetro exterior.

Hay algún que otro participante realizando lo que se ha puesto de moda últimamente, la "San Silvestrada", realizan en dos días 5 o 6 San Silvestres, y está al ser el 30 a primera hora les venía genial para comenzar la ronda....

Buena parte de la prueba es en gran parte por el carril bici, y se agradece la textura un poco más blanda que el asfalto del suelo, con continuos subes y bajas. Voy bastante bien y me encuentro cómodo, cuando falta aproximadamente kilómetro y medio, en una de las salidas del parque nos juntamos las tres pruebas, ya que los corredores de dentro del parque salen a nuestro recorrido, una última subida que lleva a una rotonda donde se divisa la ciudad deportiva vikinga y queda enfilar la larguísima recta que nos desemboca en la línea de meta.

Cuando miro la clasificación veo que he quedado en octava posición, he sudado la camiseta delante de los vecinos del barrio y he abierto hueco para el homenaje gastronómico que me espera al día siguiente para despedir el año, a riesgo de que me echen de la cena directamente por el "saque" que llevo, que después de cada carrera llego con un apetito pantagruélico (Bueno...y sin carreras también...jejeje)

Feliz 2018

Marcos