CROSS DE REYES, TORDESILLAS 2018

Un Cross que no estaba en mi calendario pero al final me decidí ya que estaba entrenando fuerte y quería ver que tal las sensaciones. Pues bien…malas, muy malas, puffff, vamos que los Reyes me quitaron en vez de darme, jajajaja.

Me despierto, levanto la persiana y ohhhhh!! Está nevando que gozadaaaaaaa, a mí me encanta correr con esta climatología, así que preparo la mochila y junto a Mónica nos vamos a Tordesillas. Creemos que la gente se habrá echado atrás y que seremos pocos, pero ya en las cercanías vemos un montón de coches y corredores enfundados en sus mallas y demás atuendos deportivos. Entre nieve y lluvia nos acercamos a por el dorsal y nos entregan un par de calcetines que tienen muy buena pinta. Nos vamos a cambiar y se echa de menos el estar con mas Tortugas, jooooooo, pero en breve correremos el Snow cross de Leitariegos y allí nos volveremos a encontrar con ellas.

El circuito es de 9 kilómetros y todo por pistas. Nos comentan que han cambiado el terreno porque en algunos tramos había mucho barro, jajajajaja, ¿barro? estos no saben lo que es barro, piedras etc., etc. El caso es que nos presentamos ante un circuito muy, muy rápido.


Mónica está con el paraguas haciendo fotos y animándome. Yo preparado en la línea de salida cuando sin darme cuenta ya estamos rodando a fuego!!  Quiero coger ritmo y me encuentro con un tapón que nos cuesta adelantar. Resulta que es una pareja de corredores muy veteranos que han salido en primera línea y nos toca adelantarlos por donde sea y todo lleno de grandes charcos que no dudo nada en atravesar por el medio, cosa que algunos esquivan por miedo a mancharse y mojarse, jajajaja ¡¡Que esto es un crosssssss!!

No tengo buenas sensaciones, voy mal, cansado y no consigo coger mi ritmo. Decido ir a lo que puedo y no a lo que quiero. Me van pasando corredores y me voy desmoralizando, eso hace que no me centre y solo tenga ganas de terminar la carrera pero estoy en el kilómetro 3, así que hoy toca sufrir mucho. Tengo las piernas muy pesadas y los cuádriceps están muy duros. Tras un giro miro el reloj y todavía quedan 4  kilómetros. Me sigue pasando gente. Levanto la vista y a lo lejos veo los arcos de llegada. Intento poner un poco más de ritmo pero es imposible, sólo me repongo un poco en los últimos 800 metros que ya veo a Mónica y oigo sus voces de ánimo que hace que intente pasar a una corredora en la línea de meta, cosa que no pudo ser ya que ella también apretó, jajajaja, como era normal.

El tiempo que he hecho no es malo, pero pensé que habría mejorado un poco con los últimos entrenos... Termino de entre la mitad hacia arriba de la lista, está bien, se ve que mejoramos muy poco a poco (ya que antes siempre estaba de la mitad para abajo), pero también creo que los excesos de las comidas y bebidas navideñas han hecho estragos en mi cuerpo, aunque tampoco valen excusas… hay lo que hay.

Terminada la carrera toca natación, digo ducha, aunque se podía nadar en el vestuario del agua que había en el suelo… ¡casi 20 cm! De hecho daba igual entrar con chanclas, el agua te llegaba hasta el tobillo, ufffff, eso sí, agua calentitaaaaa. Después tocaría el caldito calentito con su vinito, el bocata de chorizo - panceta, el roscón de Reyes y la entrega de premios que como supondréis no accedí a ninguno, jajajajaja

El que si tuvo premio en la categoría absoluta fue Santiago Mezquita, que se hizo con el triunfo de la competición. Que tío, ¡cómo corre! Y eso que estuvimos hablando con él y nos dijo que estas carreras no eran lo suyo…

En fin, no todos los días pueden ser buenos, así que toca animarse y volver al ataque.

Aitor