Me levanto, voy a currar y aunque me permitieron que saliera una hora antes, la mañana se me hace eterna, pero por fin llegan las tres de la tarde, bajo a toda leche me disfrazo de Tortuga y me reúno con Pedro que me esta esperando a la salída. Después de preparar nuestras maquinas, nos dirigimos a la zona de la carrera. Ya desde lejos se me dibuja en la cara una sonrisa de oreja a oreja porque escucho al súper Speaker Aitor y se me quitan los nervios, ya que me transmite buen rollito jejeje, es el mejor. Saludos, fotos, risas, etc...
Y por fin llega nuestra hora, va a ser la primera vez que compito con mi Fat bike, todo el que me conoce bien sabe que lo mío es la bici de carretera y que en montaña soy bastante torpe, en parte por mi problema de equilibrio y mi miedo a las bajadas, pero me compré esa bici porque aparte de que fue un capricho porque me encantó, se supone que es mas estable que una btt tradicional.
Pedro: Y mientras estaba Aitor calentando y nosotros en la línea de salida, resulta que deja su calentamiento para darnos nuestra salida como dios manda, empieza la cuenta atrás y empezamos zumbando para arañar todo lo posible al crono, cuando ya nos metemos en serio en los caminos voy indicando a Mariló todos los baches y curvas posibles, como se suele decir, despacio con buena letra. Según vamos rodando nos adelantan dos equipos y en el kilómetro 14, ya vemos la pareja de tortugas de Aitor y Calili que nos dan alcance, vamos haciendo la goma nos ponemos a su rueda en las subidas y en las bajadas se despegan, pero al final decidieron que fuéramos los cuatro juntos hasta la meta como un buen equipo que espera a sus compañeros, al pasar la línea de meta todo fueron alabanzas y ánimos, igual que Belén y Ángel en el kilómetro 16.
Ya en meta son todo anécdotas y aventuras, como no, todo el mundo mirando la bici de Mariló, y la gente haciendo cola para probarla. Antes de ir a cambiarnos decidimos esperar a la entrega de premios que llevó un ligero retraso, pero nada serio, y que menos darle la enhorabuena a la tortuga Hilario de todo el trabajo que ha realizado durante estos meses de atrás para que la Virginiana haya salido para adelante sin ningún contratiempo. Y lo más esperado, el tercer tiempo, después de un esfuerzo hay que reponer energías y lo hacemos con una súper hamburguesa XL, que si no nos ayuda Graciela no podemos con ella, lo pasamos genial.
Pedro y Mariló
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