UA-51285685-1 Equipo leonés de Trail Running : TORTUGAS TRAIL LEÓN: CORRIENDO ENTRE VIÑAS

lunes, 7 de noviembre de 2016

CORRIENDO ENTRE VIÑAS

Tocaba pasar el finde de tranquilo, visitando a la familia y viendo a los amigos. Teníamos intención de salir el domingo a correr un rato pero de pronto nos enteramos que había una carrera en Mucientes: “Entre-Viñas”, la última de seis carreras organizadas por la diputación de Valladolid. Así que ni cortos ni perezosos decidimos apuntarnos, y cuando me quiero dar cuenta, ya hay más de 300 inscritos.


Llegamos a Valladolid el viernes tarde y ya empieza a lloviznar. Se pasa toda la noche lloviendo. Amanece el sábado y estamos en las mismas, ¡Vaya aguacero casi todo el día! Me animo a mí misma pensando en que como ha llovido poco en los últimos tiempos, el suelo absorberá todo o casi todo el agua.

Suena el despertador y nos ponemos en marcha. Es un bonito día soleado, pero frío de narices, los termómetros han caído por debajo de cero grados. Desayunamos, nos ponemos nuestra equipación tortuguil y nos vamos hacia Mucientes. Qué alegría volver a encontrarnos con amigos atletas que siguen corriendo con la misma ilusión que hace taitatos años!!


Recogemos nuestros dorsales y calentamos un poco. Todo el mundo se nos queda mirando, pues en estos lares no están acostumbrados a ver estos colores ni a los Tortugas Trail León, así que nosotros, con la cabeza bien alta, orgullosos de nuestro equipo y de nuestra vestimenta.

Calentamos un poco (no mucho no siendo que desgaste todas mis fuerzas jajaja) y vamos al coche a prepararnos definitivamente. En el último instante decido correr con mallas cortas y playeros, no parecen necesarias las trail. Vamos a la salida y se hace un emotivo homenaje Javier R.P., recientemente fallecido nada más cruzar la línea de meta de una de las pruebas precisamente del circuito “Corriendo entre Viñas”. Un minuto de silencio y nos colocamos en posiciones, a la cola del grupo claro, que aquí hay mucho “galgo” y quizás nos arrollen nada más empezar.


Aitor me da las últimas instrucciones para poner en marcha mi nuevo reloj gps, y sin darnos cuenta, comienza la carrera. ¿Pero qué es esto? Si apenas hemos pasado el arco de salida y estamos parados (Es lo que tiene ser tanta gente y salir por una calle estrecha, supongo…). En nada la situación se normaliza y arrancamos. En los primeros pasos Aitor me abandona como el desodorante (Tranquilo chato, no te guardo rencor jajaja). Cuando salimos del pueblo se ve la hilera de gente, pero por Dios! ¿Dónde están ya los primeros? En fin, decido “cerrar los ojos” y yo, a mi carrera. Ya llevábamos un rato y miro el reloj, me parece ver 500 metros y me digo ¡No puede ser! Me da por toquetear lo botones sin saber bien lo que estoy haciendo y ya por fin veo 1,5 kilómetros. Esto ya me mola más…

Cada dos por tres (o tres por dos... no sé) voy mirando el reloj y claro, los kilómetros no avanzan ni de coña. Encima me había hecho a la idea de que siendo por Valladolid sería llano, pero no, alguna cuestecilla había, que no eran pronunciadas, cierto, pero largas de narices sí. Me voy animando, porque aunque algun@s me van pasando, yo también parece que llevo buen ritmo y me permito el lujo de ir adelantando gente. A veces me voy acordando de Aitor, mira que me había intentado convencer para que fuera en manga corta, pero no le hice caso. A ratos voy con calor, sí, pero otros voy estupendamente.


Dios menudo aire... ¡¡Si es que así no hay quien corra y gane terreno¡!
En todos los cruces hay gente de protección civil o voluntarios, pero jolines!! ¿Cómo se puede ser tan sumamente sosaina y no ser capaz de dar un grito o un aplauso o un algo…? ¡¡¡que se agradece un motón, leche!!! Tristes, que sois unos tristes. En fin…en vuestra conciencia caiga… Tendrían que aprender del avituallamiento tortuguil en La Virginiana jajaja

De nuevo una cuesta y a lo lejos veo caballistas montando un poco de fiesta, chillando y dando gritos. Por fin alguien animando, me digo, pero no, cuando llego a su altura ya se estaban dispersando, así que, muy inteligente yo, deduzco que su corredor ya ha pasado. Pero unos metros más adelante, cuando se termina la cuesta, hay un par de chicas que sí animan. Qué bien!! Las doy las gracias claro… Además me vengo arriba, ya se ve el pueblo al fondo. Llevamos 7,5 km y ahora toca una buena bajada, aunque ya no tengo demasiadas fuerzas la verdad… pero el ver la torre de la iglesia cada vez más cerca hace que siga animada. Casi ya llegando al pueblo de nuevo cuesta arriba, menos mal que es lo último, que sino… entro en las calles del pueblo y por fin oigo: “¡Vamos tortugaaaaaaaaa!”, Qué alegría me da. Allí estaba Aitor para recibirme y acompañarme en los últimos metros a meta. Gracias chatín.


Ahora llega el tiempo de descuento, un vinito y su correspondiente tapita… que sino la cosa no tiene gracia.

Bonita carrera, aunque los viñedos se hicieron desear un poco jejeje y me ha encantado ver continuamente gente, porque así se hace mucho más ameno… ahora ya centrada en la siguiente… a Villablino que nos vamos!!

Aaaaaaarriba Tortugas!!!


Mónica

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