MEDIA MARATÓN LEÓN 2015
Mi preparación para esta carrera empezó hace más de un
año. Después de intentar preparar la media maratón del año anterior y tener que
posponerla debido a una trocanterítis. Llegar a este día preparada, sin
lesiones y después de un año complicado, me hacía realmente muy feliz.
Suena el despertador y como un resorte me levanto. ¡Qué
ganas tenía de empezar a correr! Intento desayunar tranquilamente para
relajarme un poquito, me pongo la camiseta tortuguil y salgo hacia el
Hispánico.
Cuando llego, veo un ambientazo estupendo. Todo el mundo
con una sonrisa en la cara. Sonrisa nerviosa, como la mía, en muchos casos. Después
de calentar un poquito, por fin aparecen mis Tortuguitas Marcos, Victor y Edu.
Tres caballeros andantes que no dejaban de animarme para que disfrutara de la carrera
en todo momento.
Casi sin darme cuenta llegan las 10:30h y se oye el
disparo de salida. ¡Empezamos!
Salimos a buen ritmo, voy regulando la respiración poco a
poco y rápidamente llegamos a Santo Domingo. Nos encontramos con muchísima
gente animando, banda de gaiteros incluida, ¡Que subidón! Increíbles las buenas
sensaciones que tenía. Ya sin nervios y con tantos paisanos apoyando, sólo
había que seguir.
La zona de Eras se hace un poco larga debido al viento y las
rectas interminables, pero me encuentro bien. Tengo al globo de 1:45 delante y
para mi sorpresa no va demasiado lejos.
Al poco llegamos al Auditorio dónde nos esperaban mi
familia y muchas tortugas animando. Otro chute de energía estupendo para tirar
con la sonrisa en la cara hasta la Catedral. ¡Vamos! Ya estoy en el km.10 y me
encuentro muy bien.
En la zona de la Universidad aparecen los primeros síntomas
de cansancio. Así que intento no pensar en los kilómetros que faltan. Pongo
modo automático (estilo “ las tiradas largas de Miguel Ángel/Interval”). Los
corredores nos vamos animando los unos a los otros. Estamos en el ecuador de la
carrera y todos sabemos que ya sólo
queda la vuelta.
A partir de ese momento comienza lo más durillo. El
cansancio y el miedo psicológico por saber que te viene lo peor (km. 15-18)
hicieron que me pusiera algo nerviosa de nuevo. Sin embargo, al final, no fue
tan duro como pensaba. La zona de la Candamia y la Lastra se hacen difíciles
pero en ningún momento sentí necesidad de parar. Así que súper contenta,
empiezo a acercarme a la zona de El Corte Inglés. ¡Lo estaba consiguiendo!
A un kilómetro de llegar al Hispánico la sonrisa ya no me
cabe en la cara cuando veo a mi hermano. Estaba esperándome con la bici para
acompañarme y animarme hasta el final: “¡Vamos
campeona, que ya lo tienes!” me gritaba. Muy emocionada enfilo Fernández
Ladreda, donde veo a mi padre. ¡Qué alegría! En ese momento una energía que no
se bien de donde sale se apodera de mí.
Subo el ritmo, abro zancada, sonrisa en la cara y ¡A Volar!
Dando la vuelta a la última glorieta la gente no deja de
animar. Veo a mis amigos gritándome “¡Vamos,
Lo has conseguido!”. Y antes de entrar al Hispánico mi madre y mi abuela también me gritan animando
como locas. El subidón ya era máximo.
Tomo la curva y entro en el estadio. Veo a mis tortugas
Marcos y Víctor que ya habían terminado. Al fondo visualizo la Meta. Lo que sentí en
ese momento no lo olvidaré jamás.
La felicidad absoluta. Las piernas me iban solas y yo no
podía parar de reirme. Lo había conseguido. 21 km después de empezar había
cumplido mi objetivo.
Había terminado Mi
Primera Media Maratón Feliz. :)
Fdo: Henar.
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