IX MEDIA MARATÓN DEL CAMINO DE SANTIAGO

MIS PRIMEROS PASOS POR EL CAMINO

A pesar de haberme pateado multitud de rincones peninsulares, reconozco que con el Camino de Santiago tengo una cuenta pendiente, quizás porque me tira demasiado la cuesta arriba o por el tiempo libre que requiere para realizarlo, hasta ahora no había puesto mi huella en el camino, así que mejor manera de estrenarme que hacerlo con una de las formas que más me gusta, corriendo…La media Maratón del Camino, entre las localidades riojanas de Nájera y Santo Domingo de la Calzada.

Allí nos encontrábamos en Nájera, en la salida, al lado del Monasterio de Santa María la Real, dispuesto a enfrentarme a los 21 kilómetros que llevarían a Santo Domingo de la Calzada. La salida se encontraba en una cuesta arriba prolongada por la calle Costanilla, que nos haría salir de la villa y afrontar de lleno el Camino de Santiago…Ya desde los primeros instantes, se pudo ver lo que iba a ser el recorrido, terreno de todo tipo, asfalto, hormigón, tierra, barro y piedras, con un constante picar hacia arriba, y alguna que otra cuesta rompedora… 

 

Pasados los 5 primeros kilómetros, atravesamos el primer pueblo, Azofra, que hace que mis pensamientos fluyan a viejos recuerdos baloncestísticos estudiantiles, primer avituallamiento, donde cojo agua solo para enjuagarme la boca y continuar. Prosigo el recorrido,  es un placer correr entre viñedos, un paisaje que te ayuda a distraer la mente, a no pensar en el esfuerzo, la fatiga… y empieza a picar hacia arriba, son varios kilómetros que culminan con el Mortirolo de la prueba, se ve en la lejanía, una subida pronunciada y bastante larga, que nos lleva al momento de mayor exigencia de la carrera.

  

Justo nada más acabar los momentos más duros se llega al pueblo de Cirueña, alrededor del kilómetro 15, donde está el segundo avituallamiento, aquí ya me hidrato bien y enfilo los últimos kilómetros, más suaves, con tramos cuesta abajo que permiten tomar aire y coger ritmo hasta la plaza del ayuntamiento de Santo Domingo de la Calzada donde se sitúa la meta. El ganador de la prueba hizo 1 hora 16 minutos, yo al final realizo 1 hora 41 minutos y 57 segundos y el puesto 237, un poco por encima de los tiempos que suelo hacer en la media maratón, pero me voy contento con las sensaciones dadas las características de la carrera y la ruta montañera hecha el día anterior que se alargó un poco más de lo previsto por un despiste. Una prueba que me gustó bastante, muy bien organizada, excelente bolsa del corredor (que incluía hasta una botella de vino de Rioja) y un entorno fantástico.

 

Una de esas carreras que me dejan un buen sabor de boca, con ganas de volver y a tenerla presente en el calendario runner de años venideros.Una vez duchado y cambiado de ropajes, tomamos el aperitivo en Santo Domingo de la Calzada y enfilamos nuestros pasos hacia el correspondiente homenaje gastronómico…pero eso ya, daría para otra crónica…..

Go Tortugas….