Además del sentimiento de alegría que puede generar concluir un maratón, es importante señalar alguno de los efectos que puede producir en nuestro cuerpo: agotamiento y daño muscular, deshidratación, agotamiento de la glucosa en sangre y el glucógeno almacenado en nuestros músculos e hígado.
Claro que el premio es gigantesco, pero debido al gran sacrificio que significa correr un maratón es importante que, antes de inscribirte en una, determines si estás listo no o no.
Ahora bien, para que el día de la carrera puedas tener éxito y no te dejes vencer por el agotamiento físico y mental, será importante que grabes en tu mente dos pensamientos indispensables:
“Pase lo que pase, no vas a abandonar”
Correr durante horas, aumentará nuestra temperatura corporal, la cantidad de transpiración que generaremos y la consecuente pérdida de líquido y electrolitos.
Con cada kilómetro que corras, la combinación de todo ello, hará que la incomodidad aumente y hasta pueda convertirse en dolor.
Por ello, es imprescindible que grabes en tu mente que pase lo que pase no vas abandonar y que recuerdes todos los corredores que terminaron un maratón lo lograron porque no se rindieron.
Para ello será clave que siempre recuerdes que tanto deseas terminar la carrera y que tanto te has esforzado en tus entrenamientos para lograr correr los 42 kilómetros.
”No importa cuan imposible parezca terminar la carrera, debes seguir corriendo”
Durante un maratón, muchísicas cosas pueden salir mal y muchísimas otras pueden salir muy bien.
Si estás correctamente preparado y tienes la inteligencia y tranquilidad suficiente, deberías poder superar los obstáculos que se te presenten y lograr terminar la carrera.
Muchas cosas pueden cambiar durante la carrera, desde factores externos (cómo el clima) o factores personales (cómo alguna molestia física).
Este tipo de obstáculos, sumados al cansancio mental y físico, pueden confundirte y hacerte creer que terminar la carrera resulta imposible.
En esos momentos, es normal que tu cabeza no deje de repetirte frases cómo “no vas a poder terminar la carrera, mejor deja de correr“.
Allí será importante que sepas que si tu plan A no funciona, deberás tener la capacidad de crear un plan B, recordando que por mas imposible que parezca, debes seguir corriendo.
Por último, recuerda que al momento de utilizar estos dos pensamientos, debes ser muy inteligente, siempre priorizando tu salud.
Fuente: Runfitners
Fuente: Runfitners
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