VIII EDICIÓN VILLALFEIDE-POLVOREDA

Villalfeide es Villalfeide. Vamos, lo puedo decir por experiencia propia, que llevo viniendo todos los años desde que empezó a organizarse. Para mí es un fijo en el calendario, sobre todo por el ambiente y el buen rollo que la envuelve, gracias a sus organizadores con Javi al frente y a todos los vecinos y voluntarios que apoyan y trabajan para que año tras año, y ya van ocho, todo salga a la perfección.
Segundo año que se celebran simultáneamente dos carreras, el trail de 20 km y la versión corta de 14, y aquí venimos cómo no, las tortus con un representante para cada distancia, Pedro a la Petit y Alfredo al trail, y así, a dos manos, os narramos ambas experiencias.

Para mí, como ya comenté, es cita obligada: ocho de ocho, carrera a la que no puedo faltar. Además se van sumando alicientes: mi cuñado Miguel que se ha animado a correr por segundo año la petit, la familia con los niños esperando en la llegada, el ambiente del pueblo...y este año la hacía aún más apetecible un circuito completamente renovado y desconocido para mí en muchos de sus tramos.

El día amanece fresco y despejado, típico día de agosto leonés. Sabemos que nos espera subida de temperatura y calor, como finalmente así fue. Otra jornada en la que tocó rellenar bidones varias veces.

El recorrido del trail reparte sus 1700 metros positivos en cuatro “subiditas”. Desde la salida hasta un aprisco en el km 3, ascendiendo unos 300 metros y con tramos corribles. Después ya se acabó lo de correr subiendo en las siguientes tres rampas con fuertes pendientes que llegan en algunos tramos al 50%: la más larga, de unos 600 m, por la canal del Tejo, el collado sur que da acceso al valle del Marqués y la subida final al Polvoreda por una preciosa cresta.

Desde la cima ya prácticamente toda es bajar hasta meta. Este año tocó sufrir las subidas acordándome de la panceta y las costillas de la parrillada del día anterior, aunque sí que pude dejar algo de fuelle para las bajadas, lo que me permitió disfrutar de las partes más técnicas y recuperar alguna posición que me había dejado en los ascensos. Y así, y tras casi tres horas y media entro en Villalfeide, feliz por ver a la familia y por poder cruzar meta de la mano de mis hijos Inés y Luis.

Bueno Pedro, ¿y a ti cómo te fue en Le Petit?

Lo primero que debo decir es que el motivo por el que decidí apuntarme a esta prueba es porque me habían hablado muy bien de ella. Se respira un gran ambiente durante todo el recorrido, con una organización que como ha comentado mi compañero Alfredo, es fantástica.

Respecto al recorrido de Le Petit, decir que la salida se realiza 15 minutos más tarde que la del Trail. Durante ese tiempo se me pasó por la cabeza que debería haberme apuntado a la ruta larga, animado al ver a los casi 300 corredores que iniciaban la prueba de 20 km. Por suerte, ese pensamiento, no lo tuve a la hora de inscribirme, porque, cuando comenzaron las rampas más duras, mis piernas no tenían el ritmo de los pensamientos que disfrutaba previos al inicio de la prueba.

La carrera la comenzamos unos 80 corredores. El inicio es similar en ambas rutas, con una subida inicial en la que libramos un desnivel de unos 300 metros con algún tramo de descanso. Terminado esta subida, tenemos un ligero descenso que transcurre por un pequeño bosque el cual nos libera por unos momentos del sol que a estas horas empieza a calentar.

En torno al km 5 y después de un avituallamiento, comenzamos una dura subida de unos 400 metros con bastante porcentaje, que junto con el calor, la hace bastante exigente. Durante toda la subida tenemos un gran número de voluntarios indicando las zonas complicadas y su vez animándonos.

El recorrido continúa por la falda de la montaña durante aproximadamente 1 km con el que iniciamos el descenso por la bajada de Escobosa con bastantes tramos técnicos y mucha piedra suelta.

Los últimos 4 km son prácticamente de bajada pero con poca dificultad, bastante rápida y con un par de repechos que nos conducen de vuelta a Villalfeide.

Resumiendo, diría, que es un recorrido bastante llevadero para la gente que se quiera iniciar en las carreras de montaña, con una distancia y desnivel asequibles.

En 2019 y si las circunstancias personales me lo permiten, me comprometo a correr con Alfredo el Trail. Espero que alguno más de nuestros compañeros de equipo les cuadre apuntarse a esta carrera, tanto por su buena organización como por lo bonito del recorrido.

Go tortugas Go!!!

Pedro y Alfredo