VI CARRERA "VILLA DE CISTIERNA"

Este sábado se disputó en la Villa de Cistierna la VI edición de la carrera popular “Villa de Cistierna”, con la particularidad de que en esta ocasión el Club los Rejos, organizador de la prueba, decidió que se disputase de noche.

Si al recorrido, ya de por sí divertido a la vez que exigente para tratarse de una carrera corta, le sumamos el entorno incomparable de la localidad de Cistierna y el hecho de que la prueba se disputase de noche, el resultado no podía ser mejor. El recorrido diseñado por el Club los Rejos tenía todos los alicientes de una prueba tipo trail condesada en 10 kilómetros, con zonas donde poder disfrutar corriendo; cuestas, que sin ser muy largas ni pronunciadas, te ponían las pulsaciones a mil, y bajadas cortas pero rápidas, todo ello a los pies del pico Peñacorada, que unido a la serpiente de luces formada por los frontales de los corredores y a los gritos de ánimo de los espectadores y miembros de la organización, hicieron que correr esta prueba fuese un auténtico placer.

En esta ocasión al equipo tortuguil lo representamos: Ana, Mónica, Marcos, Aitor y el que suscribe. Como el tiempo acompañaba y la organización y el Ayuntamiento de Cistierna, tuvieron el detalle, entre otros muchos, de invitar a todos los inscritos a la prueba, así como a sus acompañantes, a la piscina municipal el día de la prueba, la quedada en esta ocasión fue en la piscina. La verdad es que en el césped o en la terraza del bar de la piscina se estaba en la gloria, pero… el agua de la piscina…. era otra cosa, solo apta para valientes o para los un poco locos, según se miren las cosas, así que la única tortuga que se pegó el chapuzón fue Aitor.


Y tras el relax de la piscina llegó la hora de la verdad. A las 21:00 horas nos encaminamos a la Plaza del Ayuntamiento, lugar de inicio de la prueba, en el que ya a esa hora se respiraba el ambiente previo a la prueba. Aquí se nos unió la tortuga Marcos y su inseparable Sonia y nos hicimos las primeras fotos de equipo, incluso nos dió tiempo a hacernos algunas con alguna que otra fan del club. Botella de agua unos y cervecita de rigor otros, a calzarse bien las zapatillas y a eso de las 21:30 comenzamos el calentamiento

Llega la hora de la verdad y ese hormigueo que siempre aparece en la línea de salida, aunque hayas corrido mil carreras, comienza a notarse. Corro tortuguil, besos a los que siempre nos acompañan y  nunca se cansan de animarnos y cada uno a su posición en la línea de salida. Dan la salida y como proyectiles impulsados por la pólvora salimos en pos de los primeros metros de la prueba, y más en esta ocasión que el asfalto pica hacía abajo. Recorremos los primeros kilómetros por las calles de Cistierna con el único impedimento del viento que en este punto de la carrera sopla de cara, cada corredor va cogiendo su ritmo  y la carrera te va poniendo en tu lugar. Llegamos al kilómetro tres y aquí el camino comienza a ponerse cuesta arriba. No son rampas ni muy largas ni muy pronunciadas, pero exigen de ti lo mejor, eso sí, siempre con cabeza, que nunca sabes en que esquina puede estar el tío del mazo y dejar sin fuerzas. Este tramo de la carrera es, simplemente, espectacular. El sol se apaga por el horizonte y es la hora de encender los frontales. La combinación de los últimos rayos del sol que se extinguen y de los haces de la luz artificial, unido al discurrir por las entrañas del bosque de Peñacorada, crean una atmósfera casi mágica….

Tras una pequeña bajada volvemos a correr por las calles de Cistierna, para dar paso a una pequeña subida de asfalto que nos lleva hasta la “fuentona”, no sin antes pasar por la residencia de ancianos, lugar este en que un buen nutrido grupo de ”jóvenes” no deja de animar a cada participante. Toca volver a sufrir pues la carrera pica hacía arriba y, aunque las fuerzas comienzan a mermar, a un lado se escucha la música de la meta y eso siempre da un plus de energía, a sabiendas de que lo más duro ya casi ha pasado. Coronamos el último escollo y llega la parte del trazado que, para mí, es la más divertida, un sube y baja por una senda rodeado de arboles, que te obliga a ir con mil ojos pero que te hace disfrutar. Bajada bastante pronunciada y con un punto de peligrosidad, pues la combinación de cemento y hierba nunca son buenas, y de nuevo nos encontramos en las calles de Cistierna y ahí mis animadoras particulares estallan en gritos de ánimo, toca apretar los dientes y darlo todo en los tres últimos kilómetros. Me encuentro con fuerzas y decido subir un poco el ritmo, rebaso a uno, a dos y hasta a tres corredores, al primero consigo descolgarlo pero a los otros dos, no hay manera, así que decido ponerme a cola de ellos. Encaramos el último kilÓmetro y se me van un poco, el asfalto se empina un poco y al fondo ya puedo ver el primer arco de meta, subo el ritmo y me pongo a la altura de uno de ellos, el otro ya ha puesto demasiada tierra de por medio. A escasos 200 metros, le animo con un ¡¡VAMOS QUE TE GANO!!, llevamos toda la carrera pasándonos y repasándonos, y cual caballo espoleado aumenta el ritmo de manera que ya nada puedo hacer pese a hacer un último esfuerzo y cruzar la línea de meta esprintando. Se acabó!! me fundo en un abrazo y en palabras de ánimo con ellos, que buena carrera y sobre todo la parte final, cuanto he disfrutado…

Busco a Ana, que junto a Anita, Julia y Sonia me dan la enhorabuena por lo bien que lo he hecho. Ana me dice que he quedado muy bien, que no sabe exactamente en qué posición, pero que muy bien. Me abrigo un poco, Cistierna es Cisitierna ya sea verano o invierno, y voy a ver  la clasificación que ya la han imprimido. Busco y me encuentro en la 13ª posición, no está nada mal, me digo a mi mismo; miro un poco más y veo que en mi categoría he quedado ¡¡¡¡2º!!!!. No me lo puedo creer y más cuando veo que el que ha quedado primero es el corredor que ha llegado justo delante mío. Vuelvo donde esta Ana y justo en ese momento están diciendo por megafonía las clasificaciones por categorías y ahí llega la verdadera recompensa  en forma de beso y de un ¡¡¡ERES MI CAMPEÓN!!! que sale de los labios de Ana.

Poco a poco van llegando el resto de Tortugas y la prueba llega a su fin. Toca el momento de la entrega de premios y tras la entrega de los trofeos a los tres mejores de las categorías femenina y masculina de Veteranos B y de la categoría femenina de Veteranos A, llega el momento de la de masculinos  Veteranos A y ahí es cuando estallan los gritos de ánimo y bitores de las tortugas pues en segundo lugar se escucha mi nombre. Este es mi segundo podio, el primero individual, el anterior lo conseguimos Calili, Aitor y yo en la clasificación por equipos de la Balboa Trail este mismo año, en la que quedamos en tercera posición. Resulta emocionante verte ahí arriba saludando a personas que te quieren y a un montón de gente que, aunque no te conocen, valoran el esfuerzo realizado y no dejan de aplaudirte y animarte  y más cuando es algo que ni se te pasa por la mente que pudiera ocurrir. Aunque cada fin de semana se celebran un sinfín de carreras, en todas ellas siempre hay un buen número de pros que hacen que el nivel este altísimo, por lo que nunca imaginé que algún día pudiera subirme a un podio.

Gracias a todos los que formáis parte del equipo tortuguil y l@s que no lo sois por vuestras felicitaciones.

Muchísimas gracias a Ana, Anita y Julia por estar ahí y animarme y emocionaros con este pequeño triunfo. Gracias…

Santi.