Nos apuntamos tres tortugas, aunque finalmente José no se recuperó de su lesión y fuimos sólo Nacho y yo. Madrugamos como de costumbre y nos dirigimos a San Emiliano la mañana del 9 de Julio. Nada más llegar allí nos sorprendió el poco ambiente en el pueblo, desde luego no era el de las grandes ocasiones, de hecho nos costó encontrar el lugar de salida de la carrera. Al recoger el dorsal nos sorprendió la poca cantidad de corredores que había cuando sólo quedaban 45´ para la salida y eso que formaba parte del Biosfera Trail Challenge. Finalmente nos enteramos que sólo había 38 inscritos, “fijo que esta vez quedamos entre los 40 primeros” dijo Nacho inmediatamente, y eso que se veía que había unos cuantos “Gayos”
Tal vez la burbuja de las carreras está a punto de explotar, lo que es seguro es que hoy en día si quieres atraer corredores tienes que ofrecer algo diferente.
No teníamos demasiada información de la carrera, apenas una foto del perfil, que eran 22 km y 3100m de desnivel acumulado, aunque luego en la salida nos dijeron que eran 24 km. Aun así mi planteamiento como siempre era ir de menos a más. Había dos subidas y dos bajadas, Nacho tenía intención de acompañarme hasta la segunda subida y luego ya iría a tope así que fuimos de cháchara toda la primera subida contándonos entre otras cosas las asignaturas que cateábamos en BUP y las hostias que nos caían en casa después de cada evaluación. Así llegamos al final de una subida sin pena ni gloria, como toda la primera parte del recorrido un tanto soso por media montaña. Nada más comenzar la primera bajada Nacho se fue como una bala y ya no le volví a ver más que a lo lejos y en meta. De hecho iría solo el resto de la carrera y sólo vería un par de corredores en el primer avituallamiento y otro al que adelanté un poco más adelante.
Después de esta bajada comenzaba un tramo de transición y por fin la parte chula de la carrera, la subida por la falda sur de Peña Ubiña hasta llegar casi al collado entre ambas Ubiñas y desde allí bajada directa hasta San Emiliano.
La ruta no estaba colgada en Wikiloc y al no estar demasiado bien marcada y no haber corredores ni delante ni detrás se hizo difícil seguir el recorrido en algunos puntos. Al final entré en meta con mi hija Nonia, tras 3:13h en 18ª posición, 7º de mi categoría y Nacho 15º, 4º de su categoría.
Muy buena camiseta técnica de Mizuno y para rematar la jornada nos fuimos a reponer fuerzas a Cabrillanes dando cuenta de un buen entrecot y unas cuantas cervezas.
En resumen, una carrera con grandes posibilidades y que espero que mejore en las próximas ediciones.
Victor
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