Llego junto a mi familia a eso de las 11:15 de la mañana a Quintana Raneros. Nunca me ha ido mucho eso de calentar antes de la carrera, total! Si ya tengo por delante 9 kilómetros para calentar para que hacer de más! jajaja bromas a parte, llego con el tiempo justo para saludar a mis compañeros tortugas y a Félix, corredor Búho, paparazzi a tiempo parcial y compañero de muletas y ejercicios propioceptivos. Me pongo los “aparejos” de runner y corro a posicionarme en la línea de salida. En la retaguardia, por detrás de todos los pros, pego saltitos para entra un poco calor ya que si al día frío le sumamos un viento endiablado, apaga y vámonos!
Continuo con mi ritmo, a lo mío, y disfrutando de cada zancada pues el cuerpo ya me ha entrado en calor e incluso consigo adelantar a algún corredor! Para alguien como yo, que mi ritmo más rápido de carrera ha sido 5,30 el km, pues da alegría que queréis que os diga.
Camino como un pato mareado pero…Ay amigos! Ahí no queda la cosa, un barrizal de dimensiones bíblicas con troncos cruzados para facilitar la tarea (para cuando poner hachas cruzándose unas con otras tipo las pelis de Indiana Jones? Jajaja mejor no doy ideas…) me lleva a cruzar la meta y llegar a un “pequeño” salto de arena con una cuestecilla apañada al final.
De esta forma, y casi sin darme cuenta, he completado la primera vuelta! La segunda vuelta al recorrido, transcurre sin altercados, el barro ya me da igual, es una parte más de mi cuerpo.
Antes de acercarme al segundo paso del Reguero, oigo a mi espalda respiración jadeante y zancadas de caballo. Casi no me da tiempo a girar el cuello cuando, fiiiiiiiiiiuuuuuun! El primero de la carrera ya me ha doblado! Poco más me quita las pegatinas. No pasa nada, estoy acostumbrada a estas situaciones y no les guardo rencor jajaja!
Entre ánimos de los espectadores (mil gracias a todos por vuestras palabras de aliento!) el apoyo incondicional de Calili y mi bebe, las fotos de mi reportera tortuguil Anita que siempre está ahí para que no nos falte ni un solo recuerdo de estos momentos tan especiales, completo los 2/3 de la carrera.
Siempre que empiezo la última vuelta al recorrido en esta clase de carreras, me entra una alegría por el cuerpo que no puedo explicar. Es adrenalina pura. Conseguir otro pequeño triunfo y terminar una carrera más. Cruzar la meta con una sonrisa de oreja a oreja. Dar gracias a la vida por estar sana y poder disfrutar de estos momentos. Momentos en los que experimento sensaciones tan intimas a pesar de no encontrarte sola en ningún momento. Es la magia de este deporte, luchas contra tus propios límites y cuando los rompes, gritas, ríes, a veces lloras también y, finalmente, te sientes realizado.
Agradecer a Interval por organizar esta liga tan divertida y felicitar a los chicos de Asprona León por el gran trabajo que realizan en su día a día. Porque gracias a la vela que nos regalaron en la mochila de corredor, la habitación de mi hija huele mejor que nunca y todos los días se la enseño y le explico que vosotros sí que sois campeones, demostráis que los límites sólo están en nuestra mente y lucháis por vuestros sueños. Auténtico ejemplo a seguir por cada uno de nosotros.
Tercer tiempo en El Molinero y comida de fraternidad tortuguil. En esto sí que no nos dobla nadie!
Y con esto y un bizcocho….ponemos rumbo a Balboa!
Gracias!
Go Tortugas GO!
LAUROSKY!!! Me has puesto la piel "tiesa" al leerte. Gracias por haberme hecho sentir el último Cross desde detrás de mi Nikon.Y a todos los Tortugas....Enhorabuena!!! OS seguiré animando siempre q este en la orilla...Saludos
ResponderEliminarEres grande Laura...leyendote he sentido que yo también corria...soy una observadora...Maria (Félix)
ResponderEliminarQue cronica mas dicharachera y real, ahora leyendo me siento mejor y me identifico contigo, muchas gracias.
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