Desde hace años, tenia en la retina el participar en esta prueba, motivado sobre todo por su primera edición, donde el sufrimiento expresado por los participantes por la lluvia, frio y dureza de la prueba lo había convertido en una prueba épica, donde solo terminar ya era un autentico reto.
La prueba del Soplao en BTT consiste en 163km. y 4.800m. positivos, donde en mi opinión, se necesita un poco de entrenamiento para afrontarla con ciertas garantías.
El viernes partimos a Cantabria, para dormir en una encantadora casa de turismo rural a unos 20km. de la Salida, pero acabamos en urgencias en San Vicente de la Barquera por que mi mujer llevaba varios días mal y lo del viernes ya había pasado de castaño a oscuro, fiebres muy altas y un malestar general, para terminar el consejo de la doctora fue; "mañana ni se te ocurra presentarte en la línea de salida, para hacer esa locura que dices que quieres hacer".
Así que nos vemos el viernes dudando si volver para León o quedarnos y que ella pase sola todo el día, decidimos quedarnos y ver qué pasa.
El Sábado nos levantamos a las 6 para desayunar, solo bajo yo, no entiendo nada, me estoy acercando a una prueba durísima no tengo nada preparado ni mirado, y no tengo ni idea de cómo evolucionara Aida.
Llego a la habitación y la encuentro vestida y me dice que viene conmigo para ver la salida y hacer los primeros kilómetros, con nuestros compañeros de viaje, porque todo lo que lleva entrenado y hablado de esta prueba la anima a por lo menos a ver qué es.
La dejo en la rotonda de Cabezón nos despedimos y ya no sabremos mas el uno del otro en unas 15 horas.
Aquí empiezan mis prisas, había quedado con unos amigos para hacer la prueba juntos, pero como "solo" hay 10.000 participantes, el encontrarnos se torna complicado, hablamos por teléfono y nos vemos a lo lejos.
Estoy en la salida unos 40 minutos antes de que esto comience y no veo la meta de lo lejos que estoy, comienzo a tiritar de frio y solo quiero que esto empiece, se oye algo a lo lejos y parece que esto comienza, alcanzo a mis compañeros de aventura y pasamos por la salida a los 12 minutos de haber sonado la traca inicial, los primeros kilómetros son lentos y con tapones pero a partir del ascenso a las cuevas del Soplao, donde pasamos mucha gente ya empieza a ser mas dinámica la cosa.
Es una prueba de las que me gustan, el ritmo es tranquilo porque queremos terminar, charlamos en muchos momentos. Al inicio, las rampas que nos vamos encontrando son durísimas y a mucha gente le toca caminar, sin muchas historias vamos subiendo y bajando puertos como la cosa más normal.
He de reconocer, que entre le kilometro 80 al 100, me entran dudas acerca de mi rendimiento, con tantas horas en las piernas, pues son muchos años sin probarlas con este estrés, pero veo que la gente sufre mucho pero nosotros subimos muy alegres y bajamos disfrutando, alcanzando picos de 72 km/h.
Es una prueba preciosa y dura por la distancia. Sin grandes menciones hasta llegar al último puerto, este sí que es para agarrarse los machos, rampas imposibles y encima de unos 7 kilometros, aquí cada uno sube como puede.
Al llegar arriba voy solo, me dejo ir, porque el final es un tramo de asfalto, conozco con quién voy y no quiero que me revienten con los relevos en el último segmento; así que ya casi en meta me alcanza Javi para entrar juntos, Tino y Carlos entran minutos después, porque habían sufrido un pinchazo, pero lo habíamos logrado, cada uno de nosotros dirá lo que quiera, pero estamos los 4 enteros y satisfechos.
Tino llama a su mujer para ver por dónde van, y le pregunta por Aida si esta en el hotel, y se hace un silencio, la respuesta es que viene un poco detrás, sufriendo mucho, pero que lo va a terminar.
Nuestra sorpresa es mayúscula, yo no me lo podía creer, al poco llegan Beti, Isa y Rocío, se emocionan al cruzar la meta pues sus 13 horas de esfuerzo bien merecen una gran ovación y unas lagrimas.
Charlamos, nos cuentan lo durísimo que fue y que Aida viene como puede, que es increíble que haga este reto en este estado, tomamos algo y hablamos por teléfono con Charly, nos dice que en nada están en meta, salimos y hablo con la organización para saber si me dejan saltar las vallas y abrazar a mi mujer a lo que me contesta, ¿solo abrazar? también le darás un beso ¿no?
Por fin y después de 14 horas vemos a Charly, Maite y Aida llegar, entro en la meta, me hecho al suelo para expresarles mi admiración y me fundo en un abrazo con Aida que me costara olvidar.
Ahora fríamente me pregunto, las taras mentales que yo tengo ¿se las pegare a mi mujer con el tiempo? todo es posible, así que Aida ya eres una Ultra.
Ahora fríamente me pregunto, las taras mentales que yo tengo ¿se las pegare a mi mujer con el tiempo? todo es posible, así que Aida ya eres una Ultra.
Enhorabuena. .. especialmente a Aida.
ResponderEliminarMuy bueno el relato
Bonita historia Hilario...sois los dos unos autenticos campeones cada uno con su merito...asombroso!! Para el año me animo jajajaj por supuesto es broma jijiji
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