ECOPARQUE TRAIL 2023 – SLOW NATURE TRAIL
A una semana del primer trail de este año, tocaba paseo de unos 15km por tierra de pinares. Decido estrenar unas zapatillas que me había comprado para tenerlas mínimamente domadas para la carrera. Pasados pocos km empiezo a tener sensaciones no muy buenas con ellas… y con toda la razón, ya que cuando quiero darme cuenta tengo unas buenas ampollas en la parte baja interior del tobillo y encima en ambos pies. Que disgusto!! Y más cuando eran las terceras zapatillas que tengo de la misma marca y la segunda del mismo modelo…. Pues nada, a intentar curarlas y ver qué pasa en una semana. Rápidamente llega el sábado y tenemos que desplazarnos hasta Cantabria. Se nos hace un poco tarde para el viaje, y llegamos por la noche, con un montón de lluvia y tramos en el camino con niebla bien densa. Allí nos encontramos con Yayo y Javi, que han llegado antes y se han acercado a por los dorsales y las bolsas de corredor. Cuál es la sorpresa cuando dicen que al recoger los dorsales no estábamos inscritos en ninguna carrera sino más bien en la de andarines. ¿Andarines? ¿En serio? ¡Pero si eso no lo ponía en ningún sitio! Cierto es que sabíamos que era para iniciarse en el trail (a pesar de ser 23km y unos 1000 metros de desnivel positivo), éramos conscientes, que no era competitiva, también venía en la información, pero ¿andarines? ¡¡Eso se lo han sacado de la manga!! Total que nos miramos Javi y yo, y conscientes de nuestro estupendo estado de forma, por unanimidad decidimos hacer el trail andando, de esta forma podríamos disfrutar mucho más y sufrir mucho menos…
Qué alegría cuando nos levantamos y vemos el día tan estupendo que hace: sol y nubes y una temperatura espléndida. Toma, toma, toma!!! A las 9:00 es la salida, y como no podía ser de otra manera, vamos un poco antes para vivir el ambiente y no estar con prisas. Cuando llegamos vemos que hay de todo, senderistas sin más y runners en toda regla, se podía elegir y nuestra decisión estaba tomada. Último minuto de animación, aplausos y saltos, y a disfrutar del recorrido. Por una vez puedo decir que la gente salía normal, y no como pollos sin cabeza…. Jajajaja.
La carrera continúa por caminos y pistas cómodos, hasta que llegamos a la primera cuesta de verdad, donde está el primer embudo y donde ya se oye decir por todas partes “aquí hubieran venido bien los palos” jajajaja nosotros, senderistas pero equipados a tope, así que por supuesto llevábamos bastones y donde los demás iban echando manos y rodillas al suelo e incluso algún@ casi los dientes, Javi y yo íbamos tan ricamente jajaja
En este tramo nos empiezan a pasar los traileros de la carrera reina, lo cual se hace un poco incómodo porque el recorrido es muy chulo para irlo disfrutando, pero es estrecho y hay que organizarse…. En cualquier caso y como no podía ser de otra manera vamos animándoles y creando fiesta…. Cuando empezamos a bajar nos encontramos con pistas de barro en los que quieres dar un paso pero a la mínima igual avanzas 5 o te das una buena culada…. Vamos, un típico tobogán de montaña jejeje.
Nosotros conseguimos al menos librar de esto último aunque muchos iban con el culo y las piernas marrones…. ¿por qué sería? Jajaja… Seguimos un poco más y toca subir al monte Cincho. Una subida super chula, por buen sendero de tierra y piedras. Por el camino nos reciben un gaitero y un tamborilero, así que hay que aprovechar a hacerse una foto y a darles las gracias jejejeje
En lo más alto nos encontramos un magnífico mirador en forma de torre desde donde se ven, a lo lejos, los picos de Europa por un lado y el mar por el otro. No todo el mundo se detiene a disfrutarlo, ya que hay que perder un poco de tiempo en subir algunas escaleras y disfrutar del estupendo paisaje…
Empezamos la bajada, y comienzan con los famosos “Precaución: tramo peligroso”… con lo que había llovido las piedras estaban resbaladizas, al igual que las zonas de tierra… todo un show… Vamos con precaución y disfrutando muchísimo, porque el recorrido es muy bonito, pero voy metiendo un poco de prisa porque tenemos que llegar al siguiente avituallamiento en menos de tres horas para poder seguir haciendo el recorrido… Llegamos a la iglesia de Isla con margen suficiente (oleeeeeee). Reponemos fuerzas con líquidos, frutas, gominolas y frutos secos y continuamos la marcha. El recorrido hasta llegar al siguiente avituallamiento también es muy entretenido y divertido, con zonas boscosas, zonas de barro en las que los pies se hundían hasta los tobillos, y hasta “piscinas” donde el agua llegaba a media pierna.
Javi allí que fue de cabeza, disfrutando como un niño pequeño, jajaja. Yo, visto el percal, decido ir por un senderito por el lateral. Entre risas y risas llegamos a la playa donde está el siguiente avituallamiento con DJ incluido y música cañera.
Aquí tenemos de nuevo líquido y sólido, esta vez además de fruta tenemos dulces, entre ellos una quesada que estaba de muerte (me puse las botas claro…). En esta ocasión nos iba adelantando todo el mundo en los avituallamientos y entre foto y foto, pero como se trataba de disfrutar y no de tiempos la presión era totalmente nula (¡qué tranquilada!).
Comenzamos la última parte los acantilados, esta zona ya la conozco porque en ocasiones anteriores he estado con Javi corriendo por aquí. Nos quedan unos 6 km con estupendas vistas.
Nos seguimos encontrando, como en todo el recorrido, voluntarios la mar de simpáticos. Ahora ya nos quedan un par de subidas más tochas, una desde el observatorio de aves Cueva Colina, la cual es bastante empinada, y la última, la llamada cuesta de la muerte, que en realidad, y desde mi punto de vista, no es para tanto, pero como ya está prácticamente al final, se puede atragantar un poco más, además la organización se encarga de identificarla claramente jajaja
Ya solo nos quedan un km o así para cruzar la línea de meta. Javi lleva viendo el arco desde no sé donde pero yo creo que tenía alucinaciones o algo así…. jajajaja Encaramos los últimos metros por las calles del pueblo entre aplausos y ánimos de los que estaban disfrutando del vermú y llegamos a línea de meta con los ánimos a tope y bailando al son de la música que nos recibía.
Sin duda otra forma muy distinta del disfrutar del trail. Yo me lo he pasado como una enana. Ha sido realmente divertido y un recorrido muy bonito y totalmente recomendable.
Ahora tocaba ir a por la comida post-carrera para reponer las fuerzas gastadas y comentar la “jugada”.
Gran carrera con gran compañía, y disfrutona a más no poder.
¡¡Go Tortugas go!! Hasta la siguiente.
Mónica
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