COSTA TRAIL GIJÓN 2019

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Y así se presenta el 20 de Abril (no del 90… sino del 19), con huida de la lluvia de León. A las 9:30 ya éramos leoneses en Gijón, donde Aitor y Mónica nos esperaban con el dorsal en la mano. Caminando por el paseo de la playa llegamos a la escalera 4 donde estaban al viento los arcos de salida. Menuda ambientación, la charanga de Carnaval ganadora de este año estaba amenizando el momento. Foto aquí, foto allá, coñe un dinosaurio!! pues foto también. No nos quedaba claro si la carrera salía hacia el puerto o hacia el Piles ya que unas bandas blancas nos despistaban. Luego nos dimos cuenta de que eran las indicaciones para las carreras de los peques. Tras un café rapidín nos acercamos de nuevo a la salida. Ahora sí, comprobamos que nos vamos hacia el Piles sin más opción. Qué haremos, subiremos por otra de las escaleras, irá por la arena…y así con esas dudas…10, 9, 8… vamos, vamos….

Arrancamos, son las 10:30 y la arena nos refleja el fantástico día de sol, un lujo según llueve en toda España. Ya están nuestras chicas Mónica y Yayo esperando metros más allá para inmortalizar el momento. No habíamos ni despegado los pies del suelo y ya estaba Aitor gritando a Mónica: DAME LA VISERA!! DAME LA VISERA!! DAME LA VISERAAAA!!!. Hasta tres veces en menos de un minuto. No había ni llegado dónde Mónica y ya estaba agitando la gorra con la mano contestándole QUE SI!! QUE SI, YA TE HE OÍDO!!!... Así que “Dame la visera” fue la frase y la risa del día.

Empezamos con metros de arena mojada, recorremos toda la playa cruzando la desembocadura del Piles y cuando pensábamos que subiríamos por una de las escaleras de repente vemos a los primeros por todas las rocas del “pedreru” que más que para corredores es zona de pescadores de cangrejos. Pues ea, por todas las piedras cortantes nos metimos casi dos kilómetros y medio.

Ahora sí, subimos las escaleras hacia el paseo de piedra y tras un km en este terreno nos espera una bajada a una playa de piedras que tras 700m volvemos a subir por otras escaleras muy empinadas que terminaban en unos prados verdes donde estaba el avituallamiento del km 5. Justo aquí se divide la carrera, los de 10 km que regresaba por el mismo sitio, mientras que nosotros regresábamos por prados de nuevo coger el camino de piedra. Y así trascurren otros 4 km más. Eso sí no sin antes encontrarme corredores de frente y ahí me di cuenta de que el circuito era ida y vuelta…guay…me choqué con Aitor (risotadas, charla de sensaciones y a por ello).

A partir de aquí será Aitor el que es os desvele el resto de la jornada…

Por mi parte decir que creo que estos asturianos están locos, vaya idea de meternos por las pedreras, ni que fuéramos a por pulpos. La verdad es que no nos lo esperábamos y nos sorprendió aunque después de hacer casi 16 kilómetros, terminar con casi tres por las rocas fue duro y un suplicio por lo menos para mí, y menos mal que no tuve ninguna caída y eso que las hubo… bastantes y aparatosas, por cierto.

Fueron 19 kilómetros viendo el mar y con bastante calorcito. Salí con cinta y de ahí viene la gracia de la visera, que la quise cambiar a los primeros metros de carrera porque sabía que iba a calentar de lo lindo y así fue que al finalizar nos metimos en el mar a darnos un bañito, eso sí con ropa y todo, jajajaja. Como bien dice Javi (Pepito grillo) jajajaja, en la vuelta nos encontramos de cara y un saludito pero todavía le quedaba lo mas guay que era bajar por un bosque de eucaliptos con barro y senderito fino, fino. En mi caso es la zona que más disfruté y en la que adelanté hasta siete corredores, claro que llegué a la playa y quedaba una subida gordísima y todo de escaleras, aguanté el tipo pero ya en el llaneo me pasaron algunos.

Todo era idílico aunque con el corazón a tope, subidas cortas y bajadas cortas, un rompe piernas y más pensando en lo que nos quedaba de pedrera antes de llegar a la línea de meta. Los avituallamientos estaban muy bien aunque paré tanto y nada. Bajada rapidísima hasta las escaleras de bajada al mar y rocaaaaaa!! eso sí, siempre con muchos voluntarios para poder ayudarte. Tocó lo chungo y tocaba poner los cinco sentidos donde poníamos los pies y no me quise arriesgar ni lo más mínimo ya que la próxima semana tengo la Ultra de la Rioja, así que piano piano iba poniendo un pie en la roca, otro en el verdín que resbalaba, otro en el agua, otro en la roca y así hasta que después de un buen rato empecé a oír a Mónica dándome ánimos y eso para mí es lo más, (gracias Churri). Yayo estaba al otro lado de la ría haciéndonos unas guapas fotos (gracias alubita) jajajajaja.

Me meto en la ría para refrescarme a modo de dar gracias de no haberme caído y seguir vivo. Mónica me dice que viene corriendo conmigo hasta la línea de meta, claro es fácil seguirme el ritmo, vengo muertecito por las rocas pero con todo y con eso se la van cayendo las mallas cámara en mano, juajuajua!! Llega antes que yo para hacerme la foto triunfal de llegada y encima me dan un trofeo finisher guapísimo. Noto las piernas cansadas por la falta de entrenamiento y dolor en la espalda que ya va siendo una costumbre… pero satisfecho.

Una vez recuperado el aliento, tanto Mónica como yo vamos al encuentro de Yayo que está a la espera de Javi que viene como un campeón, aunque la recta por la playa hacia la meta le cuesta un pelín. Monica también le acompaña hasta la meta corriendo, y le va indicando en todo momento a qué distancia se encuentra el que viene por detrás y a correr tocaaaa para que no le pille jajaja. Y lo consiguió, porque no le pasó y llegó a full y encantado, más o menos, ya que eso de ir y volver por el mismo sitio no le motiva mucho...

Tocó ir a reponer fuerzas a un restaurante de la zona y eso sí que es otra historia…. jajajajaja. Lo siento pero lo que pasa en Gijón se queda en Gijón

Gracias por esa gran animación chicas.

Javi, Yayo, Mónica, Aitor

ASTURIAS PARAÍSO NATURAL: VOLVEREMOS. SIEMPRE NOS SORPRENDES.