Empezamos. Sábado...No habían puesto las calles y David ya estaba en marcha. Muy justita de descanso y a desayunar después de ver salir a cientos de futuros Ultramanes (futuros, porque madre mía lo que les quedaba todavía).
Este año se me planteaba duro, muy duro puesto que ampliábamos 3 km (mentira cochina) la carrera del año pasado y en mi recuerdo estaba cómo llegué de reventada en la anterior edición. Pero cabeza fría y a por ella. Nervios, muchos muchos nervios antes de empezar y arrancamos. Ya en la salida dejo escapar al resto de tortus. Suerte chicos! nos vemos arriba! Primera cuesta, primer zasca! Toma barro y tapón de gente!! No pasa nada, esto me gusta...a guarrear!!! Seguimos...a pesar de la dificultad del barro, que no nos dejó ni un momento en toda la carrera, me iba encontrando muy bien. Sorprendentemente mejor que el año pasado, así que muy contenta. Pronto comenzaron a adelantarnos los primeros chicos del trail. Tela marinera cómo iban! Había que prepararse para facilitar adelantamientos, lo cual para todos los que adelantáis, que sepáis que supone un sobreesfuerzo maravilloso. Intentaba subir por zonas más complicadas para dejar las sendas más sencillas para los rápidos. Eso penaliza un poco, pero intenté aprovecharme de ello. De seguir a alguno algún ratín, de no ir sola, de animar y dejarme animar...venga todos para arriba!!! Y ahí venían las primeras tortus como toros! Víctor y Alfredo! Breves encuentros que cargan de pilas! Después pasó José, nuestro amigo riojano, ole por el también (te esperamos en León). Continué subiendo y corriendo cuando podía, contenta, muy contenta...creo que nunca he hecho una carrera tan contenta...hasta que dejé de estarlo, claro. Aitor y Juanjo venían también detrás!! Más carga de ánimos y a seguir!!
Pasamos el punto donde terminamos el año pasado y ya empezaba a acusar un cansancio importante. Miré el GPS y 16km. Vamos, aprieta que solo queda 1 km. UNA MIERDA!! A tomar por saco. Lo único que apareció en el km 17 fue el hombre de Mazo. Pies metidos literalmente en el lago, cruzando entre piedras...Intento facilitar el paso y al suelo. De esas caídas que suenan pero bien. Daño, mucho daño y corte de respiración en el suelo. Pasan dos chicos del ultra a los que al parecer, verme sin respirar les parecía menos importante que terminar su carrera. (Que sepáis chicos que sois una castaña pilonga). Millones de gracias a la chica que detrás de ellos me ayudó a recuperar el aliento, para Ultraman, gente así!
Pata quebrata, culo difora, lengua fuera y pitipichá....vamos que ya llegamos. Y ahí estaba...el amigo que en vez de decirme ya está ahí la meta....me dijo, venga!! La Porra de Enol y estás!! Perdona, ¿QUÉEEE?? El cómo subí, me lo guardo para mí...no había sufrido tanto en mi vida. Bajada, caída y subida de gemelo. Bravo. Estira y termina! Salieron fuerzas para correr lo que quedaba, solo me movían las ganas de llegar y ver a la gente que me estaría esperando allí. Se me saltaban las lagrimas de pensarlo y corrí hasta escuchar chillar mi nombre. Allí estaba Vero, desgañitándose. Me quito el sombrero contigo y me emociono al acordarme. Una entrada bastante cutre y apartada para lo que llevábamos encima los de la carrera, que no era poco. Creo que no habría estado mal un poquito más de mimo, dado que encima el cálculo de kilometraje fue bastante cacuno. Casi 21 km, 4 más de los esperado...y qué 4!!
Genial todas las tortus que terminaron como mejor pudieron, que es lo importante. Y genial encontrarme otra vez conmigo misma con aquellos paisajes, hablarme como si estuviera completamente pirada y descubrir que siempre hay un poquito más y todos tenemos un pequeño valiente dentro que en ocasiones, se hace grande. Muy grande.
PD. A la organización, si me leéis. Cosas genial y cosas que ya sabéis mejorables. Pero por favor, el recuento de km...Casi me dejáis calva! Hasta el km 17 habría sido la mejor carrera que había hecho...del 17 al 20, 5...ya sabéis.
Lucía
Guauuuuu, que guapas sensaciones al leerte, me encanta y la verdad es que terminamos y somos grandes!!
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