Iniciamos, con el tiempo y una caña, el análisis de diverso material acuático que emplearemos en nuestras sesiones de piscina, bien sea para competir en el agua clorada, triatlón, o travesías en aguas abiertas.
Estos análisis, se basan en la experiencia y la prueba de este material por mi parte o la de mis compañeros y compañeras del Club Natación Master Casa de Asturias en León.
SI frecuentamos las piscinas, es fácil ver a algún nadador que con más o menos pudor, en determinado momento de su entrenamiento, se pone un bañador similar a los gayumbos de nuestros abuelos. Este tipo de bañador, no es una serie limitada de “Abanderado Water”, lo normal es que sea un bañador de carga o lastre.
A diferencia de otro material que nos aporte ese esfuerzo extra, como pueden ser las palas o aletas, el bañador no nos fuerza, evitando las sobrecargas o tendinitis en los hombros si nos pasamos con las palas, o las piernas cansadas y subidas de gemelos o puentes del pie, si lo hacemos con las aletas. Un plus añadido, es que, dependiendo de la piscina, nos pueden dejar o no, utilizar material que pueda ser lesivo si chocamos contra otro/a nadador/a.
Según los expertos, la utilización de este tipo de bañador, nos ralentiza 1 ó 2 segundos nuestro paso por cada 100 metros. En mi experiencia personal, en series de 50 metros a ritmo, me lleva a los 45”, subiendo 2-3” mi paso con un turbo normal.
Este tipo de bañadores, es utilizado generalmente por velocistas, pero desde mi punto de vista es apto para todo tipo de nadadores o nadadoras. Al igual que es independiente el sexo a la hora de utilizarlo.
El precio oscila entre los 30€ y los 45€, y desde que lo he probado, es un fijo en mis entrenamientos.
Si alguien no quiere gastar este dinero, la sensación es similar a si nadamos con un pantalón corto de deporte o un bañador surfero, siendo el bañador de carga, cómodo, a diferencia de estos que se nos pegan a nuestras piernas o acabamos perdiéndolo a medio entreno al no sujetarlo, una vez que chupa agua, la cuerda a nuestro cuerpo.
Fdo. Calili
nunca hubiera pensado que hay diferencias entre bañadores, gracias por la cronica
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