Primera edición de un Trail que esperemos que haya llegado para quedarse porque mas
empeño, emoción y entrega que ellos no pone nadie.
Como siempre voy acompañada en mi aventura mijariega de mi
compañero de sueños y pesadillas “Tortuguita Marcos”, él en la distancia de 21k
y yo en la de 14k, además había una tercera opción senderista de 10k para que
nadie se quedase en casa ese día.
Las carreras comenzaron a las 10h la de Marcos y a las 10:30
la mía, por lo tanto de madrugar poco, cosa que se agradece por si se te va la
mano con la hora la tarde anterior tomando cervecitas.
Cuenta atrás y ¡adelante! y en el mismo pueblo comienzan las rampas, así, sin calentar……..en ese momento recuerdo a un personaje que está
haciendo furor en las redes dentro de los círculos traileros y en mi cabeza
suena la frase: “mae mía, pero qué necesidad”. Me da un poco la risa de
pensarlo y con ese optimismo dejo el pueblo atrás y aparecen los primeros paisajes
maravillosos del Valle del Tiétar, empiezo a sentirme bien, con esa indescriptible
y masoca unión de fuerzas opuestas y complementarias yin- yang, sufrir-disfrutar.
Después
de unos kilómetros de pista forestal con una pendiente interesante me encuentro con un
voluntario que nos indica por donde seguir, yo flipé un poco, porque camino no
había, solo dos cintas y había que mantenerse entre ellas….monte a través, pero
oye, cada uno hace con su Trail lo que quiera, así que pa’rriba sin quejarme.
Esa fue la subida mas dura porque las lluvias de días anteriores dejaron el terreno
un poco resbaladizo aunque no fue especialmente larga.
Ha
sido una carrera que, aunque no es especialmente dura, es muy disfrutona por
todo: el lugar, la gente, el pre y el post, las piscinas naturales, la
comida….no se le puede poner un pero. Además, el pueblo entero se volcó para
que nos sintiésemos como en casa. Espero que el año que viene se repita y se
convierta ya en habitual, porque con nosotros pueden contar sin duda ninguna.
Sonia
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