Eran las 7 de la mañana del domingo, con los ojos aún pegados nos disponemos a desayunar algo y acabar de preparar todo lo necesario para el día que se nos venía.
Viendo que ya llovía salimos con los cortavientos puestos(bendita bonatti, la mejor compra del 2020, sin ella el domingo hubiera sido muy diferente) y estábamos en la plaza esperando al resto. Alfredo, Víctor, Nacho, Ana, Santi, Aitor Mónica, Pablo y yo, las tortugas estábamos, pero cuál fue nuestra sorpresa cuando un grupete de corredores(Deivid, Verónica, Cristina y Belén) se dirige hacía nosotros para acompañarnos en nuestra peculiar transvaldeónica(Dios los cría y ellos se juntan).Ana y Moni se quedan en el campamento base y hechas las fotos de rigor empezamos a trotar, Nacho y Santi por un lado y el resto por otro para llegar al primer punto que era Cordiñanes.
Un trote suave por caminos y empezamos a subir, ya las vistas son impresionantes y poco a poco volvemos a bajar para llegar a cordiñanes, oímos a Santi a lo lejos y nos dice que Nacho está más adelante con lo que seguimos, los primeros tramos desde cordiñanes nos ofrecen una rápida subida, con un camino que a uno de los lados tiene un "pasamanos" la mar de aparente (una cadena bien brillante, por lo que la usan supongo) y al otro lado una "pequeña" caída. Es casi cuando hemos acabado éste tramo que uno de los chicos que nos acompaña tropieza, con tan mala suerte que se le sale el hombro (es un momento que nos hace parar y pensar bien lo que hacer ya que no puede continuar, pero para bajar tampoco va a estar fácil la cosa puesto que con el brazo así el riesgo aumenta) en un primer momento Pablo decide bajar con el, pero al final es Aitor es que se aprieta los machos y lo acompaña junto con otra de las corredoras.
El resto seguimos, además aún no habíamos encontrado a Nacho, con lo que todavía teníamos que alcanzarlo. Pasamos un bosque y luego llegamos a un claro para continuar la subida, justo al final de la misma pudimos divisar por fin la silueta de Nacho, y justo lo encontramos antes del punto en el que debíamos decidir si subir a Jermoso o continuar por otro camino debido al mal tiempo, pero como no hacía muy malo, empezamos la subida directos a Jermoso. No era una subida especialmente difícil, pero había que subir con cuidado (como siempre en la montaña) y poco a poco se iba poniendo mas pindio, en algún trozo la niebla hacía que perdiera por un momento al grupo, pero enseguida volvíamos y seguíamos camino, nos cruzábamos con gente que bajaba del refugio, y llegando al último tramo, cruzando alguna cascada y arroyo, empezamos a ver nieve, sí, nieve en Agosto!! Y por fin la tan ansiada meta, el refugio!!, fui el último en llegar pero porque iba disfrutando de las vistas, y peinandome de vez en cuando también...jajaja. Unas fotos de rigor con el gran angular, una cervecita a la carrera que con tanto gel casi no entraba, unos pocos minutos admirando las vistas y de nuevo en marcha que la "bajada" nos espera. Sí, para mi sorpresa había que seguir subiendo, menos mal, pensaba que se iba a acabar la diversión. Pisando por la nieve y con los bastones para no caer, seguíamos avanzando, los kilómetros iban disminuyendo poco a poco y aún teniendo el track había que ir fijándose ya que a veces el camino era más claro por donde no marcaba y había utilizar lo aprendido en el último superviviente, fijarse en la profundidad de la pisada, la dirección de la misma, el grado de licuefacción del terreno...para al final elegir a pito pito gorgorito jajajaja
Juveta
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