TRANSCANDAMIA 2017

Llegó el día: Transcandamia 2017; la carrera que llevo esperando todo el año, la que más me gusta, la que más me divierte, en la que mejores sensaciones suelo tener y en el lugar donde entreno; este año además como TORTUGA, un aliciente más.

Este año,gracias a Victor, he experimentado una cosa nueva, ir una hora antes a una carrera, Lo que me ha permitido ver el ambiente, poder charlar con otros corredores relajadamente, incluso calentar sin prisas. Nos juntamos todos los TORTUGAS, hacemos las fotos de rigor y hacia la línea de salida. Todo esto provoca en mí una sensación embriagadora...Los nervios me envuelven, como siempre, antes de una carrera...fue oír el pistoletazo de salida y volverme loco, salí rapidísimo lo que me permitió abrir hueco suficiente para no llevarme a nadie por delante en las bajadas y aflojar el ritmo porque ya no podía mantenerlo.

La primera parte de la carrera fue muy rápida, los primeros 6 km se me pasaron en un suspiro y a partir de ahí empezaron las primeras cuestas rompe-piernas, pero había tomado una decisión: no cebarme con ninguna cuesta, subirlas todas ellas andando y bajarlas lo más rápido posible (sin dejarme los piños en el camino) y lo cierto es que esa decisión hizo que no me desgastara mucho y poder así regularme muy bien.

Iban pasando los kilómetros y llegó a ser emocionantemente habitual un "¡ánimo TORTUGA!" en cada subida que hacía venirme arriba. Al llegar al segundo avituallamiento me percato que tengo el dorsal roto,lo consigo sujetar como puedo y continúo la marcha.

Cada vez falta menos para la meta y las sensaciones siguen siendo muy buenas , había que apretar y guardar algo para la ANIBALADA , entonces es cuando a 2km de la llegada me encuentro con un buen grupo de TORTUGAS animando como locos: Marilo, Lucía, Laura, Ana, Pedro...hasta Sagan (alguna me olvida seguro),no veáis el subidón que me dio.

Y por fin la ANIBALADA, esa última cuesta que este año habré subido unas veinte veces, pero con la gran diferencia que aporta el ambientazo que había alrededor de ella,la gente animando, aplaudiéndo, chillándome, la presión del fin de carrera y ver a mis hijos al final de la cuesta animándome a alcanzar la meta me hizo tener un impulso alocado y empecé a subir esprintando,,y como era de esperar, casi entro a gatas a meta. Un final chulisimo para una carrera que he disfrutado como nunca.

Quiero agradecer vuestro apoyo a todos los TORTUGAS, pero especialmente a Alfredo y a Víctor,que me habéis aguantado todo este año por esas cuestas que tanto nos ha hecho sufrir, disfrutar y reír. GRACIAS

Nacho